Luego de haber terminado de cenar, Manuel y su hija pasaron a la planta baja del restaurante para pagar lo consumido, ahí se encontraron a Mayte dándole un par de ordenes a sus trabajadores.
-¿Ya?
-Si May, solo vamos a pagar -contestó él
-Claro que no, esta vez invita la casa -les sonrió - ¿Qué te ha parecido la cena, Aimé?
-Muy delicioso, felicitaciones al chef -rieron – ¿Vives lejos de aquí?
-Realmente estamos muy cerca, en coche, claro. ¿Traen coche? Si no, nos podemos ir en el mío solo necesito bajar un par de cosas para que vayamos cómodos
-No preocupes, mi May, traemos coche – contestó Manuel
-Entonces ya solo termino de dar un par de ordenes y nos vamos, si gustan me pueden esperar afuera
Ambos asintieron y salieron del lugar, estaban en silencio revisando sus celulares cuando vieron a Mayte salir del lugar con un par de botellas de vino en la mano, Aimé le sonrió y le tomó una foto entre risas.
-¿Nos vamos? – preguntó Mayte
-Si, te acompañamos a tu coche – Mayte les agradeció y caminaron hasta el estacionamiento donde se encontraron un precioso Kia color plata que esperaba por su dueña - ¿Este es tu coche?
- Yes – les sonrió – Esta lindo, ¿no?
-Muy lindo - contestó la chica admirando el coche - ¿Me dejas conducirlo?
-Aimé -la regañó su padre – No abuses
-la rubia rio y abrió la cajuela para meter las botellas de vino, su bolso y su chamarra - ¿Sabes manejar? – la chica asintió - ¿Tres tu licencia? – Aimé volvió a asentir emocionada y Mayte te lanzó las llaves a sus manos – Vas
-¿Qué? No Mayte, por favor
-No seas aguafiestas, Manuel, no estamos lejos
-No no no, es de noche ya es tarde y bebió. No podemos ser irresponsables
-Papà me tomé una cerveza, por favor, déjame llevarme el carro de May – su padre negó y ella miró a Mayte – Tiene miedo porque hace cinco años le di un golpecito al portón de la casa con el coche -Mayte rio
-Es bien exageradito tu papá
-Si
-No soy exagerado, pero si cochas o le haces algo al carro de Mayte, no lo vas a pagar tú, o si te pasa algo tu mamà me mata
-Mi mamà ni se va a dar cuenta, por favor – le hizo puchero
-Hagamos una cosa – habló la dueña – Aimé se lleva el coche y tu te vas con nosotras para que estes mas tranquilo
-¿Y mi coche?
-Lo dejamos aquí, no le va a pasar nada, lo prometo
-Esta bien, pero de aquí a tu casa, nada de paradas técnicas – las mujeres festejaron
Los tres se subieron al coche, Aimé y Mayte estaban felices de haberle ganado a Manuel, aunque él no estaba muy contento de la decisión final, no podia negar que le parecía interesante la manera en que su hija y Mayte habían compaginado tan rápido. Aimé no era celosa, pero tampoco le gustaba hacerse amiga de las mujeres que rodeaban a su padre, ella siempre mantenía su distancia. Pero con Mayte habia sido distinto.
-¿Alguna cancion para comenzar este viaje? – les preguntó Mayte haciendo que Manuel saliera de sus pensamientos
-Aimé el cinturón de seguridad
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LA PLAYA
FantasyNo sé si aun me recuerdas, nos conocimos al tiempo, tú, el mar y el cielo