𝑷𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐┋𝑱𝒐𝒏𝒈𝑺𝒂𝒏𝒈

8

En casa de Yeosang por la tarde

—Al paso en el que vamos, creo que podemos terminarlo en una semana *el rubio mira al pelinegro*

—Cr-creo que si es posible *sonrie* —Cierto, te quería pedir ayuda con algo... *un poco nervioso*

—Si, dime

—Es que papá me compró un celular ayer, y yo no se manejar tanto esos dispositivos *buscó y sacó el dispositivo de su mochila* —Y queria ver si me podías ayudar o explicarme como se usa...

—Si, sin ningún problema *sonríe amablemente*

El pelinegro le entregó el dispositivo al rubio y estuvo muy atento a lo que este dijo

—Y así es como funciona cada cosa, y si necesitas ayuda con alguna otra aplicación, solo dime *sonrie*

—M-muchas gracias Yeosang

Ambos se pasaron toda la tarde avanzando aquel trabajo de la escuela cuando ya dieron las 4:30 pm

—*ve la hora*—Y-ya me tengo que ir *dijo, guardando sus pertenencias dentro de su mochila*

— ¿No te vas a quedar? *dijo, en un tono algo triste*

—S-si, osea, volveré en un rato, se supone que le tengo que hacer creer a mamá que pasaré la noche en casa...

—Ah, entiendo *sonrie* —Entonces, nos vemos luego, ve con cuidado

El menor salió de la casa de Kang rumbo a la suya, pensando en que podría decirle a su madre o que plan podría idear junto a su padre.

Pasaron muchas ideas locas por la cabeza de Choi, si bien no le gustaba mentirle a su madre, su padre lo estaba apoyando y eso era un alivio para él.

El pelinegro pasó cerca de un restaurante de comida rápida, así que se le vino a la mente aquella vez que salió a almorzar con sus padres y vio al rubio muy feliz saliendo de un restaurante después de comer pollo frito, por lo que ya sabía que llevar esta noche a la casa de Kang.

Después de un pequeño rato, llegó a casa.

—Buenas tardes padre

—Hola Jongho, ¿cómo te fue hoy?

—Excelente, gracias por preguntar padre

—Te noto muy feliz últimamente, son aquellos amigos tuyos, cierto?

—S-si, ellos han sido muy buenos conmigo en lo que llevo conociéndolos y son muy buenas personas, lastima que mamá no piense lo mismo *baja la mirada*

—Solo haz lo que te haga feliz, ya no te pongas a pensar en lo que tu madre piense o diga. Con que tu te sientas bien, es más que suficiente. Eres lo más importante para mí.

-—*mira al mayor y sonríe* —Muchas gracias padre, de verdad aprecio mucho sus palabras.

—De nada, y ya ve a alistarte, ya veré que le digo a tu madre

Aquel niño que se sentía solo en los recesos de la escuela, a pesar de estar rodeado por muchas personas, por fin se estaba sintiendo libre, y lo más importante, muy querido.

Choi tomó su mochila, se despidió de su padre y fue a comprar pollo frito a aquel restaurante que vio.

—Hola señor

El pelinegro bajó la mirada para encontrarse con un pequeño niño de ojos cafés.

—Ho-hola pequeño...