Prefacio

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Mi nombre es Finnick Odair, aunque hace años  que no soy el de antes. No creo que realmente haya sido el desde que me ofrecí voluntario por mi hermano mayor en los juegos del hambre.

Sabía que era especial desde que nací y mis padres solo hablaban de lo grandiosos que son los juegos. Sabía que podrías ganarlos.

Sabía que era especial cuando la gente empieza a aportar por ti para ganar los juegos, cuando solo tienes catorce años.

Sabía que era especial cuando todas las chicas querían presumir de tenerme en su cama. Cuando en realidad no era así.

Pero la cosa es que aunque intente engañarme. Se que me ofrecí voluntario por un capricho mío. Para demostrarles a todos que no soy la sombra de mi hermano mayor. Cómo siempre lo e sido desde que entré a la Academia.

Pero ahora, definitivamente no soy el. Si tal vez en vez de hacerle caso a mi madre y siguiera los consejos de Mags. Nada de esto estaría pasándo.

Pero fue un estupido completamente. En aquel entonces solo tenía catorce años y no sabía en realidad en qué juego me estaba metiendo. Hasta en este momento entendí perfectamente las palabras de Haymitch Abernathy en mi gira de la victoria.

No hay ganadores, solo supervivientes. El vencedor es el títere y Snow la marioneta.

Soy el juguete más nuevo del Capitolio… Esta es mi historia.

Comenzó cuatro años  después de que ganara mis juegos; 65°.

—Señor Odair —  había dicho el presidente Snow una vez sentados en una habitación escuchando el ruido extrondoso de la fiesta que había en los pisos de abajo — Estoy muy contento desde que ganó sus juegos, sin duda uno de los juegos más espectaculares de la historia, según los habítantes del Capítolio —  su olor me enferma, rosas ensangrentadas. Estaba de pie enfrente de mí  su voz sonó como un veneno para mí — Créeme cuando te digo, estaba apostando por ti querido. Tengo grandes planes para ti. Espero que cooperes conmigo como odiaría tener que hacerte cooperar —  Sus ojos se entrecerraron y supe lo que quería decir. Quería que yo jugara su juego o tomaría medidas para asegurarse de que lo jugara.

Asenti. No tenía nada que decir porque no sabía a qué juego quería que jugara. Pensé que cuando ganabas los juegos eras al menos libre, pero estaba muy equivocado. Se dio cuenta de que estaba pensando y aprovechó este momento para continuar.

—Verás, tengo grandes planes para ti, serás muy… rentable para mí —  Sus labios hinchados formando una sonrisa malvada. Lo miré con ojos burlones tratando de entender lo que estaba diciendo.

— ¿Que quiere decir con eso? — Pregunto finguiendo inocencia a sus palabras.

— Te venderé, a quien yo elija y cuando quiera. Si no cumples, entonces tu familia, tu dulce hermanita, tu madre e incluso tu 'prometida' se volverán ... terriblemente torpes. ¿Entiendes ahora? —  Preguntó. Estaba enfermo. Pero asentí con la cabeza en señal de acuerdo — Debes acompañarla durante el resto de la noche, bailar con ella, contarle chistes, hacerla sentir especial, seducirla —Vuelve a meter la mano en la chaqueta y esta vez saca un juego de llaves — Estas llaves son de la finca Víctor en el Corso. La llevarás allí y pasarás la noche en su compañía. Todos los vencedores prostituidos se quedan hay cuando vienen a trabajar por tempodaras, donde los tengo bajo mi control y vigilancia constantemente.

—¿Te refieres a…? — trato de decir Finnick sabiendo a lo que se refería.

—Ustedes dos tendrán sexo. ¿Confío en que estén familiarizados con ese concepto? Dado la fama que tienes con las mujeres del Capítolio en tus visitas anteriores —  exclamó Snow haciendo un adam con la mano.

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⏰ Última actualización: Apr 29, 2022 ⏰

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Ocaso [ Finnick Odair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora