[KᴏᴋᴜTᴀɴ!] ♡-. Tᴏxɪᴄ Rᴇʟᴀᴛɪᴏɴsʜɪᴘ

04

La noche era fría y cruel para muchos, Tanjiro era uno de aquellos quienes pensaban que la noche podía ser tan cruel como el mismo Diablo

Su mente estaba perdida desde los últimos cinco meses, donde no podía sentir comodidad ni a la hora de dormir. La razón de todo esto es la presencia de todo demonio con el cuál a convivido

Ese día sentía como su pierna dejaba de doler por el ataque de cierto demonio que terminó muerto, el simple pensamiento de la tortura de esa pobre alma en pena le dió un escalofrío por toda la espina dorsal.

Ya no existían palabras para expresar todo el terror que sentía. Su tranquilidad se había esfumado hace ya mucho tiempo y los ojos que lo rodeaban le daban un horrible sabor de boca

Ese día pudieron revivir a la quinta y sexta luna junto con Nakime. –Hantengu tomará más tiempo por su técnica de sangre.–

Al escuchar la noticia del renacimiento de otras dos lunas las ganas de llorar no esperaron. Si revivían a todas significaría el fin de la humanidad junto con la paz, por la cual había sacrificado mucho y perdido litros y galones de sangre.

Lloró por toda una hora en silencio, no se permitió hacer ruidos sabiendo que alguno de los demonios lo escucharía y le haría algo peor que la muerte

Aunque si lo pensaba mejor. Morir significaría el fin de su sufrimiento y sería por fin libre de las garras de Muzan.

Pero no quería abandonar a su hermana, si es que seguía con vida

–Tengo que asegurarme de encontrar a Nezuko... Pero primero tengo que salir de aquí lo más rápido posible...–

Pensaba el chico mientras inventaba más de un plan que lo ayudaría, pero todos fracasaban en su mente

No había salida, se estaba ahogando con sus pensamientos hasta que alguien tocó la puerta, haciendo que el menor se asustará y se escondiera entre las sábanas de porcelana

–¡Hey..!, Tanto tiempo sin vernos... ¿No lo crees?, Pequeño imbécil.–

Dijo un demonio de textura alta y flaca. Cabello negro con puntas verde musgo atado en una pequeña coleta, ojos cansados y ojeras demasiado marcadas para disgusto de cualquiera, Sin mencionar lo marcadas que estaban sus costillas y huesos dándole un aspecto enfermo y maltratado.

En ese momento Tanjiro dejo de respirar por un minuto por la sorpresa de encontrarse nuevamente con la sexta superior seis. O al menos el mayor

–¿Qué pasa?, ¿No vas a saludar?–

Rio bruscamente él de desagradable aspecto hacia Tanjiro

–¿Qué debería hacer en estos momentos?–

Se preguntaba internamente él de ojos escarlata, tenía que hacer un movimiento antes que el otro lo iniciará

–Y - yo..–

Su garganta se empezaba a formar un nudo que le impedía hablar tranquilamente, las ganas de llorar nuevamente aparecieron y el demonio rodó los ojos a eso

–¿Ya no eres el valiente cazador de antes?–

Menciono con fines de burla al pequeño adolescente que se retorcía de miedo en su cómodo futón, el demonio se acercó peligrosamente su presencia emanaba enojo por el chico