Capítulo Doce: Malvado

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Desde las más profundidades de su mente, el alma de Michael divago por el remanente. Buscaba a Gregory con intensidad, una parte de él estaba vacía sin la presencia del niño, y aún más sí sentía el peso de haberlo perdido por su culpa.

Su cabeza se ladeo, escuchando la pequeña pisada que resonó por el suelo.

De pronto, imágenes vinieron a su mente. Una gran cueva, una garra marcando la tierra seca, para luego dos grandes y brillantes ojos morados aparecer.

Glamrock Freddy abrió sus ojos cuando se vio así mismo, pero completamente de otro color, uno morado. Intentó deshacer de todas las maneras esa escena, pero cada vez se manifestaba más, hasta el grado de sentir un frío inexplicable en su cuerpo.

Sentía una gran fuerza impulsarlo a mirar a su yo morado, lo miró sintiendo arder sus ojos.

Michael—dijo, parecía saborear su nombre como una comida apetitosa. —Eres mi plato favorito, te me haces interesante...

—¿Quién eres? ¡¿Qué es lo que quieres de mí?!—chilló el alma.

¿Qué es lo que tú quieres de mí? ¿Venganza? ¿Justicia? ¿O solamente diversión...?—sus palabras dejaron perplejo al Glamrock Freddy común, su contraparte se acercó. —Me conocen por muchos nombres, pero solamente uno es el indicado.

El remanente—finalizó él, la cosa sonrió. —Tú... Tienes a Gregory, ¡dámelo!

Oh, no, no, no. No podría darte algo que ya no tengo, ¿acaso crees que soy una computadora?, solamente soy una energía, ¿qué pensabas?—respondió con desinterés. — Pero...

Su última palabra logró alzar las cejas de Freddy, con atención, cosa que al remanente le gustó.

Podría darte al niño si pudiera, creeme, lo haría. Pero no puedo si no tengo lo necesario para hacerlo... Pero tú sí lo tienes—declaró, dejando al oso con dudas. El de morado se acercó, rozando sus garras con la mejilla metálica. —Necesito un frasco, solamente eso. Tú puedes ser el mío.

—¿Qué? ¿Si me hago un frasco me darás a Gregory?—preguntó con ironía. —Eres muy insolente para creer que lo seré.

Tan solo piénsalo... William fue uno aburrido, solamente quería venganza y muerte, pero tú... ¡Tú eres diferente a él! Eres más fuerte... Mucho más fuerte, y eso me alimenta demasiado—comentó, lentamente sus palabras convencieron al pobre Michael. —Podrás estar siempre con ese niño, juntos sin ninguna alma interfiriendo, solamente tienes que ser mi portador, ¿acaso es difícil?.

—¿Siempre estaré con Gregory?—preguntó con ilusión, el remanente asintió.

Siempre—mintió, Glamrock Freddy sonrió con esperanza.

Ambas manos se tomaron, y allí se unió el destino de Michael.

You better run, good Michael.

Despertó de golpe, tomando una brusca bocada de aire y soltandola en un jadeo horroroso. Sentía susurros en sus oídos, monstruosos y llenos de oscuridad, Glamrock Freddy miró sus garras, para luego mirar su cuerpo.

Todo estaba en orden.

Al pararse, se percató de la presencia de Puppet, mirarlo desde lejos con una expresión tranquila, pero amenazante.

—¿Charlotte?—preguntó, más bien un saludo dudoso.

—¿Con quién estoy hablando? ¿Michael o el remanente?—preguntó, él abrió sus ojos en grande.

¿Ahora qué hago? » Fan fic Fnaf «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora