El juguete del niño del caballo

Eran las vacaciones de verano que Pablo y Luis habían estado esperando, después de no verse por tres años, durante este tiempo se dedicaron a estudiar fuera del país, los primos habían planeado reunirse en el rancho de Luis. Tenían todo casi cronometrado para no perder ni un solo instante y disfrutarlo al máximo, en cuanto el chico llegó de la ciudad, salieron al campo y no volvieron hasta la hora de cenar. Fueron a dormir con muchas cosas que contar, pero el tiempo no fue suficiente ya que cayeron profundamente dormidos.

Estuvieron muy contentos por varios días, disfrutando del campo y de la convivencia con la naturaleza, ellos tenían mucho tiempo que no iban a ese lugar porque sus padres los llevaron a estudiar a diferentes escuelas, ellos solo se comunicaban por cartas y durante el tiempo que no se vieron estuvieron planeando cómo serían sus vacaciones.

Estaban tan emocionados que se les olvidó invitar a otros dos primos con los que convivían antes de irse a estudiar a las nuevas escuelas. Pero pues decidieron seguir con sus planes sin ellos.

Pasaron varios días en el rancho sin que les pasara algo raro o fuera de lo normal, un día vieron algo raro en el río por donde iban cuando montaban a caballo, a lo lejos vieron una silueta que estaba estática, pero pensaron que habían visto mal, ellos siguieron sus planes y no dijeron nada a sus padres.

Un día alrededor de las tres de la madrugada, se sentía un frio muy intenso en la habitación, que no disminuía aun con la ventana cerrada, así que Pablo fue en busca de otra cobija al cuarto en donde las tenían por si necesitaban alguna extra.

Cuando regresaba por la escalera tuvo la sensación de que alguien lo seguía, se detuvo, un escalofrió intenso le invadió el cuerpo, cuando vio cómo se hundían los escalones de madera, y crujían como si alguien subiera por ellos.

Se fue a su habitación corriendo y estaba todo normal, cuando llego ahí ya no escuchó ningún ruido y ya no sentía escalofrío, pensó que tal vez era su imaginación y estuvo tratando de dormir hasta que lo consiguió.

A la mañana siguiente no dijo nada, no quiso preocupar a nadie porque ya no vio nada raro y creyó que ya no volvería a sentir los escalofríos y escuchar lo sonidos raros.

Pablo estuvo con su primo Luis como si nada, pensó que sería mejor olvidar lo sucedido y disfrutar de su estancia en el rancho y la compañía de su primo.

Los dos siguieron montando a caballo y recorriendo todos los alrededores del rancho par recordar los viejos tiempos de cuando eran pequeños, les gustaba ir al río, caminaban por la orilla y después de un rato se metían para jugar y refrescarse. Después de varios días Luis tuvo una experiencia parecida a la que tuvo Pablo aquella noche que sintió frío.

La experiencia de Luis no fue totalmente igual, ya que él no sintió frío, él empezó a sentir mucho calor, abrió la ventana para ver si entraba poquito aire y nada, parecía que alguien se había llevado el viento, entonces decidió bajar a la cocina por algo de tomar para refrescarse, bajo muy tranquilo y sin ningún problema, estuvo unos 10 minutos en la cocina decidiendo lo que iba a tomar, hasta que se decidió por agua de sabor, su nana preparaba un agua de fresa con horchata deliciosa y era su favorita, se sirvió un vaso grande y decidió regresar a su habitación, fue en ese momento cuando empezó a escuchar un crujido en la escalera y ahora si sintió un aire frío muy raro y que no había sentido antes.

Empezó a sentir un poco de miedo porque al voltearse no vio a nadie, pero él sentía que alguien estaba detrás de él, pensó que seguiría subiendo hasta el cuarto de su primo para ver si estaba despierto y poder preguntarle si él había visto algo. Cada vez que daba un paso se escuchaba el crujir de los escalones y él frío no paraba, cada vez avanzó más rápido y mejor ya no volteo; hasta que llegó al cuarto de su primo dejo de escuchar el crujido y dejo de sentir el frío raro que no había sentido. Se dio cuenta de que su primo estaba super dormido y decidió mejor irse a su habitación para tratar de dormir y pensó, ya mañana será otro día y pensaré si le platico a mi primo o no.