—Ni se te ocurra llorar, Kim Taehyung —amenazó Jimin en voz baja—. Jin y yo no tardamos 2 horas maquillandote para que lo destroces llorando. Tu maquillaje quedará como si te hubieras divorciado en vez de casado.
—No lo entiendes —inhaló—. No eres tú el que se está casando, enano impertinente.
—Si llegas con el maquillaje jodido, no te sorprendas si Jeon sale corriendo.
—Por dios, no me digas algo así justo ahora. Estoy demasiado nervioso y solo lo empeoras, Jimin.
Al fin, después de algunos años, esos dos amantes iban a contraer matrimonio finalmente, ansiosos por unir sus vidas para siempre. El camino no fue fácil en lo absoluto; aunque hubieron muchos obstáculos y baches en el camino, como aquellas personas que los juzgaban e hicieron de la vida de Kim un infierno en la facultad de derecho por ser gay, o quienes trataron de golpear a Jungkook en conjunto por lo mismo, un día que salió en la madrugada por medicina para su querido novio.
Si ignoramos aquello, también hubieron cosas buenas a lo largo de ese proceso. Habían terminado sus carreras y empezado por trabajos en puestos pequeños, los cuales poco a poco ascendieron, dándoles una mejor vida. También conocieron nuevos amigos, Park Jimin, por ejemplo. El mejor amigo de Taehyung desde que empezó a trabajar en esa oficina como practicante de abogado, siendo compañeros. O Namjoon y Yoongi, quienes trabajaban para Hoseok en aquel café con trabajos de medio tiempo para poder pagar sus carreras.
Un día, Taehyung corriendo por la facultad de derecho en busca de Jungkook, chocó con Jin. Fue al instante que se reconocieron, recordando aquella obra de teatro en la que trabajaron juntos y de la cual el adolescente Jeon no aprobaba. Seokjin era amigo de Hoseok desde hace un tiempo, así que invitó a aquella pareja allí para hablar sobre sus vidas y tal.
Aquel reencuentro culminó en Yoongi resbalando y tirando su café sobre Jungkook, Jin lo regañó, pero fue detenido por Namjoon. Fue entonces cuando Jung salió de su oficina a saber con exactitud que ocurría en aquella mesa de donde provenía esa bulla.
El punto es que, todos terminaron riendo y hablando. Conociéndose hasta este punto, en el que esperaban sentados en las sillas del jardín, donde se realizaría la boda de esa hermosa pareja de comprometidos de la cual estaban completamente orgullosos.
—¡Jungkook ya está aquí! —expresó con entusiasmo Seokjin, captando la atención del novio, el cual podía jurar que estaba completamente pálido.
—Siento que puedo desmayarme ahora mismo... —murmuró a penas Taehyung, consumido por los nervios que recorrían su cuerpo en forma de escalofríos.
—Vino con Hoseok —explicó Park—. Lo llamaré para que venga con nosotros al jardín. Mientras tanto, ve con Jungkook. Los dejaremos solos, ¿si?
Taehyung asintió tomando una bocanada muy fuerte de aire, para posteriormente girarse hacia la gran puerta de la entrada.
Jungkook, su amado Jungkook, se veía tan hermoso... Igual de hermoso que la primera vez que lo vio. Su cabello peinado perfectamente, dejando ver su frente, pero colgando unos cabellos sobre ella. Su hermoso traje blanco que hacía lucir su piel tan perfecta, esos ojos que brillaban ante su chico, y esa sonrisa llena de nervios.
Taehyung sólo sonrió, y sosteniendo esa bella sonrisa de la cual Jeon estaba tan fascinado, no importara cuantas veces la haya visto, caminó hasta él. Sus piernas y brazos temblaban, todo su cuerpo más exactamente. Su corazón parecía una bomba de tiempo, tan cerca de explotar.
—T-te ves tan hermoso... Tan perfecto. —halagó en un susurro el castaño, haciendo que las mejillas de Kim tomarán ese color cereza que tanto amaba admirar.
Oh, ante los ojos de Jungkook... Kim Taehyung era el hombre más hermoso que existía.
—J-jungkook... —masculló aún temblando—. Tú te ves perfecto...
El chico mencionado tomó de la cintura al contrario, atrayéndolo hacia él con una sonrisa. Una sonrisa de aquellas que con solo verlas, sabes bien que es genuina y de sincera felicidad, tan hermosa, tan pura. Dejó un pequeño, pero lleno de sentimientos, beso, en la frente del que estaba a minutos de ser su esposo.
—¿Estás listo? —preguntó y Kim tragó saliva pesadamente y asintió, sin poder creer aún todo esto.
Se tomaron de los meñiques y comenzaron a caminar juntos, saliendo al jardín de aquella casa que con mucho esfuerzo y paciencia, pudieron conseguir. Allí fuera estaban sus amigos y familiares, estos se pusieron de pie al ver a los prometidos caminar hacia la mesa donde se hallaba el señor que los uniría para siempre.
La madre de Jungkook lloraba a lágrima viva con un pañuelo en manos y su esposo abrazándola por la cintura para calmarla. Los padres de Kim, por otro lado, siempre fueron unas personas muy religiosas y conservadoras, lo cual causaba muchos conflictos para Taehyung. Así que, cuando su hijo abrió su corazón con ellos para decirles que era gay, ellos lo rechazaron. Desde ahí, ellos estaban muertos para Taehyung. Era muy triste, sí, pero nada importaba ahora que estaba por recibir ese anillo tan anhelado, un objeto tan especial, solo por lo que significaba y por quien era entregado.
Sus amigos los miraban orgullosos, tan felices por ellos y todo lo que habían conseguido hasta ahora. Orgullosos de que nunca se rindieron ante las dificultades que la vida les había impuesto.
La ceremonia empezó; el señor comenzó con las típicas palabras que se expresan antes de cualquier boda.
Hasta que llegó el más anhelado momento por todos, y claro, sobre todo de ambos amantes. Sus amigos y familiares estaban tan nerviosos en ese momento, uno tan importante.
—Bien, entonces —el señor indicó que había llegado el momento. La pareja se giró, mirándose mutuamente a los ojos. No habían palabras, sólo ese contacto visual que susurraba lo que sus almas morían por gritar.
Los dos pequeños hijos de Jin, una niña y un niño, caminaron hasta ellos con un pequeña almohada rojiza, donde se hallaban ambos anillos. Se los entregaron y ambos los tomaron.
—Kim Taehyung. —el mencionado tomó aire profundo y cerró sus ojos, listo para las palabras que serían anunciadas.
—¿Aceptas a Jeon Jungkook como tu legítimo esposo? Prometiendo respetarlo y amarlo por el tiempo que sea permitido.
Asintió y abrió sus ojos sonriendo—Acepto... —estiró su mano, permitiéndole a su amado colocarle con gran orgullo ese precioso anillo.
El señor asintió y volteó a Jeon. Este tenía lágrimas en sus ojos, las cuales no permitiría que salgan aún.
—Jeon Jungkook, tú... ¿Aceptas a Kim Taehyung como tu legítimo esposo? Prometiendo respetarlo y amarlo por el tiempo que sea permitido.
Unas lágrimas escaparon de sus brillantes e ilusionados ojos inevitablemente—Acepto. —posteriormente sintió las manos temblorosas de Kim ponerle el anillo perteneciente.
—Bien, entonces pueden be-
Antes de que el señor terminara, Jungkook tomó los labios de su esposo entre los suyos; sellando así, esa ceremonia, y sellando su amor que duraría por siempre.
Y wow, quien lo diría. Esos dos chicos de 14 años, uno completamente enamorado del otro, el cual lo rechazaba a más no poder, terminarían en una pequeña y tímida relación. La cual fue creciendo y construyéndose de la manera más preciosa en lo que estaban viviendo ahora.
—No me pagan lo suficiente para esto. —masculló el señor encargado de casarlos, fastidiado ser haber sido interrumpido.
Todos se levantaron aplaudiendo, listos para celebrar a esa nueva pareja de casados. Jimin, Hoseok, Namjoon, Yoongi y Jin, los miraban tratando de no llorar ante lo orgullosos que se hallaban.
—Te amo tanto, Jeon Jungkook.
—Te amo más, Esposo-Tae.
End.
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❝ Soft | taekook ❞
Fanfiction❝¿Te gusto? ¡Yo sé que sí, Jeon Jungkook!❞ ❏ Historia propia ∅ Está prohibida la adaptación o copia de la misma. ❏ Portada hecha por thatsooghei. ❏ +18. ❏ Ship principal: vkook/taekook. ❏ Capítulos cortos. © blushtaegguk. ╰─► 🌌 101% escri...