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NamJoon sonrió satisfecho, recargando su mejilla en el hombro del contrario, aspirando de su aroma natural mientras aferraba sus brazos en la cintura del mayor

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NamJoon sonrió satisfecho, recargando su mejilla en el hombro del contrario, aspirando de su aroma natural mientras aferraba sus brazos en la cintura del mayor.

—No sabes cuánto deseé escuchar eso.

Se quedaron abrazados un par de minutos más. SeokJin aún no podía salir de la impresión, y seguramente NamJoon no estaría mejor que él, pero tenerlo ahí estaba siendo un sueño... bastante extraños a decir verdad, y bastante confuso para nosotros, pero fabuloso al final del día.

—La lluvia parece que no cesará —dijo SeokJin en un intento de ignorar el rubor en sus mejillas por la cercanía y por la idea que no terminaba de asimilar en la que el guapísimo de Kim NamJoon le confesó sus sentimientos y era el mismo a quien estuvo rechazando tanto y ahora lo tenía tan cerca que podía escuchar la armonía fe sus latidos provocado por él mismo.

Y NamJoon estaba igual, pero también estaba preocupado. Había salido hace algunas horas casa sin avisar y debía de regresar pronto sino quería preocupar a sus padres.

—Bueno... —Bufó, algo estresado, pero todavía feliz—. Tendré que mojarme más de regreso a casa.

—T-te puedes enfermar.

—Pero debo regresar, Jinnie.

SeokJin comenzó a jugar nervioso con el borde de su pijama. Una idea le cruzó por la mente, pero todo era tan reciente y tan caótico que es lógico esperarse una reacción ansiosa de su parte, mas no podía permitir que NamJoon se arriesgara a no tomar el transporte público a esas horas y, en cambio, se enfermara de camino a casa con todo el agua fría cayendo del cielo.

El que estuviera preocupado era una causa de su enamoramiento, y eso todavía no lo asimilaba.

—Puedes quedarte aquí —dijo sin más y sin dirigirle la mirada.

NamJoon se sorprendió rápidamente, tomando también un lindo rubor en sus mejillas.

—¿Qué?

—Es muy probable que llueva toda la noche, o eso dijo mi madre, y... además se está haciendo muy tarde como para salir así. —SeokJin vio como también NamJoon se estaba avergonzado, seguramente pensado lo mismo que él, por lo que se separó rápidamente sintiéndose más tímido de pronto—. Pero... ¡Es sólo una opción! N-no tienes que ha-acerlo sino quieres, e-era sólo una idea. P-podemos busc-

—Está bien. —Lo interrumpió Kim menor, viéndose decidido con sus palabras.

—¿E-está bien?

—Me encantaría pasar la noche contigo, Jin.

El aire se cortó para ambos. Obviamente los dos lo habían —un poco— malpensado, pero más la cercanía era el hecho más que cualquier cosa lo que ponía sus sentimientos a flor de piel.

—Okay...

—Okay...

NamJoon llamaba a su madre para avisarle que no podría regresar a casa y tampoco quería arriesgarlos a ellos, mientras SeokJin buscaba unas sábanas y unas cuantas almohadas extras en la habitación de su madre. Decir que estaba nervioso era poco, como estaba Kim mayor era algo mucho más exagerado que eso. Y es que, hasta esa mañana, él estaba algo —mucho— depresivo porque creía que nunca tendría una especie de oportunidad con NamJoon, por lo que toda esa situación era como un sueño anhelado de sus últimos meses de existencia. Un sueño imposible, claro está.

No Pink! | ⁿᵃᵐʲⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora