Capítulo 1.

6 0 0
                                    

Una mañana desperté, y me di cuenta de que esa no era mi habitación, ¿Donde se suponía que estaba mi armario rosa chillón?, o mi pequeña mesita de noche, esa que tenía una pata roya desde hace años, ¿Donde estaba mi cama, mi cojín? o mejor dicho, ¿donde cono estaba yo?

Intente levantarme de un suelo muy robusto (aquello parecía un vertedero de tanta mierda que había), pero al instante  caí desmayada en el piso.

                                *    *   *

La cabeza me zumbaba, oía cuchicheos de fondo, y mi cuerpo de repente se percató, no estaba en mi casa, estaba en un suelo muy incómodo, a saber cuánto tiempo pasó desde que me había desmayado.

Decidí no habrir los ojos para que nadie se percatara de que había despertado. Había dos hombres cerca de mi, sus voces no me sonaban de nada, y como drama Queen que soy en lo único que pensé es que tal vez me iban a asesinar, a viola, o tal vez a comerme de cena.

-¡Eli!, ¡Eli! - habrí un poco los ojos asustada como un corderito, esos tipos sabían mi nombre. - ¡No me lo puedo creer!, ¿Estas bien?, ¿Como te encuentras?

No podia mas con la intriga, abrí los ojos para darme cuenta de que estaba en...
¿En un hospital?

-Carino estábamos muy preocupados por ti, has estado aquí unos cuantos días... Bueno, no importa, cuéntame, ¿sabes cómo llegaste ahí? - dijo con un tono un poco más preocupante.

Yo estaba alucinando, no sabia que hacía en el hospital, ni quién cojones era ese tío, desde luego, si esto era una broma, se la habían currado.

Me miraba preocupado, esperando una respuesta de mi, y la tubo...

-  ¿ Porque estoy en un hospital? ¿Y tú quien eres? Si esto es una broma desde luego...

El tipo se me hizo una sonrisa falsa, y se quedó junto a mi. -En serio crees que esto es una broma, mira Eli, yo soy tu padre, y... - de pronto alguien entro por la puerta e hizo callar a mi "padre".

-No se si deberias contarle tanta información en tan sólo unos minutos, es mejor para ella que solo le cuentes cosas de máxima importancia, de echo ella misma tendrá que ir acordando se de pequeños acontecimientos en pocos días.

¿Que estaban diciendo?

El médico  y mi supuesto padre salieron un momento afuera de mi sala de hospital, para hablar sobre...  algo.
Nada más salir por la puerta, me levanté sentía un dolor intenso en las costillas, y en la cabeza, pero nada me impediria que escuchará esa conversación.

Me quite de un tirón la intravenosa y haciendo puntillas para que me escucharán lo más mínimo, fui hacia la puerta, apegue mi oído, y algo pude oír antes de que alguien abriera la puerta. Me eche atrás corriendo, y me senté en un sillón junto a la ventana  para que pareciera que estaba mirando el cielo.
No me pillaron de milagro, o no quisieron darle importancia, porque cuando mi "padre" entro me miró como si nada y se sentó al otro lado de la habitación.

Era una situación muy incómoda, nadie se lanzaba a hablar o simplemente yo seguí mirando por la ventana, haber si veia alguien con mi misma edad, con quién pudiera hablar los días que estuviera aquí metida. No vi a nadie especial de echo todos parecían tener más de 30 y era un hospital bastante pequeño así que...

Minutos después mi "padre" hizo una mueca y me miró preocupado, creí que solo me iba a preguntar algo más, pero no vi detrás de sus ojos todo su enojo, porqué al parecer segundos después se puso a gritarme como un maniático. - ¿Por que demonios te quitas la intravenosa?, ¡podrías quedarte sin nutrientes, o morir de sed o  de hambre! - se estaba escuchando, en serio, morir de sed o hambre. Poco después ya estaba gritando otra vez, parecía paranoico gritando por el pasillo a las enfermeras.

-De verdad hace falta que grites me retumba todo, y más tu irritable voz, además, ni que fuera para tanto, estoy bien.

No dijo nada más. Sus ojos no dejaron de recaer en mi en ningún momento, solo se quedó mirando me.




































No Sé Cómo Ponerle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora