AMOR INESPERADO; SEOKJIN

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—A veces me pregunto si realmente necesito el empleo o puedo quedarme a dormir -la joven se removió entre sus sábanas mirando el reloj en su mesa de noche.

—Si tuviera un sugar creo que no me dejaría trabajar, pero no lo tengo así que arriba Mía -dijo y se sentó en la cama, comenzó a buscar sus sandalias con los pies hasta que las logró encontrar, se las puso y se dispuso a bajar de la habitación e irse a alistar el baño para poder asearse... al bajar de su habitación logró ver a su mejor amigo Jorge sentado en la barra.

—Hoy te caíste de la cama -dijo mirando su vaso de agua.

—No Jorgie, creo que hasta es tarde para hacer todo lo que tengo que hacer antes de irnos a la empresa... -se sentó junto a él.

Jorge era su mejor amigo, lo conoció hace dos años en su anterior trabajo en América, él optó por postularse a una conocida empresa, y después fueron transferidos a Seúl, a las oficinas corporativas de Samsung.

—¿Porque nadie tuvo la delicadeza de despertarme o tocar mi puerta? -un chico de una estatura promedio y un cuerpo ejercitado apareció en la entrada de la cocina.

—Aún es temprano Raúl -Mía sonrío.

—Pero tenemos que desayunar y hacer ejercicio, saben que no nos da tiempo -arreglába su cabello con las manos.

—Que flojera, mejor me subo un rato más y me duermo -respondió Jorge sin ganas de nada.

—No seas aguafiestas, bien sabes que te hace falta una rutina -dijo Raúl riéndose a lo que la joven respondió.

—Déjalo, si no quiere hacer ejercicio esta bien, él hace cardio de otra forma -comentó pícara y guiñándole el ojo a Jorge quién asintió riendo.

—¿No quieres entrenar pierna al hombro conmigo Mía? -preguntó Raúl a la joven.

—No, gracias -soltó una carcajada-

—Mejor dile que ya no te apetece -gritó Jorge riéndose desde las escaleras-

—Mejor después Raúl -dicho ésto se levantó de la silla, comenzó a caminar para irse a bañar y Raúl la siguió.

—¿Y si nos bañamos juntos para ahorrar agua?

—No -y se giró a mirarle.

—Mía, ambos queremos -la miró e intentó acercarse a ella y ella dió un paso atrás.

—Raúl, tuviste tu oportunidad y no la aprovechaste, así que no molestes más -se giró.

—Es que... no se que tienes que aún me gustas... me vuelves loco... -la atrajo hacia él por la cintura rodeandola con sus trabajados brazos.

—Basta -lo empujó. —Tu y yo quedamos en algo, asi que relájate, no arruines esto otra vez, te estoy dando una oportunidad más e iremos despacio. -dicho esto entró a su habitación dejándolo atónito.

Tiempo atrás tuvieron problemas, eran algo así como amigos con derecho, lo malo fue que Mía se terminó enamorando de él pero él no era capaz de corresponder a lo sentimientos de ella, por lo que él prefirió tomar distancia y dejo de hablarle a Mía por esa razón

Mía cayó en depresión y se refugió en Jorge, él como siempre estuvo para ella, le ayudó y salió de su depresión pero gracias a él se volvió un poco más dura y fría, después de tiempo Raúl volvió a buscarla pero ella ya había entrado a Samsung, él se sintió mal por lo sicedido, así que le pidió que salieran para hablar y arreglar aquello que a ambos había alejado por mucho tiempo.

Después de haber hablado comenzaron de cero, una vez más intentaron ser amigos, aquel sentimiento que tenía por él se terminó y volvió verlo como amigo.