Poliamor

Capitulo 1

🍂Reunirse🍂

Charlie Spring.

Mi celular vibró al momento en el que lo saqué de mi bolsillo. Iba entrando a la preparatoria para varones más conocida del estado, Truham.

Mi mejor amigo, Tao Xu, era quien me había mandado mensaje:

Tao:
Recuerda que tienes amigos Charlie. Te extrañamos.

Rodeé los ojos y sonreí de lado mientras apagaba mi celular. Tao no se esforzaba en ocultar sus celos desde que empecé a salir con mi novio.

Cuando levanté la vista lo vi.

Ben Hope. Mi novio. La mejor persona del mundo. Me sonrió y me saludó con la mano antes de acercarme.

—Hola novio mío —me dijo mientras me tomaba de la cara y me daba un beso en los labios—. Te extrañe demasiado estas vacaciones.

—Y yo a ti Ben —me limite a abrazarlo mientras sonreía como idiota.

Amaba esto de tener novio y que me besara todas las mañanas enmedio de muchas personas. No le importaba que nos vieran, no me trataba mal, era un increíble novio.

—¿Te parece si vamos a tomar algo después de clases? —Me preguntó mientras me separaba de él.

—Obvio que sí. Contigo iría a donde sea, hasta el fin del mundo si quisieras.

—Eres muy cursi —tomó mi mano y la apretó un poco—. Me tengo que ir, tengo clases con el profesor Cler y sabes como es él respecto a llegar temprano.

—Sí, lo sé. Corre antes de que den el timbre.

Tomó mi cara de nuevo entre sus manos y me dio un último beso antes de salir corriendo.

—¡Te amo Charlie! —Gritó antes de entrar por la puerta y desaparecer.

Sonreí. Mire a los lados y vi a personas mirándome, algunas estaban sonriendo y otras personas tenían cara de asco. No les tomé importancia y caminé dentro, a mi primera clase.

—Si tienes miedo a la sociedad, nunca vas a disfrutar bien de la vida —dije para mi mismo.

"🍂"

—Buenos días Sr. Lange.

—Buenos días Charlie ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?

—Bien. La pase en familia y me dieron muchos regalos.

—Que bueno Charlie —buscaba mi nombre entre la pila de archivos que tenia—. Ya te encontré, siéntate junto a Nicholas Nelson —apuntó a la mesa más alejada de la habitación— espero se lleven bien. Si no es así, siéntense en silencio y disfruten de la mala vida.

Me dirigí a la mesa donde me había asignado. Un chico alto de pelo rubio estaba sentado en una de las dos sillas y miraba a un punto fijo, con la vista perdida.

Me acerqué, puse mi mochila en el respaldo de la silla y me senté en ella. Mi compañero no pareció darse cuenta de mi presencia hasta que me senté.