quattro

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Minho...

Eran casi las tres de la madrugada cuando Minho apenas llegaba a su casa, estaba cansado, adolorido y con mucho sueño, solo quería entrar a su casa y dormir no importa donde fuera.

Salió de su auto con el maletín en mano, cerro el auto y se dirigió a la puerta de su casa para poder abrirla con su llave, después de eso se adentró en ella dejando aquel maletín sobre el mueble que estaba en la entrada a lado de la puerta, se quitó los zapatos quedando en calcetas, bostezó yendo hacia la habitación que compartía con su esposo, se aflojó la corbata torpemente pues estaba tan cansado que sus ojos le pesaban.

Lee salió del cuarto de baño con el cabello mojado y su pijama puesta, mientras secaba su cabello con una toalla pequeña se acercó a la cama donde dormía su lindo cónyuge, sonrió dejando la toalla de lado y acostándose junto a su chico. A pesar de que estaba cansado y solo quería dormir, se quedó unos minutos apreciando el rostro de su esposo dormido, miraba como sus labios estaban medio abiertos, sus ojos cerrados, sus mejillas gorditas y demás; Minho pasó la punta de su dedo índice por las pequeñas pestañas del chico causando que este se mueva dándose la vuelta y darle la espalda. 

En la mañana de ese día Jisung aún se encontraba dormido en su cama mientras Minho iba de un lado a otro de la cocina al comedor, a pesar de tener trabajo se tomo el trabajo de hacerle el desayuno a su esposo y ordenar un poco la casa, no le importaba llegar tarde a su trabajo pues era uno de los mejores y más respetados de ahí así que para él no había problema. Cuando terminó de hacer todo aquello limpió el sudor de su frente con su mano y quitándose el mandil en cual dejó sobre la barra,se fue hacía el baño para tomar una ducha antes de irse a trabajar; estaba terminando de vestirse y mientras se ponía los zapatos pisó fuertemente a causa de que había perdido el equilibrio, eso causo un quejido salir de Jisung dando entender que estaba por despertar, Lee entrando en pánico y de inmediato se acercó lo más silencioso que pudo hasta la cama empezando arrullar al chico que ya hacía dormido.

Minho estaba abriendo la puerta de su casa listo para irse cuando escucho unos pasos detrás de él, lenta y silenciosamente se dio la vuelta encontrándose a su dulce esposo tallando sus ojos adormilado, el mayor con una sonrisa en sus labios dejó su maletín en el suelo, miró su reloj dando las 7:30 am y su hora de entrada era a las 7:00 am, le importó poco llegar tarde así que se acercó a su chico abrazándolo con delicadeza de la cintura causando que Jisung se sobresalte ante el repentino tacto de las manos contrarias y haciendo que por el susto se despierte bien, se mirada se dirigió hacia la de su pareja mirándolo atentamente.

- ¿N-No irás a trabajar?

Suelta Jisung colocando sus manos en los hombros del pelinegro separándolo del abrazo 

- Si, pero primero quería despedirme de ti 

- ¿Te sientes bien?

Pregunta Jisung algo confundido por el comportamiento del mayor, pues como mencionamos al principio Minho es una persona fría y seria.

Lee frunce el ceño alejándose del cuerpo del de cabello rubio, en ese momento Jisung supo que lo había echado a perder con sus palabras 

- No puedo tratarte bien porque luego sales con tus cosas, no se porque me tomé el tiempo de esperarte para despedirme de ti. Me voy ya es demasiado tarde y te aviso que si me despiden por llegar tarde será tú culpa ¿escuchaste?

Eso lo último lo gritó asustando al chico que recién se acababa de levantar, el mismo se dispuso a bajar la mirada mientras recibía cualquier palabra hiriente del contrario. Minho enojado caminó hasta la puerta, tomó su maletín junto a las llaves de su auto y salió de la casa azotando la puerta provocando le un brinco del susto a Jisung, el mayor se subió al auto para encenderlo e irse lo más rápido posible a su trabajo mientras tanto dentro del hogar de los Lee-Han se encontraba a un pequeño Jisung mirando hacia el suelo con los ojos cerrados con fuerza reteniendo las lagrimas que querían salir de sus ojos oscuros, suspiró pesadamente levantando la mirada hacia la puerta de la cocina y caminó hasta ella para preparase el desayuno. Al estar frente al refrigerador observó una nota que le llamó la atención la cual no estaba los días anteriores, tomo la nota entre sus manos y leyó su contenido 

 "Te preparé el desayuno, no es el mejor ni el más delicioso pero es lo mejor que puedo hacer para mi lindo esposo. 

Que tengas un lindo día, nos vemos en la hora del almuerzo. Te amo

Atte: Lee Minho. Tu esposo"

Jisung sonrió con diversión al ver el nombre de su esposo tachado pero notablemente visible, su corazón se entristeció por lo de hace rato pero a la vez se puso feliz por el detalle hecho por él. Dejó la nota sobre la mesa y sacó el plato con el desayune sobre este, lo calentó un poco ya que estaba algo frío por estar tanto tiempo dentro del refrigerador, después lo apreció un poco mirando cada detalle de este que hasta le sacó algunas fotos antes de comerlo disgustando cada bocado quedando encantado por el rico sabor de los alimentos saboreando los ingredientes y sustancias con las que fue realizado. Luego de terminarlo todo dejando el plato limpio lo llevó al lavaplatos donde lavó cada utensilio y recipiente que utilizó.

Pov' Minho...

Estaba sentado frente a mi escritorio mirando fijamente a este específicamente una hoja de papel y una pluma, tenía casi 15 minutos pensando algo para poder escribir sobre esa hoja molesta que estaba frente a mi, no sé en que momento comencé a morder la parte trasera de la pluma, me estaba estresando demasiado y ver aquella hoja en blanco me llenaba de ansiedad, lleno de desesperación dejé la pluma a un lado y tomé la hoja para hacerla una bola la cuál lancé al cesto de basura que tenía a un lado de mi escritorio fallando en el tiro causando que la bola de papel quede en el suelo a lado del basurero, miré la bola con desprecio sin intención de levantarme y ponerla en su lugar hasta que escucho la voz de mi compañero y mejor amigo Christopher Bang 

- ¿No piensas levantarlo?

No contesté nada y me senté bien en mi lugar mirando a mi escritorio vacío, de repente siento la mano del más alto sobre mi hombro y sus ojos sobre mi.

¿Estás bien? ¿Tienes problemas nuevamente con tu esposo?

Solo suspiré cansado y él ya no preguntó nada, acercó una de las sillas que estaban por ahí y se sentó a mi lado.

- Debes arreglar esos problemas que tienes con tu esposo, no te está haciendo bien y se que tampoco le hace bien a él, ¿ya intentaste hablar con él sobre lo que te molesta? o ¿sobre como te sientes?

- No puedo hacerlo, soy muy cobarde para hacerlo 

- No eres cobarde solo tienes el ego muy alto 

Me giré a verlo seriamente y este solo soltó una carcajada, sabía que estaba bromeando pero sus palabras tenían algo de razón.

Después de que Bang se fuera quedando solo nuevamente pensé un poco más comenzando a escribir en una hoja blanca nueva, me había inspirado luego de aquella charla con mi amigo/compañero.

Luego de terminar de escribir doblé la hoja antes de guardarla en uno de los cajones de mi escritorio y seguí con mi trabajo que anteriormente estaba haciendo; sin duda este sería un día largo.

Ramito de violetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora