Mangata

TRES

ChanYeol abrió la puerta principal de su casa, la que estaba cruzando el jardín y SeoHyun estaba justo del otro lado, había dejado su auto enfrente y aún llevaba la ropa que usaba para trabajar, esos abrigos largos y pantalones con blusas de vestir.

-Lamento la molestia- ChanYeol se hizo aún lado dejándola pasar. Hacía un par de semanas que ella se había mudado de su viejo departamento que compartían y le había pedido dejar algunas cosas en su casa, solo en lo que la mudanza terminaba. -Tu casa sigue tan linda, me sorprende que el jardín este excelente-

-Alguien viene a arreglarlo de vez en cuando.- ambos entraron a la casa y ayudo a SeoHyun a sacarse el abrigo y a dejar su bolso también en el perchero de la entrada.

-¿Cenaste mariscos? Huele delicioso-

-La ama de llaves me sigue ayudando- SeoHyun sonrió y camino por la sala de estar, hasta que se detuvo al ver a BaekHyun durmiendo profundamente en el sofá, medio enredado con una sábana que ChanYeol había puesto sobre él.

-¿Amigo tuyo?- ChanYeol tallo su rostro en modo de frustración, no sabía muy bien aún como explicar eso.

-Algo así- su ex novia se acercó a verlo de cerca, BaekHyun se quejaba entre sueños como siempre, arrugando su nariz y murmurando cosas sin sentido. -Awww es adorable- susurró ella, sonriendole.

-No vayas a despertarlo, tuvo un día largo- SeoHyun miró todas las compras y entonces asintio levemente.

-Ya veo, parece que es un adicto a las compras, seguramente tiene una linda novia a la que ha hecho enojar y trata de recompensar- Chan le dió un pequeño golpe en el hombro haciéndola aún lado, solo para hacerla reír. -¡Vamos! Es precioso, solo pienso en una chica pequeña, con cabello corto y un gran moño en la cabeza-

-Deja de hablar, ¿Qué cosas querías?-

-Te quedaste con unas piezas de arte de colección, más te vale que sigan intactas- ChanYeol sonrió con ironía.

-¿Crees que tratas con un niño pequeño? Vamos, aún las tengo en mi estudio-

-¿Dentro de su casa y su plástico?-

-Mierda, si, se cuán preciado es tu maldito arte, claro que no lo saqué de su hule-

⚫⚫⚫

BaekHyun se levantó sintiendo la saliva seca en su mejilla, las luces de la casa seguían encendidas pero ChanYeol no estaba por ningún lado.

-¿Yeollie?- no estaba en la cocina, no estaba en ningún otro lado por ahí. Entonces se levantó de su lugar en el sofá para buscarlo por la casa, dándose primero un paseo por la nevera para sacar algún dulce.

Cuando subió las escaleras escucho un par de risas desde el estudio de Yeol, así que se acercó cuidadosamente, la puerta estaba ligeramente abierta y por ahí, pudo asomar sus ojos. ChanYeol estaba recargado en su escritorio riéndose de quién sabe qué, creía que había enloquecido hasta que del otro lado, una hermosa mujer estaba en cunclillas sacando un montón de cosas de un par de cajas.

-Deja de reírte, son obras de arte-

-Solo se que son horrendas, no se cómo puedes si quiera pensar en llevártelas a tu nueva casa- La mujer tenía que cubrir su boca porque no podía dejar de reír. BaekHyun no conocía a esa mujer, no se parecía a la ama de llaves, no se parecía a ninguna mujer que hubiera conocido antes.

-Horrenda tu cara, ChanYeol-

-No creo que a tu novio le gusten tus cosas esas, SeoHyun- Baek repitió el nombre en voz baja, no lo había escuchado antes, debía ser nombre de pueblerina, como el de Yeol.