Recuperando emociones.

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La hora exacta estaría siendo en pocos minutos, mientras ella se encontraba ya en la puerta de entrada de aquella prestigiosa casa. Claro, mucho no le sorprende ya que antes habría recorrido sus innumerables habitaciones y salas secretas. Pensó en si aún estarían aquellos dibujos, las marcas a los costados de la pared donde ambas competían por ver quién era más alta. Soltó un leve suspiro.

Toc, toc, toc.

Ella sabía que existía un timbre justo arriba de su cuerpo, pero también anhelaba el pasar desapercibida y acabar con esta tormentosa entrega. Sintió cosquillas en su interior al oír el "Voy" del otro lado de la puerta, aunque esa voz no era una muy conocida, quizá esta vez tendría que enfrentarse a algo mucho peor.
La puerta se abrió y tras ella apareció una joven un poco más baja que ella, con sus cabellos de tintes azulados moviéndose al compás de sus pasos.

—Mhm ¿hola?—Saludó con algo de curiosidad en su cara.—¿Se le ofrece algo?

—Oh, hola. Soy Lisa.—Hizo una reverencia frente a ella y esta soltó una risilla de incomodidad.—Estoy buscando a Jennie, debo entregarle al bebé.

La cara de la más joven padeció y sus labios se abrieron formando una perfecta "o". ¿Acaso Jennie estaba siendo una mamá en secreto? ¿Jennie trafica bebés? Pero sus dudas se vieron interrumpidas ante la presencia de una nueva persona. Ambas fijaron su mirada en la joven castaña, quien se hacía presente en esa pobre interacción. Los ojos de Lisa no tardaron en encontrarse con los de la castaña y esta no hizo más que correr la vista.

—Lisa, llegas temprano.—Habló tras el largo e incómodo silencio.—¿Lo trajiste?

La rubia asintió, apresurándose en sacar al muñeco de su mochila. Jennie sintió morir al verle, estaba completamente lleno de garabatos y un atuendo tan distinto al que ella le había colocado. Su bebé de juguete era la viva imagen de un vago, uno sin mucho futuro y con gran alergia a los baños frecuentes. Llevó una mano directo a su frente y comenzó por darse suaves masajes, no de nuevo.

—Pareciera que me lo haces por diversión.—Soltó con enfado, mientras se acercaba para tomar al niño entre sus manos. Lo observó de arriba hacia abajo, sabiendo que quitarle eso sería casi imposible.—¿Qué tanto quieres hacerme sufrir, eh?

—Jennie, yo...

—Ya cállate, eres imposible.—Se apresuró a responder sin ánimos de seguir con la interacción.—Ah, ella es Olivia. Olivia, ella es Lisa, una compañera de mi curso.—Hizo un gesto al presentarlas y luego desapareció con el pequeño colgando de su pie.

Olvia miró con curiosidad la escena, esperando a que su prima desapareciera por la puerta del comedor y así poder interrogar a la rubia que también estaba por abandonar el lugar.

—¡Oye!

Lisa volteó al escuchar el llamado y ladeó su cabeza al mirarle.

—¿Te molesta si te hago unas preguntas? Es que, me viniste justo para terminar con un proyecto...

Aunque Lisa dudó, no pudo contenerse ante la idea de quedarse a ocupar horas en ayudar a que regresar a su horrible hogar. Hoy no podría dormir donde los Wang ya que estarían en otra ciudad por trabajo y tampoco quería aprovecharse con su bondad. Así que, después de todo, no le estaría causando daño a nadie.

Ya había transcurrido una larga hora desde que el interrogatorio comenzó, al principio eran preguntas tan simples y sencillas de su vida hasta que se comenzaron a tornar algo más curiosas sobre su intimidad. Aunque ya había rechazado el responder algunas, otras le dejaban rebotando en posibles respuestas

—Me dijiste que ya te habías enamorado ¿no?—La rubia asintió como respuesta.—¿Cómo puedes describir a ese sentir?

La de cabellos azules tomó nuevamente su lapicera y la apoyó contra su blanca hoja. Lisa le miró por unos segundos, mientras su mente divagaba en sus cortos años de vida y el recuerdo de quien fue su primer amor. Sonrió con amargura.
Claro que recordaba esas mariposas flotando en su vientre, cuando aquella bonita sonrisa era dedicada solo para ella. Ah, el tembleque en sus piernas ante su primer beso tímido y el sonrojo tan fuerte como los labios de la peliazul.

—Al inicio, como si fuese el tener ansiedad.—Respondió aún perdida entre los recuerdos.—Cuando se están conociendo y los nervios te juegan en contra. Quieres que todo sea perfecto.

—¿Y luego?

—No lo sé, no llegué a la fase a acostumbrarme a ese amor.—Soltó ya regresando en sí, dándole una última mirada a la joven.—Creo que ya debo irme, un placer haberte conocido Olivia.

La rubia le dio un apretón de manos y salió del patio trasero. Aquellas horas las había pasado respondiendo preguntas, sentada en una de las banquetas de la mansión Kim. Sintió nostalgia y una fuerte mirada en ella, pero lo tomó como alguna señal extraña.

Mientras Lisa se iba, la joven Olivia era fuertemente interrogada por su prima mayor. No había dado un solo paso dentro de la casa que ya estaba con Jennie frente suyo, con esa mirada penetrante y el muñeco siendo acunado entre sus brazos.
Olivia sonrió con ternura al verle, aunque el trabajo le parecía algo raro, pero ya conocía como era la metodología en ese instituto.

—Como te digo, es para mi proyecto de psicología.—Guardó sus notas dentro de la mochila.—Es todo confidencial, Jenn. Ah, ¿por qué te interesa tanto? Si de lejos se nota tu odio hacia ella.

—No es odio, Oli...

—Como sea, Lisa parece ser una chica agradable y divertida.—Le sonrió luego de darle un beso en esa regordera mejilla.—Date el gusto de conocerle.

Si supiera.










Holi, buenas a todos.♡
Estuve haciendo cambios en la historia, desde los primeros capítulos hasta este nuevo. Le estoy dando un sentido nuevo y coherencia a las actitudes de cada personaje.

M A T E R N A LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora