Capitulo 1: Sin miedo a la vida

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Me sentía adormecido, como si todos mis sentidos estuvieran quietos. Parecía estar en un continuo flujo de paz y tranquilidad... la muerte, finalmente había llegado para mi, y con ella, finalmente la paz en mi ser. Toda mi alma estaba armonizada con la oscuridad, y mi propio ser parecía fundirse lentamente con ella. Sin embargo, ese sentimiento de calma y tranquilidad pronto se fue yendo cuando empecé a recuperar mi sentido del espacio poco a poco. Antes de darme cuenta, me encontraba parado en medio de la nada, de la completa oscuridad, mientras podía ver mi cuerpo formarse poco a poco, como si despertara de un sueño. Gire la cabeza a los lados, y simplemente no pude ver nada, todo era oscuridad, no había prácticamente nada en ese espacio. Sentía que estaba de pie en una superficie solida, pero al mismo tiempo, no había nada debajo mío; tenía el sentimiento de que no debería de estar ahí

Eres muy perceptivo... si, no se supone que debas estar aquí

Gire mi cabeza alarmado por aquella repentina voz detrás mía, solo para notar en medio de la oscuridad, una resplandeciente figura de luz. Poco a poco, la intensidad del brillo fue bajando hasta que mis ojos se adaptaron a verlo. La figura monocromática de una mujer semi desnuda se me apareció delante mío. Cada parte suya era suave y delicada, casi pudiendo notar la suavidad extrema de su piel, sus pechos y su trasero cubiertos por su abundante cabello... todo aspecto de ella era simplemente extraordinario. Su cabello blanco pero ondulado como el fuego iba por debajo de sus caderas. Nunca en mi vida había visto a una mujer tan bella con ella, era simplemente...

¿Divina? Gracias, lo se... y para que lo sepas, técnicamente tu ya no estas vivo, quizás por eso es que nunca habías visto a alguien como yo— Aunque su aspecto era el de una mujer fina y delicada al igual que su voz, su tono era altanero y algo arrogante, cosa que no cuadraba por completo con su aspecto

—Tu... ¿Quién eres?—

Soy Dios, ¿Quién mas va a ser?— Por un momento no pude procesar sus palabras, hasta que note que en sus ojos, yacía un vacío sereno y vasto, justo como el infinito, incluso mayor que el de aquel lugar en el que estábamos

—¿Dios...?— Una parte de mi estaba incrédula, mientras que otra, estaba algo molesta. El pensamiento llego en solo un instante, fue solo un instante, sin embargo, una fuerza invisible que desconocía me mando a volar varios metros lejos de aquella mujer. Golpeando mi cabeza contra aquella superficie dura, me sorprendí al notar que aun podía sentir dolor —¡¿Que mierda fue eso?!

Que sepas que cada insignificante pensamiento tuyo, lo puedo leer como si se tratara de un libro... no creas que no note esa expresión tuya al pensar que Dios era mujer. Para tu información, solo adopte esta figura porque pensé que sería mucho mas cómoda para ti, pero olvide que eres un imbécil— Aquellas extravagantes curvas se fueron reduciendo poco a poco, sus hombros se ensancharon ligeramente, mientras que sus pechos se fueron reduciendo hasta no ser prácticamente nada. Su largo cabello se redujo hasta no ser mas largo que el mío. Ahora parecía mas a un hombre con rasgos femeninos y delicados. 

—¡T-tu.... maldita perra!— No pude seguir hablando, pues las palabras no salían de mi

¿Quieres callarte? No has estado aquí por mas de 5 minutos y ya me has disgustado del todo. Agradece que tu muerte fue una ocasión especial...— Poco a poco, pude sentir que mi don del habla volvía a mi

—¿Qué carajos hago aquí?

Te moriste.— Sus palabras eran realmente contundentes, me disgustaban, pero decidí no decir nada al respecto de nuevo. Me puse de pie poco a poco, sin apartar la vista de aquel maricon —Aunque eso ya lo sabes. Fue una forma realmente lenta y dolorosa debo decir, lastima que no te tocara cuando debía.... como dentro de 10 meses mas o menos. Eres un bastardo suertudo

Naruto: RoninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora