La maldición de la luna |Tanjiro x lectora|

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Una chica de pelo corto blanco como la luna, ojos negros brillante como el cielo de noche con las estrellas, tez blanca cual nieve. Traía un vestido blanco con detalles negros y una tiara que estaba en su frente de color azul claro y dorados.

Aquella chica estaba caminado por los jardines llenos de flores que se encontraban atrás de un gran castillo, su hogar, cuando llegó a una fuente, rodeado de 4 bancas, que estaba en el centro de todo el jardín.

Miraba las flores y las mariposas que estaban volando cerca de las rosas, tulipanes, orquídeas, lirios, etc. Se las quedaba contemplando por un largo rato hasta que una voz le hizo cambiar de dirección.

-____- san! Se encuentra aquí!?- preguntaba una chica de pelo rosa con puntas verdes con tres trenzas largas, una atrás y las otras dos a delante y el informe de los soldados.

-Aquí estoy, Mitsuri-san- dijo la peli blanca mientras saludaba con su mano, la de ojos verde fue corriendo hacia la chica.

-____- san, por favor no valla a desapareces a si de repente. Recuerde que sus padres me dejaron a mi cargo y no quiero fallarles.- comentó la chica mientras miraba a la oji-azabache.

-Tranquila Mitsuri-san, solo salí un rato para ver las flores. No quiero pasar toda mi vida encerrada en mi casa.-comentó mientras invitaba a la chica a sentarse a su lado.

Aceptó la invitación y observa a la chica que miraba el cielo, aunque era de día y el cielo estuviera azul; se notaban las estrellas que la de menor estatura contemplaba. Si bien era cierto lo de su encierro, sus padres solo se preocupaban por su bienestar.

La peli-rosa soltó un suspiro para salir de sus pensamientos y volteó a ver a la princesa, que estaba recogiendo algunas flores, las junto en unas dos coronas, una pequeña y otra grande. Se acercó a la guardia para luego darle la corona grande.

-Tome Mitsuri- san, espero que sea de su agrado.- comentó mientras se la extendía. Ella lo acepto mientras que la chica volteaba a ver cómo un búho llegaba y le colocaba aquella corona pequeña.

Hechi, un búho albino que fue dado por sus padres por su cumpleaños, uno de sus mejor amigo y compañero de aventuras.

___ miro a la peli-rosa para luego mirara al suelo pensando las palabras que querían decir, soltó un suspiro que llamo la atención del la chica y luego la miro.

-Puedo confesarle algo Mitsuri-san?-pregunto viendo aquellos ojos verdes tan vivos. La chica lo pensó un momento para luego asentir.

-Claro, cualquier cosa yo estoy para ti.-dijo para sonreír transmitiendo confianza en ella. Después de todo Mitsuri era su mejor amiga y única que tenia (omitiendo a Hechi que era un animal).

-Hace unis días estuve leyendo y descubrí que al final de la muralla que da al bosque tiene un transportador a la tierra, eso es cierto?-comentó mirando a la chica esperando una respuesta suya.

La oji-verde indago por sus recuerdos para luego decir.-Escuche sobre eso de parte de Tomioka-san antes de su partida pero nunca me puse a investigarlo.-dijo para ver a la princesa.

-Bueno...yo si tuve curiosidad y decidí ir a investigar.-dijo llama do la atención de la otra chica.- y encontré una puerta que te guiaba hasta dos transportadores por un pequeño camino.-entonces la chica de alado soltó un jadeo de miedo.

-Dime que no entraste?!-dijo agarrando los hombros de la chica asiendo soltar sobre la banca. El pequeño búho solo miraba la escena pues sabía que ____ le dirá eso a su guardia.

-Tranquila Mitsuri-san, aunque hubiese querido ir no podría.-soltó una risa que hizo calmar a la nombrada.-pero quería ver si me cubrías para ir hoy.-y ahí fue cuando se le voló el corazón.

-Pe...pero y si nos cachan, sería despedía, humillada y peor aún PERDERÉ A MI PROMETIDO!!-dijo delirando mientras ____ solo la miraba.

-Mitsuri-san, todo va a estar bien, tranquila.-dijo mirando a la peli-rosa llamado su atención.-yo tomaré la culpa pero solo le quería decirte por si me pasa algo.-

La chica se calmó un poco para luego ver a la oji-negra.-pero como lo piensa hacer?-pregunto curiosa puesto al menos quería saber si ella iba a estar bien.

-Pues vera...