¿Pero qué?

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Bakugo Katsuki era un chico increíblemente fácil de exasperar, su personalidad impulsada por su quirk y, curiosamente, impulsada por su omega era distintiva de él y sus compañeros a su al rededor se habían acostumbrado a ello, incluso podían imaginar cómo sería el día en el salón dependiendo la manera en que el rubio ingresara al aula.

Lo que nadie imaginaba es que Bakugo Katsuki estaba enamorado como una puta colegiala y es que pocas personas en la clase podrían imaginarse de quién se trataba.

Aún que el rubio no solía hablar mucho de su sexualidad y sus relaciones personales, porque realmente no le importaba, tampoco se preocupaba en esconder que era gay y si alguien tenía algún problema al respecto bastaba una buena explosión en la cara para hacerlo callar, ¿Que esa no era la manera en que un omega se comporta? Ciertamente le valía verga.

-¿Vas con nosotros blasty?- el pelirrojo miro a su mejor amigo interesado, ese día el rubio parecía disperso y el chismoso en él lo jodía para saber que pasaba

-No, iré a ver a la vieja- Bakugo tenía sus propios problemas y aún que la verdad era que no iba a ver a su madre el tenía que quedarse en los dormitorios.

-Oh vamos viejo, sabemos que odias ir a tu casa- Sero miro comprensivamente al Omega mientras tomaba su hombro.

-Tsk, dije que voy a ir, mierda.

El grupo termino aceptando que su amigo no los acompañaría al cine a la tarde y luego de que más compañeros bajarán para el desayuno invitaron al resto de la clase.

Bakugo se encontraba extrañamente sumido en sus alimentos y no hubo ni un solo grito a lo largo de todo el desayuno, a pesar de que Denki amaba molestar a su amigo su omega tenía instinto de supervivencia y se negaba a dejarlo en ese momento por lo que terminó dándose por vencido para sumirse por completo en la amena conversación que circulaba por la mesa.

Katsuki tenía todo preparado, él era siempre cuidadoso y perfeccionista así que nadie había notado nunca lo que hacía cuando se quedaba solo en los dormitorios y planeaba que la cosa continuará así.

-¡Deku! ¡tardaste mucho en bajar!- la voz amigable de Uraraka hizo que Bakugo levantará la mirada para ver al peliverde que se acercaba corriendo hacia su grupo de amigos.

-¡Lo siento, Uraraka! Anoche estudie hasta tarde y me quedé dormido.

-Descansar es importante para un héroe- Le recordó Iida mirando acusadoramente las ojeras ligeramente marcadas del menor.

-¿Irás al cine?- Todoroki lo miro con su habitual semblante serio y relajado esperando la respuesta y luego de que Uraraka pusiera al peliverde al corriente de los planes de la clase el peliverde negó.

-Lo siento chicos, hoy tengo muchas cosas que hacer así que me quedaré en los dormitorios.

-Mierda- toda la clase volteo a ver al escuchar al cenizo maldecir de esa manera, Bakugo gruño al sentir todas las miradas sobre él y terminó de comer lo más rápido posible para salir y encaminarse hasta su cuarto.

Ese estúpido Deku había arruinado sus planes.

Bakugo llegó a su habitación echando humos, casi literalmente. Antes de dejarse caer sobre el nido perfectamente acomodado que nunca admitiría tener, tomo su celular de la mesita de noche y empezó a vagar sin rumbo por sus redes sociales para intentar distraerse.

Bakugo recordaba perfectamente cuando fue nombrado como omega, él había odiado y rechazado su naturaleza con fiereza y con el tiempo su actitud narcisista fue a lo que se aferro para demostrar que no era débil y que podía patear los huevos de cualquier alfa sin problema.

Ladrón de corazones [DekuKatzu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora