Wookyung encontró a su hyung durmiendo en el sofá, por la botella en la mesa dedujo que había estado bebiendo. Lo cargó con delicadeza y lo llevó a la habitación, recostándolo sobre la cama y se metiéndose a un lado suyo.
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Habían pasado ya algunos días desde aquella confesión que lo llevó a cometer la mayor de sus estupideces: Minho no lo ama y probablemente no lo ame jamás.
El paso del tiempo se sentía incómodo y simplemente no lograba cruzar la barrera que se había formado entre ellos.
Retomó su vida normal, yendo a trabajar y aún con la intensión de cumplir la voluntad de su madre, pero siempre se aseguraba de que todo estuviera bien en casa.
Revisaba cosas relacionadas a la editorial en su oficina, cuando entró su asistente con un aviso.
—Tiene una visita —dijo ella —pero no hizo una cita.
—¿Quién es?
—Dowon Sa —respondió mientras miraba en su libreta de registros.
—Hazlo pasar y tráenos un poco de café.
Wookyung ya sabía el sermón que su amigo le iba a dar, la visita no fue casualidad, él mismo le pidió que lo visitara en cuanto tuviera un tiempo libre.
Ambos tomaron asiento en la pequeña sala de su privado, la asistente les dejó el café sobre la mesa y salió. Había un silencio un poco incómodo.
—Bien ya cuéntame que pasó —habló primero el escritor.
—Es que... —puso una sonrisa nerviosa y desvió la mirada hacia la izquierda —no sé por dónde comenzar.
Aquella conversación se extendió algunas horas, incluso los empleados se retiraron antes de que ellos pudieran terminar. Wookyung procedió a contarle a Dowon absolutamente todo lo que hizo, a este no le sorprendió, pero sí se sintió preocupado.
—¡Pudiste haber ido a la cárcel! —expresó abriendo sus grandes ojos verdes.
—Ya lo se —respondió avergonzado —pero prefiero que sea infeliz conmigo a que este con alguien más.
—¿No te preocupa que esa persona de la editorial lo llame?
—Ya me encargué de eso.
La noche estaba cayendo y pasaron del café a unos tragos de whishky. Wookyung se levantó a preparar la segunda ronda, siempre ponía dos hielos en el vaso.
—Te noto más cansado de lo normal —. Dowon fijó la mirada en unas apenas visibles ojeras en el rostro ajeno cuando este se acercó a entregarle la bebida.
—He estado haciendo básicamente doble trabajo, la editorial y los negocios de mi madre —su expresión de fastidio dio a entender que no quería continuar con ese tema.
Salieron del edificio cerca de las ocho de la noche, caminaban en dirección al estacionamiento cuando Wookyung se detuvo en seco.
—¿Pasa algo? —preguntó su amigo.
—Me siento mareado —. Con una mano se apoyaba del toldo de su auto y con la otra presionaba su cabeza.
—Que raro, solo tomamos tres copas —se acercó para ayudarlo.
El rubio sabía que algo no estaba bien, no era suficiente alcohol para ponerse así, eso no era un efecto de ello. La cabeza le daba vueltas, había un zumbido en los oídos y claramente podía sentir como si el corazón fuera a salirse del pecho. Respirar se volvió un poco difícil, no es una sensación que haya experimentado anteriormente.
Intentó mantener la calma, sin embargo, no funcionó. Su mente se encontraba tranquila, la causa era algo externo.
—¡Cha! —exclamó Dowon mientras lo sostenía para evitar que cayera al suelo.
Wookyung estaba inconsciente.
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NOTAS: En tiktok mencioné que como Wookyung no tiene amigos canónicos pues le iba a dar unos de otros manhwas, así que aquí esta Dowon, mi otro hombre jaja. Así irán apareciendo más, en su mayoría todos los tóxicos. También me referiré a Wookyung como si fuera rubio, porque bueno yo lo veo más rubio que castaño. En fin, buena noche.
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Blue flowers
Fiksi PenggemarWookyung fue claro al decir que se había enamorado de Minho, pero ¿tiene consecuencias el no ser correspondido? Nunca imaginó que una indefensa flor podría llegar a doler tanto y que la solución la tendría la persona que más dice odiarlo. Por su par...