—¿Entonces nomás me querías pa' que te cuide al chamaco? Pensé que si me amabas, wey.
Chip bromeó, sosteniendo al niño castaño durmiente en sus brazos que Freddy le había dado. Ya antes había visto al niño andar por ahí más no quería meterse en nada de eso, así que solo lo ignoraba. No creyó que Freddy fuera el responsable, hasta ese momento dónde se lo había dado para que lo cuide.
—Chip, sabes que te amo y se que harías todo por mi... Cuidar de mi niño es lo mejor que podrías hacer, tengo que ver algunos asuntos con Chica y los demás, no quisiera que Monty se moleste si lo llevo otra vez.—Explicó, sabiendo que el más alto no iba a negarse.
—... Tienes mucha suerte de que te amo y te adoro con toda mi vida, corazón. Te cuido al morrito en lo que regresas.—Se acercó para darle un suave beso en los labios, beso que Freddy devolvió con todo gusto.
—Me tengo que ir, te veré después.—Se despidió, yéndose de ahí rápidamente, no quería llegar tarde otra vez.—¡Ah, y no ha cenado, dale de comer!
Chip asintió, suspirando después. Ahora tenía una responsabilidad en sus manos. No sabía bien que hacer ahora, solo esperar a que despierte. Entrando al restaurante para poder dejarlo acostadito en dos sillas.
Se quitó su saco para tapar al niño y que duerma mejor. La ropa de Chip siempre tenía un aroma a colonia bastante atractiva, un aroma fuerte y masculino.No esperaba que el niño se despierte, parecía estar muy cansado, durmiendo profundo. Saliendo del lugar después de asegurarse de que esté bien, sacando un cigarro para fumarlo. Estaba algo estresado y adolorido, varios niños subiéndose arriba de él para que los cargue era bastante doloroso después de unas horas.
Minutos después escuchó ruido dentro, por lo que dejó lo que estaba haciendo para ver qué pasaba. El niño había despertado confundido, viendo lo que le tapaba el cuerpo, con los párpados pesados debido al sueño. Se acercó a él para ver qué esté bien.
—¿Qué haces despierto, chamaco? Vuelve a dormir, es tarde.—Le habló, acercándose a él con cuidado para no asustarlo. El pequeño abrió sus ojos en sorpresa, viendo arriba a aquel hombre, asustandose.—¡No! No, no, no te asustes, mi vida. Freddy te dejó conmigo para que te cuide en lo que él regresa.—Explicó, agarrándolo al ver que iba a caerse de las sillas.
—Quiero ir con Freddy.
—Lo sé, él vuelve después. Me llamo Chip, soy el novio de Freddy, así que no temas, no te haré daño.—Le aseguró, agachándose para poder verlo mejor.—¿Me podrías decir
tu nombre, corazón?—G-Gregory.
—¿Gregory? ¿Hace cuánto tiempo estás aquí? Por lo que se ningún niño debe de quedarse después del cierre del lugar, ¿Te gustaría decirme el porque?
Gregory se sentía algo desconfiado al principio, después fue mejorando, dándose cuenta de que hablaba en serio. Nunca antes lo había visto, era nuevo. Además de eso Freddy nunca le dijo que tenía una pareja dentro del lugar, tal vez porque no era necesario. Aún así era extraño que no le haya compartido ese dato.
Con el paso de los minutos, creció confianza entre ellos, esto más que nada por la gran destreza que tenía Chip al tratar a niños en situaciones de ansiedad o pánico.
—Ven, debes de tener hambre.
Chip lo cargó en brazos a pesar del dolor en su cuerpo, yendo a buscarle algo de comer. Tenía ahí panecitos y leche de chocolate para él, algo sencillo para que pueda volver a dormir después. Gregory en otras ocasiones nunca aceptaría nada de eso, sin embargo se sentía bastante seguro con Chip, quien le servía todo y se lo daba después.
No creyó que a los pocos minutos de terminar de comer iba a caer dormido otra vez, ahora en los brazos de Chip con la mejilla aplastadita en su hombro, siendo cuidado por el mexicano quien le daba palmaditas en la espalda e iba caminando por el lugar para así adormecerlo más, casi como si estuviera manteniendo a un bebé dormido, incluso lo tapó con su saco para que no le de frío.
Yendo fuera y sentándose en una de las sillas, todavía con el menor durmiendo en sus brazos. Él también se estaba quedando dormido, pero no podía dejar que le gane el sueño.
Unos minutos después llegó Freddy, algo apresurado ya que habían pasado ya dos horas desde que se fue.No pensó que se iba a alargar más la reunión. Al acercarse a ambos, pudo notar como Chip se había quedado dormido, pero no dejaba de tener un firme agarre del cuerpo de Gregory, a pesar de estar dormido no iba a dejar que le pase algo malo.
Freddy sonrió, despertando al mexicano con cuidado, dándole un beso en la mejilla cuando lo logró.
—Parece que ya no lo quieres soltar.—Freddy dijo con una suave risa, dándole ahora un beso en los labios.—Puedes dormir con él está noche si quieres, no hay problema.
—¿Ah? No, no, toma a tu niño. Ya no siento los brazos, wey.—Se levantó, dandole el niño a Freddy... O al menos eso intentaba porque Gregory se quejaba, aferrándose cada vez más fuerte a la camisa de Chip.
Gregory ya no quería apartarse del mexicano, y es que era demasiado cómodo como para alejarse ahora que estaba tan tranquilo. Siempre solía dormir asustado o nervioso de que lo descubran, pero estando con Chip, era la primera vez que dormía sin preocupaciones.
Freddy solo sonrió.
—Ya no puedo alejarlo de ti. Está muy aferrado a tu cuerpo.—Mmh, no... No puedo quedarse conmigo, lo siento. A ver.—Alejó poco a poco a Gregory de él. Suspirando antes de sacar sus buenos dotes de cuidado de niños.—Ya tienes que irte con tu papá, mi vida, no puedes quedarte conmigo más tiempo. Mañana te veré otra vez, si es que... Tu hermoso papá me deja.
—Siempre dejaré que venga a verte, ahora tenemos que irnos, Gregory, vamos.
Gregory negó, no iba a caer en eso. Chip miró a Freddy, después solo aceptando su destino de ser la cama de Gregory por esa noche.
—Te lo devuelvo en la mañana... A menos que quieras dormir conmigo.
—Me encantaría, solo si puedes sostener a los dos.—Cruzó sus brazos, riendo después y entrando con él al restaurante para acomodarse en el espacio donde había sillones.
Gregory todavía no se quería separar de Chip, era como una garrapata aferrada al mexicano.
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𝘾𝘼𝙍𝙀 𝙁𝙊𝙍 𝙔𝙊𝙐 | glamrock frechip
Fanfic« Yo te cuidaré, pequeño osito. » El Fazbear solía llorar todas las noches, en dolor y pena después de la desaparición de Bonnie más los malos comentarios que un cierto integrante nuevo de la banda hacía. Saliendo corriendo del escenario en los ensa...