40. Día de chic@s

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Simón

Isabelle y Shar parecen inseparables, mi mamá y Regina no paran de reir. Camino detras de ellas satisfecha con la imagen, porque las cosas van bien y el amor se puede oler en el cielo gris de Londres. Ir de compras comienza a cobrar un nuevo significado, lo que se habia convertido en "Puedo comprar lo que sea donde sea" ha regresado a ser un momento de tonteo.

- Nunca lo habia pensado- Shar dice esto como si Isabelle le hubiera dado el secreto de la vida- Osea, es que, dice Gucci pero viendola bien...- Mira la cartera por todos los angulos.

- Es horrible, he comprado mejores cosas en el mercado- Dejo escapar una carcajada al escuchar a la morocha- Como el vestido de la tienda del frente- Volteo mi mirada hacia la tienda que Isabelle señala y yo ya no puedo con la risa.

- ¡Esa es la tienda de mi madre!- Responde la rubia indignada- ¡Es lo ultimo en tendencia, estuvo en la semana de la moda de Paris!

- Definitivamente nunca voy a entender la moda- Shar la sigue tratandole de explicar la complejidad en aquel vestido por el que habian llenado de halagos a su madre.

Busco en mi cartera mi celular para enviarle un mensaje a David. No recibo respuesta asi que decido llamarlo pero corto cuando veo a las chicas salir de la tienda.

David Luiz

Toco la puerta de hotel esperando por respuesta. Esta mañana cuando se me ocurrio esto salí sin pensarlo un segundo más, no queria tener dudas de lo que hacia. Probablemente Simón no quisiera me meta en esto, pero alguien tiene que intervenir. Siento pasos del otro lado de la puerta y cuando se abre sonrio amistosamente.

-Señor Denegri- Su rostro de sorpresa aparece de inmediato y creo esta a punto de cerrarme la puerta en la cara-¿Cree podriamos hablar?- Me extiende la mano en forma de saludo y me invita a pasar.

Habia sido muy conveniente el día de chicas que Isabelle habia propuesto y que habia arrastrado a Simón y su madre. La suite es la de un hotel promedio, estan aqui aun cuando podria quedarse en la casa de su hija. Me siento al lado de la ventana donde el me ofrece asiento.

- Supongo que vienes a hablar de Simón- Jala sus pantalones hacia arriba antes de sentarse.

- Si, si...- Su mirada es intimidante, al igual que cada facción de su rostro- Es que me gustaria que sepa lo mucho que lo que paso hace unas semanas afecto a su hija- Su mirada se aparta y deja escapar un suspiro.

- Mi esposa lo ha mencionado- No parece realmente preocupado con eso- Simón es una muchacha dificil- Paso la saliva e intento no alterarme porque de la pelea de ese día ella no tenia culpa alguna.

- No creo ella sea una muchacha dificil- Niego sus palabras reacomodandome en mi asiento- Es una mujer con sus ideas bastante claras.

Simón

- ¡Es distinto una vez que lo llevas puesto!- Las vendedoras miran algo aterrorizadas a Shar- ¡Mira esta textura Belle!

- Pero no es mi estilo- Dice cansada avanzando a traves de la tienda mientras pasa su mano a lo largo de las ropas.

- Podrias intentarlo hija- Regina se acerca con un vestido rosa en sus manos- Empezando por este- No responde y solo arrebata el vestido a regañadientas.

Los vestidores estan en medio de la tienda, estan hechos como un enlace entre la parte delantera y la trasera. Nos sentamos en los sillones viendo como algunas mujeres salen y entran siendo seguidas por una empleada de la tienda que lleva una pila de ropa. Isabelle solo ha tomado un vestido y aun asi lleva media hora metida.

-¡Anda Belle, no puede ser tan malo!- Grito para apurarla.

Sale enfundada en aquel vestido acercandose al enorme espejo que hay en un extremo al lado del paso hacia la parte trasera. Parecia gustarle, de hecho se veia bastante satisfecha.

Vale la pena tratarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora