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De repente Ni-ki me miro, en ese momento, sentí como si una corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo, algo que nunca había sentido cuando estaba con Riki.

     No sabía porque sentí eso al estar con Ni-ki, es decir, eso solo me pasaba cuando están con Jay.

     De ninguna manera, no me puede gustar Ni-ki, yo amo a mi novio.

     —Sunoo ¿Estas bien?
     —¿Eh? ah si, lo siento, ¿quieres ir a caminar?
     —¡Si, claro!

     Cuando término el descanso, no quería despedirme de Ni-ki, quería quedarme con el, pero tenía que ir para mi salón.

     —¡Nos vemos mañana!
   
     Ni-ki solo de despidió con la mano y se fue corriendo.
  
     Al terminar las clases, fui con Jay a comprar helado como se lo prometí, era un día soleado, perfecto para un helado.

     —¿De que quieres tu, mi vida?
     —¡De chocomenta!

     Amaba que Jay me hablará con apodos bonitos, mi corazón se sentía feliz al oir a Jay, porque el era mi felicidad, la persona que amaba más que a nadie, Yo amo a mi novio, es al único al que amo.

     —¡Amo este helado! —sonrió sunoo.
     —Me gusta cuando sonríes —Jay observaba fijamente como sunoo comía su helado.
     —Deja de mirarme así, se va a derretir tu helado.
     —No me importa, si pudiera te observaría todo el día, toda mi vida.
    
     ¿Como era posible que existiera un chico tan perfecto como Jay? a pesar de dos años, el seguía acelerando mi corazón como la primera vez.

     —¿Terminaste tu helado? —pregunto Jay.
     —¡Si!¡termine! —dijo sunoo.
     —Bueno, entonces vámonos pequeño —Jay tomó de la mano a sunoo.
    
     Algo que amaba en el mundo, es cuando Jay tomaba mi mano, sentir su linda mano agarrando la mía me hacia sentir feliz, tanto que no quería soltarlo nunca.

     —Nos vemos mañana mi vida.
     —Quédate hoy en mi casa —dijo sunoo haciendo un puchero.
     —Pareces un niño pequeño —dijo Jay— no me puedo quedar.
     —¿Pero por que no? —sunoo puso una cara triste.
     —Sunoo, tengo que hacer tarea para mañana, el fin de semana me quedaré, ¿De acuerdo?
     —¡De acuerdo! —sunoo sonrió
     —Te amo, no duermas tarde y has toda tu tarea.
     —Lo haré.

     Jay tomó mi rostro y se acercó a el, cuando pude reaccionar nuestros labios ya estaban juntos, amaba mucho a mi novio, era quien me hacia feliz.

     El fin de semana, como Jay lo prometió, se quedó en mi casa.

     —¿Que haremos hoy? —dijo sunoo mirando a Jay.
     —¿Quieres cocinar? —preguntó Jay.
     —¡Si!
     —Muy bien —rie Jay— ¿que quieres cocinar?
     —No lo sé.
     —¿quieres hacer donas?
     —¡Si!

     Siempre que estaba con Jay, nada era aburrido, no importa que solo estuviéramos sentados sin hacer nada, el simple hecho de estar con mi novio me hacía muy feliz, no necesitaba otra cosa más.

I love my boyfriend... but when he... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora