Todos los personajes son de la serie Boku No Hero Academia (My Hero Academia) del mangaka Kōhei Horikoshi. Esta historia sólo utiliza los nombres de los personajes para entretenimiento sin fines de lucro.
------------------------------
Uraraka no odiaba el gimnasio, pero tampoco era que lo amara mucho. Simplemente iba porque sabía que tenía que ir: fuerza, salud, vanidad, liberar estrés. Todos esos eran los motivos suficientes para que designase una cantidad de su mesada para pagar la mensualidad.
Y tal vez era por eso que no convivía mucho con sus compañeros, en los gimnasios siempre habla grupitos; los músculos, las influencers, los amigos que sólo iban a platicar y los pervertidos. Sin embargo, nunca se sintió cómoda con ninguno de ellos, ya que sentía que, si bien podía entablar una conversación básica, no tendría mucho tema para platicar después de gastarse los temas deportivos y la verdad no tenía mucho ánimo en buscar algún tema en común con los que pudiese dialogar.
En fin, era por eso que siempre buscaba horarios a los que ir donde no estuviera mucha gente, así se sentía más cómoda, no se sentía observada y lo mejor, los coach podían poner más atención a su rutina.
Después de varios intentos descubrió que el mejor horario era por la tarde después de la escuela, no por la mañana donde sentía que si se desmayaría si iba en ayuno, y tampoco por la noche donde todos los asalariados salían de trabajar. Además, en el gimnasio al que iba, por las tardes daban clases de gimnasia olímpica para niños y niñas, así que mucha gente tampoco iba porque la atención iba dirigida hacia los infantes y no hacia ellos.
A la chica no le importaba mucho, siempre había dos instructores, por lo que se daban el espacio para poder atenderla como debía.
Con el paso de los días ya acomodada en su nuevo horario, comenzó a permitirse ver a las niñas gimnastas. Todas rondabas entr años, y a pesar de ser pequeñas, hacían piruetas que Uraraka sabía, necesitaría bastante fuerza para poder recrearlas si es que se le ocurría hacerlas. Aun así, le divertía como jugaban entre ellas y se peleaban por la atención de su entrenador cada vez que les cedían el descanso.
Un día, vio como Bakugou, el instructor más joven y el que era el encargado de la clase de ellas, se quejaba que le dolían las piernas y se sentó. Lo que ocasionó que una niña inmediatamente fuese a su lado y lo abrazase para consolarlo mientras intentaba darle un masaje en la espalda.
Se rio, esa infanta, que si mal no recordaba se llamaba Mahoro y era la mayor de todas, era la que más lo seguía."Le gusta" Dijo para sus adentros llena de ternura por ver como desde pequeña, esa niña ya se sentía atraída por alguien del sexo opuesto.
Por su parte, Uraraka prefería evitar a Bakugou lo más que pudiese. No le caía mal, de hecho, lo conoció cuando eran niños, no sabía quién era mayor que quien, pero en su mente tenía grabada la imagen de él pequeño. Cuando le comentó a su madre, ella le confirmó que se conocieron gracias a Deku, un amigo en común, aunque sus encuentros habían sido más bien pocos.
Aun así, el cambio de niños a adolescentes era bastante, Bakugou tenía el cuerpo totalmente tonificado, tenía unos pectorales que caían en ginecomastia y se veía que le gustaba lo que hacía, por lo que se molestaba sumamente rápido cuando alguien no hacía las cosas como indicaba, además de que era de los que ponían las rutinas más pesadas de todas.
"No gracias" Concluyó la chica cuando intentó hacer una de sus rutinas y terminó tan adolorida que tuvo que tomar medicamento desinflamatorio para poder caminar bien.
En fin, Bakugou Katsuki al igual que la gimnasia olímpica era algo que ella disfrutaba sólo observándolo a lo lejos. Aunque a veces él la captaba mirándolos y se acercaba para ponerle una nueva serie de ejercicios para que no estuviese holgazaneando.
ESTÁS LEYENDO
Kacchako Week 2021 ✨Terminada
FanfictionPor segundo año consecutivo (y tarde como siempre) ¡Volvemos a tener 8 one-shots con temáticas distintas para nuestra pareja favorita! Créditos a la creadora de este hermoso fanart que es la portada: ¡Noxie-Cat!