~Narrador omnipresente.~- Tord se levantó más temprano que todos los demás, como era la costumbre. Mientras se sentaba en silencio en la cama que no era suya, miraba con una leve sonrisa a quien dormía plácidamente a su lado. Se levantó con cuidado de no hacer mucho ruido, y caminó hacia su habitación, en busca de ropa limpia y una toalla, para poder tomar una ducha en el baño.
Se desvistió a la entrada de su habitación, sin cuidado de cerrar la puerta, ya que todos dormían, y todos eran compañeros desde siempre. No había mayor vergüenza en ello.
Completamente desnudo, dejó su pijama en el canasto de ropa sucia y sostuvo una toalla en su mano, dirigiéndose al baño.
Tom estaba al final del pasillo con un vaso de agua fresca, que acababa de ir a buscar a la cocina. Tord estaba con las nalgas al aire frente a él, a pasos de la puerta del baño.
Mantuvieron contacto visual unos momentos.
Las mejillas del primer mencionado ardían, sostenía con fuerza su vaso de agua, pero por la poca luz de la mañana no se podía distinguir muy bien. El desnudista entró algo avergonzado al baño, cerrando la puerta tras de sí.Tom fue hacia su habitación y tomando de su vaso de agua, se sentó en su cama.
"Nunca pensé que me pondría celoso de una toalla... " -pensó.
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Sonó la alarma del celular a las nueve de la mañana. Unos pelos anaranjados salieron de las sábanas de su cama. Estiró su mano y alcanzó con sus dedos el celular. Miró por debajo de las sábanas la pantalla y apagó la alarma, puso su celular debajo de su almohada y hundió su cabeza nuevamente en ella.
Es sábado, ¿podía permitirse un momento de soledad?
"...Las redes sociales son agobiantes... quisiera salir de mi casa sin cámaras en mi cara, al menos una vez, hacer algo para divertirme yo, no grabar todo lo que hago.. " -pensaba Matt.
¡Cling cling! Sus ojitos se abrieron de pronto. Tenía una idea.
Se levantó casi corriendo de su cama, tropezando en el camino. Agarró una toalla y aún vestido (a diferencia de otro) fue al baño para tomar una ducha y arreglarse.
En paralelo, la luz de la mañana inundó de luz la casa, pasando por entre medio de las cortinas y las ventanas. Aquellos rayitos de luz iluminaron el rostro de cierta personita, la única que aún no despertaba de su profundo sueño. La luz lo despertó, y este abrió lentamente sus ojos, y bostezó con sus mejillas coloradas por el calor de la almohada. Se sentó en su cama, y frotó sus ojos con la palma de sus manos.
Procesando el despertar tan repentino que tuvo, se levantó de la cama y se miró en el espejo del baño de su habitación.
Lavó su cara con agua, y se peinó con su cepillo hábilmente, con suavidad. No tenía necesidad de bañarse aún, por lo que bajó a tomar desayuno, caminando lento y arrastrando sus piececitos con pantuflas.
En el comedor, estaba Tom, comiendo cereal con leche mientras miraba la ventana y Tord, tomando café a su lado, sonriéndole y riendo en una conversación que requería un poco más de viveza para entender. Tenía mucho sueño como para interesarse realmente.
"Buenos días..." - Dijo arrastrándose hacia el refrigerador, sacando de dentro la caja de leche.
"Buenos días, Edd" - Respondieron al unísono ambos en la mesa, para seguir con su conversación tan entretenida, como se les podía ver.