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Jongho

Me encontraba en mi habitación haciendo mis deberes hasta que escuché llegar a mis padres, y fuí hacia la sala. Tenía miedo de decirles sobre lo del trabajo de historia pero aún así lo tuve que decir.

-Buenas tardes... *dijo, esperando respuesta alguna por parte de sus padres*

-Buenas tardes Jongho *dijo su padre*

-Quería comentarles sobre un proyecto de la escuela que tengo que hacer en equipo...

-Dile a tu maestro que lo puedes hacer solo *exclamó su madre con seriedad*

-Lo solicité, pero dijo que esta vez no sería posible...

-¿Y cómo piensas manejar el horario?

-¿Podría venir a casa? *solicitó el menor*

-No, es definitivo *dijo fríamente su madre*

-Entonces irás a su casa por las tardes *propuso su padre*

-No *dijo su madre algo molesta*

-¿Acaso quieres que tu hijo repruebe el bimestre?

-No, tampoco

-Entonces?

La madre del pelinegro se fue molesta hacia su habitación, y el menor se quedó en la sala con su padre

-Supongo que luego lo comprenderá. Tienes permiso para ir por las tardes a la casa de tu compañera, pero tienes que estar en casa a las 5.

¿Sería bueno decirle que mi “compañera” en realidad es un chico? Creo que no, dejemoslo así.

-Gracias padre *el menor hizo una pequeña reverencia y fue hacia su habitación*

“No permitiré que tu madre destruya tu vida, como lo hizo con tu hermano, prometo hacerlo bien esta vez...”

Si bien ambos padres parecían estrictos, el Sr. Choi es el que menos lo era, sólo que siempre de alguna u otra forma su esposa lograba manipularlo, pero desde hoy ya no lo permitiría.

Ambos hijos de aquella pareja de casados no vivieron sus etapas como deberían, Choi Minho, al igual que Choi Jongho, no llevó una vida “normal” como la de cualquier adolescente, nunca lo dejaron salir de casa, solo salía para asistir a la escuela.

Un día, cansado de tal trato proporcionado mayormente por parte de su madre, se fue de casa, al mínimo descuido de sus padres, y cuando éstos se dieron cuenta, el ya no se encontraba en su habitación, ambos padres salieron a buscarlo fuera de casa, dejando la pueta abierta, por la cual, el menor de los Choi, de en ese entonces 7 años, salió por aquella, avanzó hasta la autopista siendo arrollado por un auto, causando un accidente que le borraría por completo la memoria, por tal razón no recordaba a su hermano mayor, y madre decidió no hablarle de él, su padre no estuvo de acuerdo pero tuvo que aceptar la decisión de su esposa.

Martes por la mañana

Yeosang

Hoy me levanté más temprano de lo normal, ya que quería comprar algunos dulces para mis amigos.

Hize mi rutina de siempre, me puse el uniforme de la escuela y salí de casa rumbo a una tienda de snacks, cogi una canasta e iva poniendo todo lo que quería comprar en ella, las pague y fui hacia la escuela.

Y ahí estaban, incluyendo a San, que hoy llegó temprano.

ᴡʏ- Yeo! *fue hacia el rubio y lo abrazó*

ʏꜱ- Hola Woo

ᴡʏ- ¿Qué traes ahí? *dijo, viendo la bolsa que Yeosang traía en su mano derecha*

ʏꜱ- Ah si, son dulces para ustedes *mostró el contenido de la bolsa*

Todos se acercaron al rubio

ʏʜ- Gracias Yeo

ꜱʜ- Gracias bonito

ʏꜱ- De nada, hyung

Cada uno de los chicos empezó a seleccionar algunos dulces de la bolsita de Yeosang

ʜᴊ- Gracias Yeosang *sonrie*

Sonó la campana y todos fueron a sus respectivos salones, no sin antes agradecer al rubio por el detalle.

Hoy a primera hora, le tocaba matemáticas, pero el profesor de aquella materia no asistió hoy, así que tendrían esa hora libre.

Yeosang y Jongho se encontraban en su salón, junto a sus compañeros.

ʏꜱ- Tenemos la primera hora libre, salgamos...

ᴊʜ- ¿salir? *algo confundido*

ʏꜱ- Si, vamos a la cafetería

ᴊʜ- Pero-

Antes de que Jongho terminara de hablar, Yeosang lo tomó de la mano y lo llevó hacia la salida del salón de clases.

Todos voltearon a ver a aquellos chicos, los cuales salían tomados de la mano.

ʏʙ- Uhh, vieron? *dijo, señalando la entrada al salón*

ᴊᴋ- ¿Kang Yeosang  y Choi Jongho?

ᴊᴍ- Los mismos...

ʏᴊ- ¿Ellos dos están saliendo?

ʜᴡ- Yo creo que sí...

ᴅʏ- Lo dudo, ni se hablan...

ʜꜱ- Valla, Dios sí tiene preferidos

ɢʜ- Y uno de ellos es Yeosang...

ꜱᴊ- También Jongho. Kang tiene un rostro muy perfecto.

Las preguntas y comentarios no se hicieron esperar, puesto que Jongho nunca cruzó algún tipo de conversación con ninguno de  sus compañeros de clase.

Ellos se siguieron cuestionando y suponiendo cosas acerca de esos dos, aunque ellos ya se encontraban en la cafetería.

ʏꜱ- Bien, ya estamos aquí *sonrie*

ᴊʜ- *bajó la mirada para ver las manos de ambos aún seguían tomadas*

ʏꜱ- Ouu, lo siento... *serapa su mano del agarre*-¿quieres algo de tomar, o tal vez algo para comer?

ᴊʜ- Eh no, gracias

ʏꜱ- Insisto, no quiero comer solito

ᴊʜ- Pero no-

ʏꜱ- No aceptaré un no como respuesta

ᴊʜ- Esta bien...

ʏꜱ- *sonríe*-Bien, ve a sentarte ahí *señala una mesa cercana* - Yo iré a traer la comida, ¿deseas algo en especial?

ᴊʜ- Un americano, siempre quize probar uno

ʏꜱ- Va, ahora vuelvo

El rubio fue hacia la barra para poder hacer su pedido, pagó y se dispuso a ir a donde se encontraba el menor.

ʏꜱ- Y bien, ¿qué te dijeron tus padres?

ᴊʜ- Mamá se molestó, pero papá si me otorgó el permiso...

ʏꜱ- Entonces, ¿hoy podrás ir a mi casa?

ᴊʜ- S-si

ʏꜱ- Perfecto! *dijo, con alegría* -Ahora acabemos nuestras bebidas, y volvamos al salón de clases. Hoy solo son 30 minutos de Matemáticas.

El pelinegro tomó un sorbo de su café

ᴊʜ- mmh *miró su vamo y luego vió al rubio*-Sabe muy bien

ʏꜱ- ¿Verdad que si?

ᴊʜ- *asiente*

La campana de la hora de cambio de materia sonó y ambos volvieron a su salón de clase.

𝑷𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐┋𝑱𝒐𝒏𝒈𝑺𝒂𝒏𝒈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora