-(Cuidado al leer, este es el cap 21, Wattpad lo ordenó mal. Guíate por el número de arriba 😄)-
Mi visión comenzaba a nublarse, la herida en mi brazo ardía como mil demonios y sólo podía verme sumergida en un río de sangre dentro de aquella tina. Mis sentidos parecían más agudos, pero quizá sólo era una ilusión creada al estar en aquel éxtasis, mientras abría y cerraba los ojos lentamente observando la luz de las velas, que creaban aterradoras siluetas en las paredes.
Sonreí al ver una hermosa sombra, entre lágrimas lo nombré y deseé estar con el haciendo el amor, sintiendo su cálida piel, aunque después de todo el era quien me había arrastrado hasta allí, aunque doliera aceptarlo.
Un fuerte y molesto ruido me asustó en medio de aquellas sensaciones y vi cómo la puerta se abrió, deslizando con brusquedad el mueble que había colocado para trabarla. Dos fuertes brazos me levantaron y me dejaron caer sobre un suave lecho, tapándome.
Podía reconocer la voz de Rindou, gritándole a su hermano y a Sanzu, quien solamente reía, eufórico.
— ¡Maldito enfermo, llama al doctor! — gritaba desesperado el Haitani menor.
— Seguramente sigue en la fiesta el doc, no contesta la llamada — le respondió el pelirosa, desinteresadamente.
— ¿Y qué esperas? ¡Ve por él! — volvió a gritar, a lo que al parecer Sanzu obedeció, ya que pude escuchar la puerta abrirse y cerrarse seguidamente.
Sentía mucho frío, mi piel se congelaba, sin embargo mis brazos se sentían como fuego; comencé a buscar las sábanas para taparme pero a penas podía moverme conscientemente, aunque mi cuerpo temblaba ¿Estaba perdiendo el conocimiento o estaba muriendo? En aquel momento sólo deseaba que sucediera lo segundo, pero al anhelar desaparecer solamente pude ver algo frente a mis ojos. La sonrisa de Kazutora estaba tan clara, parecía tan real tener frente a mí su citrina y brillante mirada.
Sólo podía apreciar algunas palabras que intercambiaban los hermanos, entre gritos desesperados y algunos golpes bastante fuertes, pero no podía unir sus palabras, no en mi estado. Intentaba estirar mis manos, buscando abrigo, pero mi cuerpo ya no respondía, ni siquiera al intentar llorar, simplemente sonreí y me entregué a los gélidos dedos de ella, que con ansias parecía esperarme.
Una suave caricia en mi mejilla me hizo desear estar en los brazos de Kazutora, y por un instante creí sentir su perfume, pero claro que el no estaba allí, sólo me desvanecía de mi existencia pensando en mi amor, en el hombre que me había entregado a mi suerte mientras veía como pasaban nuestros momentos juntos frente a mis ojos.
— T-To-Tora... — susurré con mi último aliento, percatándome de que alguien sujetaba mi mano. Los gritos y ruidos eran ensordecedores y comencé a tener miedo, estaba aterrada, ¿Realmente moriría esa noche?
Narra Kazutora
El tiempo parecía eterno, los minutos se volvían horas y la ansiedad me carcomía, ya no podía esperar más, pero era lo único que me quedaba hacer mientras llegaban los muchachos.
El timbre de mi departamento sonó y corrí a abrir, ya estaba listo para lo que vendría. Mikey me esperaba con Draken, ambos me abrazaron y me guiaron escaleras abajo en completo y sepulcral silencio. El camino hasta la calle se hizo eterno, el tiempo parecía haberse detenido y mi estómago dolía con cada paso que daba en cada escalón, pero al llegar a la calle sonreí y comencé a llorar desesperado.
Allí podía ver a toda la pandilla, en sus motocicletas, frente al edificio. Baji y Chifuyu estaban frente a mí, hablando con Mikey mientras Draken tocó mi hombro.
— Siempre estaremos, tigre — dijo el chico del dragón y me guiñó el ojo. Yo estaba tan conmocionado que no podía hablar, ninguna palabra salía de mi boca y mis cuerdas vocales parecían haber sido sustraídas, pero en ese momento me sentí más fuerte que nunca con todos mis amigos allí, habían pasado años de que no veía a algunos de ellos.
Takemichi, Mitsuya, Hakkai, Inui, Smiley, Angry, Pah, Peh, Akkun, Takuya, Kazushi y Makoto me saludaron asintiendo con sus cabezas, serios, al parecer el plan de Mikey había funcionado.
— Kazutora, ya estamos listos para ir a buscar lo necesario, tenemos a alguien adentro que nos pasó información — sostuvo Kei, volviéndome a la realidad. Mi cabeza no paraba de crear posibles escenarios que estaría viviendo Runa, era muy difícil mantener la compostura ante una situación que estaba fuera de mis manos.
— ¿Alguien adentro? — le pregunté sorprendido.
— Sí... No va a gustarte, pero es la única opción que tenemos.
Baji se quedó en silencio un momento mientras ataba su cabello en una coleta, pero luego continuó ante mi mirada confusa.
— Hanma es nuestro informante, está en el hotel. Hubo una fiesta y aprovechó para robar el código de la puerta de la habitación de los Haitani. Mikey lo tiene.
Abrí mis ojos completamente incrédulo y enloquecí. ¿En serio íbamos a creerle a ese hijo de puta? Era él quien había estado metido con los hermanos, él había ayudado a Kyle a atrapar a Runa anteriormente, ¿En serio me pedían que confíe en él? Esto no podía estar pasando.
Después de una charla bastante alterada con Baji y Draken decidí aceptar, después de todo no teníamos otra opción, necesitábamos a alguien que nos pase información, sino jamás sabríamos qué sucedía adentro. Según Hanma les había dicho, había 25 matones en el hotel por el momento, repartidos por distintas habitaciones, pero solamente había dos en la puerta de los Haitani, aunque todos estaban armados, claro, y Naoto Tachibana era un invitado VIP en esa nefasto lugar. Eso era una gran desventaja, incluso teniendo a Mikey en nuestro lado ya que seguramente habría más policías metidos allí, pero el rubio ya tenía todo planeado.
Nos dirigimos todos juntos hasta el taller de Draken, donde estuvimos unos quince minutos esperando. Llegó una vieja furgoneta conducida por un muchacho que no pasaba los veinte años, habló con Mikey y le dio las llaves para luego marcharse caminando con sus manos en los bolsillos.
— Listo, elijan su juguete — habló el rubio, sonriendo y haciendo una especie de baile, mientras sacaba un bolso negro y lo dejaba en el piso — Este será el mío.
Mi rostro se transformó viendo cómo de ese bolso sacaba una M16 y también sonreí, incrédulo aún, claro que ya comenzaba a entender por completo los planes de Manjiro.
— Hoy rescataremos a Runa, Kazutora — afirmó Draken, colocando en mi mano una Colt 1911 — Cárgala.
~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~💛Buenas noches linduras, ¿Cómo están? Yo mucho mejor debo decir, aunque con algunos problemas de tiempo para actualizar.
La historia ya está en su desenlace y acercándose al final. Espero que disfruten de leerla tanto como yo al escribirla (llorando mucho, debo decir, pero amándola en fin). Sé que dio un giro que no muchxs esperaban, pero el nombre nos dice mucho, ¿No?
🥰Les dejo un beso enorme, les quiero y gracias por leerme y no se olviden de votar y seguirme💛
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DESTRÚYEME~Kazutora Hanemiya// Tokyo Revengers
Fanfiction🔞Contenido +18 ~ Sexo explícito 🍋 Runa es una joven psicóloga que consigue empleo ayudando a jóvenes, pero el destino la cruza con Kazutora Hanemiya, un muchacho problemático y suicida en rehabilitación que parece volver un infierno su vida, entr...