1. La chica de las orejas puntiagudas

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Yuri es una chica de 19 años, a partir de hoy te contaré su historia pero ella lo contará en primera persona, que comience el cuento.

Me desperté, era un día igual a los demás. Me aliste y me mire en un espejo, hoy iba a ver a Zack.

—No se que opinará de mi nuevo corte de flequillo —suspire —aunque no estaría mal teñirme algunas mechas o algo.

Después de prepararme me dirigí a la azotea de mi edificio, ahí se encontraba Zack. Un joven de la misma edad que yo, tenía el cabello negro pero algunos mechones teñidos de rubio, me acerqué a él y le mire a sus ojos multicolor, uno azul y otro gris.

—Gracias por esperarme, ¿Vamos a algún sitio?

—Llevo esperándote media hora ¿y lo primero que dices es, "Gracias por esperarme"? Tal vez podrías decir "perdón por ser tan idiota, llegue tarde porque me quedé dormida por quedarme toda la noche viendo series" —se río —Bueno, ¿Nos vamos o qué?

Le di una sonrisa burlona y nos fuimos, estábamos de camino a una cafetería. Al llegar tomamos asiento y vino un camarero.

—Hola, tomo su orden ¿Que desea? —Dijo mientras sacaba una hoja y un boli para anotar

—Ahm, yo quiero un café con leche, ¿Y tu qué quieres Zack? —Le dije que hoy invitaba yo, se podría considerar una cita pero solamente somos amigos desde pequeños

—Un vaso de agua está bien

—Pues un vaso de agua para mí amigo, eso es todo —Dije para poder acomodarme bien en la silla

El camarero se me quedó mirando un rato, era raro, se le veía confundido

—¿Algún problema? —Le pregunté, tal vez traía la camiseta al revés y el idiota de Zack no me lo hubiese dicho para reírse de mí

—Ah, no, nada, ya mismo le traigo su orden señorita —Después de dirigió adentro del local

Después de unos minutos vino el camarero con el café y el vaso de agua, yo bebí con cuidado el café y mire a Zack

—¿No vas a beber el agua? —pregunté

—En realidad no tengo tanta sed

—No vaya a ser que te deshidrates  —me reí

Después de conversar un rato pague a la cafetería y nos fuimos, Zack se dejó el vaso de agua entero pero no le iba a obligar a bebersela. Después fuimos a un parque, aquel parque es popular por ser un lugar donde se reúnen muchos gatos

—¡Que monos! —exclamé, después de ir a acariciar uno

—Tú, y tu obsesión por los gatos —se ríe

Estuve un rato jugando con ellos mientras los acariciaba Zack se me quedaba mirando

—¿No los vas a acariciar? —pregunté

—Ehm, no quiero que me arañe un gato de la calle, me podría pegar la rabia o algo peor —dijo bromeando

—Agh, que cosas dices, ¿Cómo te va a morder esta cosa hermosa? —dije cuando le estaba rascando la panza a uno de los gatos mientras ronroneaba

Después vimos un puesto de helados, no era muy normal ya que estábamos a finales de septiembre, pero decidimos ir a por un helado

—Buenos días, ¿Que se le ofrece? —pregunto el heladero

—Un cono helado de limón —dije con una gran sonrisa

—Marchando un cono de limón, ¿Algo más? —pregunto de nuevo el heladero

—A mi no me apetece nada —dijo Zack

—Nada más entonces

Después me dio mi helado y le pagué el dinero correspondiente, nos pusimos a pasear hasta que empezó a anochecer

—Ya es bastante tarde, ¿Deberíamos irnos? —pregunte

—Como tú quieras, mañana si quieres podemos juntarnos cerca del río —propuso Zack

—Una pregunta, ¿Porque ya no usas tu móvil? Sería más fácil que contactáramos así —pregunte

—Ya te dije que se me rompió, y no tengo el dinero suficiente para comprar un teléfono nuevo, sigamos como hacemos ahora y listo —dijo después de hacer una cara larga

Después Zack me acompañó a mi casa y nos despedimos, al día siguiente, me desperté algo pronto, era domingo así que me iría a dar un paseo

Me vestí y salí, me pasee por la calle, cerca del río esperando a ver a Zack. Pero, no le vi, aunque había una joven chica de mi edad aproximadamente sentada en una roca dibujando

—¿Vamos a hablarla? —propuso Zack apareciendo de la nada detrás mía

—¡No me asustes! —exclamé

La joven tenía el cabello rosa, era bastante peculiar, tal vez su cabello sea teñido, ojalá tuviese el valor de ponerme mechas de algún color guay

—Acerquemonos a hablarla —dije después de pensarmelo dos veces

Nos acercamos y observamos que la chica tenía dos orejas puntiagudas, parecían de elfo. La chica se giró a mirarnos, tenía unos ojos morados muy hermosos

—No esperaba encontrar gente aquí —dijo la chica —Ya no puedo ocultarlas, visteis mis orejas, y si, soy un elfo

—¿Un elfo? Seguro no son reales, ¿Nos acercamos a Halloween no? —dije para tocarla las orejas, di un ligero tirón y vi que no se podían quitar —¿¡Son reales!? —exclamé

—Si, son reales. Encontrar a gente como yo es muy difícil pero realmente estamos mezclados con la sociedad humana —explico la elfa —En fin, me presento, me llamo Ellen

—Yo soy Yuri, y este idiota de aquí Zack —dije señalándolo

—Ah, si, hola —dijo mientras solo se quedó mirando

—Por cierto, ¿Que dibujas? —Dije para finalmente asomarme a ver la libreta, era un dibujo del paisaje de aquél río —¡Wow! Que bien dibujas —exclamé

—Se ríe —Gracias, dibujo desde que era solo una cría —Dijo mientras se ponía unas orejeras, tenían diseño de gatito, y seguido un gorro negro, seguro aprovecha el hecho de que hace frío para poder ocultar sus orejas —Bueno, yo me voy, que os vaya bien

Dijo Ellen cuando finalmente se fue, Zack y yo nos quedamos en el lugar hablando un rato y paseandonos por el lugar hasta que empezó a nevar

—Yuri, ¿Vamos a tu casa? Empezó a nevar y hace frío —preguntó Zack

—Claro, vamos rápido que a este paso nos ponemos blancos de la nieve —Dije mientras nos pusimos a correr de broma

Cuando llegamos a mi casa, encendí la calefacción y encendí la tele. Busque el disco de nuestra película favorita y la puse en la televisión y nos sentamos en el sofá

Después de terminar la película, a ambos nos entro algo de sueño así que Zack se levantó

—Bueno, yo me voy a casa, nos vemos mañana en la uni —dijo mientras se dirigía a la puerta

—Hasta mañana —dije cuando le abrí la puerta y se fue

Después me dirigí a la cocina y encendí la sartén, parti dos huevos e hice unos huevos fritos. Me preparé la mesa y me puse a cenar, después me fui a la ducha para darme un baño caliente para a continuación poder irme a dormir

El club de la fantasíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora