❝ Soft | taekook ❞

Especial medio millón.

—¡Dahye, apúrate, Jungkook se molestará si lo hacemos esperar más! —vociferó Taehyung desde el primer piso, revisando el reloj de la pared.

—¡Voy, papá! —escuchó la voz femenina de su pequeña y segundos después la vio correr escaleras abajo con prisa.

—Puedo apostar que tu padre está echando humos en el carro, salgamos ya si no queremos que él me pida el divorcio y a ti te quite la herencia. —pronunció antes de tomar las llaves del colgador y salir, esperando a Dahye.

Jeon Dahye era la hija única de Jungkook y Taehyung, siendo adoptada cuando esta tenía cinco años de edad.

Una vez ambos amados se establecieron económicamente, con una casa y un trabajo de buen sueldo asegurado para mantener a alguien más que ellos, pensaron que era momento de ser padres. No fue una decisión fácil puesto que adoptar allí era complicado, sin embargo con fuerza de voluntad y mucho amor para dar, pudieron conocer a Dahye.

Jeon Dahye era la luz de los ojos de ambos. Su reina, su princesa, su pequeña, su bebé, la única estrella en el oscuro cielo azul.

Actualmente la pequeña contaba con nueve años de edad, cursando su segundo año escolar.

Ella agarró su abrigo y bufanda del sofá y se las colocó mientras salía, ya que ese día el clima no era el mejor.

Una vez ambos estaban afuera, la pequeña corrió al automóvil mientras que Taehyung cerraba la puerta de la casa. Él la alcanzó y le abrió la puerta para que pudiera entrar, le encantaba tratar a su pequeña como una princesa.

—Entiendo de Taehyung que tarde mucho arreglándose —comenzó Jungkook para luego encender el auto y acomodar el espejo—, pero tú, Dahye, ya eres hermosa y no lo necesitas.

—¿Gracias? —dijo incrédulo Taehyung mientras se abrochaba el cinturón de seguridad. La pequeña sólo soltó una risa cómplice.

—No me mires así amor, lo digo porque tú te demoras mucho con tu maquillaje y accesorios, pero no dependes de ello para ser así de perfecto como lo eres. —halagó viendo de reojo como el hombre mordía su labio ocultando una sonrisa y negando con la cabeza.

Podrían pasar años, meses, décadas, siglos; pero para Jungkook, la belleza de su amado esposo no terminaría nunca.

—Nena, ¿tienes todo? —preguntó Taehyung mientras el auto empezaba a avanzar.

—Sí, papá. —respondió después de revisar su mochila una vez más.

Generalmente solían turnarse para llevar a su hija al colegio, un día uno, y al siguiente el otro. Pero hoy, diferente a otros días, iban los tres juntos. Esto debido a un día de convivencia que su profesora había organizado.

El plan era el siguiente: todos los alumnos debían llevar a sus padres o algún representante y hablar de porqué lo aman y admiran.

Dahye se sentía tranquila, no veía nada de malo en lo que estaba por suceder, sin embargo sus padres chocaban con esa paz.

Crecer con dos padres para la niña nunca fue nada extravagante ni raro; al principio, tuvo curiosidad al ver que sus compañeros tenían de padres a un hombre y una mujer, por ende les preguntó a los suyos a que se debía eso. Ellos le explicaron la razón sin suavizar nada, siendo completamente honestos y diciéndole que no tenía nada de malo que dos personas del mismo sexo se amaran, lo cual ella entendió y aceptó sin problema.

No obstante, para ambos esposos era un poco preocupante el evento de hoy; siendo completamente sinceros, se sentía nerviosos y presionados por lo que podrían llegar a decir el resto de presentes. No porque a ellos les afectara en realidad ya que estaban acostumbrados a recibir comentarios poco agradables, sino por las cosas que a su pequeña podían llegar a decirle, eso es lo que les causaba miedo en realidad.