Día 3: El Primer Sueño, Sol y Luna

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Todos los personajes son de la serie Boku No Hero Academia (My Hero Academia) del mangaka Kōhei Horikoshi. Esta historia sólo utiliza los nombres de los personajes para entretenimiento sin fines de lucro.

Día 3:
El Primer Sueño: Sol y Luna (3/3)

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Uraraka por fin se permitió soltar a Mitsuki, se había perdido en sus pensamientos recordando todo lo que habían vivido, y sin darse cuenta había comenzado a lagrimear. La mujer siguió con su pacto y no dijo nada, al contrario, le empezó a acariciar su cabello como si fuese una niña pequeña que necesitaba de un mimo, y ella volvió a sentir la vulnerabilidad que la invadía.

— Lo siento — Soltó, con la voz quebrada.

— No hay nada de que disculparse — Respondió Mitsuki mientras volvía a abrazarla, al parecer la mujer también estaba recibiendo consuelo — No hay nada de qué disculparse — Volvió a repetir.

Uraraka se permitió disfrutar de su caricia y sus palabras, todo había sido un caos: el pasado, el enfrentamiento contra The Ruler, los sueños. Se sentía tan agotada cuando recordaba todo lo que había vivido, y sólo en ese espacio – sin contar cuando la visitó su madre – Se sentía segura y siendo ella misma.

— ¿Cómo está? — Preguntó cuando recordó el porque estaba en la habitación de Bakugou en primer lugar. — ¿Ha habido algún cambio?

Mistuki, que se había quedado muy cerca de ella, bajó la mirada.

— Nada, todo sigue igual, sus signos vitales están bien, al parecer es algo neurológico. Han venido varios médicos con quiks especializados en ellos, pero no ha logrado reaccionar, está totalmente inconsciente.

Uraraka miró a Bakugou que ya estaba parcialmente recuperado de las heridas que le generó The Ruler en su enfrentamiento físico antes de que cayeran ante su quirk de pesadillas.

— Lo siento — Volvió a repetir — Lo siento mucho Bakugou, si yo... si yo no hubiese creído en tus palabras y hubiese confiado más en mí misma, tal vez esto no nos estaría ocurriendo. — Soltó.

La madre del súper héroe sólo miro a Uraraka mientras ésta se acercaba a su camilla. Ambas ya sabían lo que había ocurrido: las agencias donde ambos trabajaban se habían unido para derrotar al villano, que, para ocultar su verdadero quirk llevaba un traje totalmente robotizado con muchas herramientas bastante molestas. Uraraka ya había visto a Bakugou a lo lejos anteriormente, más nunca habían trabajado de nuevo juntos, eso, agregando que ella acaba de entender lo que él había sufrido cuando fue atacada, hizo que estuviera bastante distraída cuando se enfrentó a su enemigo.

Y esa distracción, por mínima que haya sido, fue la oportunidad perfecta para que The Ruler decidiese elegirla como víctima principal de sus ataques. Lo que ocasionó que cuando estuvieron cara a cara, y él amenazó con utilizar su arma más mortal, Bakugou apareció de la nada para intentar protegerla, y así fue como ambos cayeron ante el gas del villano.

— No me quiero ni imaginar lo que sufriste en ese momento — Soltó Uraraka mientras se posicionaba en un pequeño banquito al lado de la cama de Bakugou. — Ahora te comprendo mucho más, y estoy segura que cuando me viste frente a frente contra The Ruler, tu único pensamiento fue que no ibas a alcanzar protegerme, justo como ocurrió en la vez pasada.

Mitsuki, que se había quedado callada ante la escena, soltó un suspiro sonoro mientras se tapaba la boca con la mano y desviaba la mirada. Ella también estaba pasándola muy mal por su hijo.

— Yo, sufrí mucho, pero tu lo hiciste mucho más. — Uraraka siguió concentrada en el chico rubio. — Tú tuviste que aguantar ver todas mis heridas, alejarme de ti, sobrellevar mi vida sin ti, y ver como yo pretendía ser feliz sin ti. Sí eso fue doloroso para mí, no me quiero ni imaginar el infierno que viviste. Lo siento, lamento tanto el no poder comprenderte como ahora lo hago.

Tuvo que detener su oración para tomar aire y parpadear rápidamente sus ojos, no quería llorar, aunque necesitaba soltar aquello, debía de decirle - aun estando inconsciente - que no lo odiaba y que realmente entendía el porqué de todas sus acciones. Ella tenía la ligera sospecha que el sueño al que habían estado sometidos se relacionaba a sus peores temores, por ejemplo, el de ella de no ser buena heroína. Cosa que superó justo en el sueño final, así que esperaba que esa disculpa llegase a su subconsciente para que lo ayudase a despertar.

— Estoy bien — Dijo mientras le sujetaba su mano, tibia. — Me he recuperado, y lo has visto, no soy débil, sé defenderme, y ya he superado dos ataques bastante personales. Sí, me he lastimado, pero también he sanado... — Dudó un poco antes de agregar: — Y todo ha sido por ti, así que, por favor, despierta, para que no me quede sola. Tú eres mi héroe ¿Cierto?

Mitsuki estaba lagrimeando silenciosamente al ver semejante escena.

— Uraraka, sí él es tu héroe, tú eres su Sol. — Le dijo, aun sin acercarse y con una mirada llena de ternura — Tú, de alguna forma iluminabas su día, le dabas calor, le mostrabas el lado luminoso de todos y eso lo hacía mucho más tolerable. Él es como la Luna, no puede resplandecer si no tiene un Sol que le comparta de sus rayos. En todo este tiempo él ha sido en una estrella muerta, un reflejo de lo que alguna vez fue. No tienes por qué disculparte, él fue quien te alejó.

La castaña sonrió triste, días atrás Deku también le había dicho que era un Sol, y eso en lugar de mejorarle, le hacía sentir triste: ella ya no era cálida, Bakugou ya no brillaba. Ambos, como astros con los que se identificaban, se habían alejado y perdieron las cualidades por las cuales eran reconocidos.

No sabía si quería regresar con él o no, pero aún le quería y le importaba, así que necesitaba hablar con él para cerrar ese ciclo, de buena o mala manera. No importaba.

Vio su rostro totalmente tranquilo, como si nunca hubiese enfrentado pesadillas de ningún tipo, y sin ser religiosa oró por él para que despertara, ellos habían dejado las cosas mal, será muy injusto que terminaran peor.

Después de unos momentos se despidió de Mitsuki y se fue junto a Nejire que la esperaba ya impaciente.

....

A las 6:15 am Uraraka recibió una llamada: Bakugou había despertado.

Sin preocuparse en cómo se veía, salió volando hacia el hospital. Aun había Luna cuando salió de su casa, y mientras veía como ésta bajaba para darle espacio al Sol para que iluminase las mañanas de todos. Se percató que a pesar de que el Sol y la Luna fuesen astros opuestos que poco tiempo estaban juntos, realmente dependían el uno del otros, la noche no se sentiría noche si nadie podía compararlo con el día, y se podía decir lo mismo del día.

Ella era el día: alegre, extrovertida, brillante. Bakugou era la noche: discreto, misterioso, protector. Y justo en ese momento, cuando llegó al hospital para verlo mientras los primeros rayos del sol comenzaban a iluminar el lugar, entendió que no sólo el anochecer le gustaba, sino también el amanecer, donde ambos, Sol y Luna podían estar juntos, y si bien su encuentro era efímero, se seguían viendo el día siguiente y el día siguiente de aquel, como dos enamorados que nunca se atrevieron a confesar sus sentimientos.

Sonrió hacia el cielo preguntándose si habría algún Eclipse pronto, porque ella si se confesaría.

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Y con este corto capítulo que incluso podría considerar epílogo, terminamos el arco de "El Primer Sueño" que incluyó los días, 2, 3 y 7. Así que volveremos con una historia diferente en la siguiente actualización ¡Saludos!

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Nos leemos ~~

Kacchako Week 2021 ✨TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora