Italia

534 51 5
                                    

- Dios sabe cuanto añore por fin poder tenerte entre mis brazos - dijo abrazándome con sus ojos llenos de lagrimas - le prometí un día a tu madre traerte de vuelta, perdóname por demorar tanto tiempo 

- no, esta bien eso ya no importa, ahora estamos juntos - logre decir aun con el nudo en mi garganta 

- ahora estamos juntos - repitió el limpiando mis lagrimas 

- mi hermana es muy hermosa, mis amigas se van a volver locas cuando te vean - comento Taylor lo que nos hizo reír a todos 

- ahora tendré que ser aun mas celoso, tengo dos hermanas hermosas - dijo Chris

- yo si que seré muy celosa con los dos ¿ tienen novio o novia ya ?

- claro que no, Tay es muy pequeña para eso aun - mire a mi padre, que extraño era decir eso, es mi padre - nada mas de pensarlo siento que se sube la presión - me reí 

- no puedo estar mas de acuerdo - Taylor me miro indignada 

- ¿ lo has oído mama ? ahora no solo es Chris y papa también Lauren - mi madre se encogió de hombros y me reí fuerte, una gran carcajada 

- mas a delante podremos negociarlo, tal vez cuando cumplas 30 - le dije tomando su mano dulcemente 

- no puedo negarme si me miras así, pero ¿ 30 ? que tal 18 -  me negué riendo

****

Lo siguiente a eso fueron unas horas llenas de mucha felicidad y tranquilidad, por fin tenia eso que tanto había deseado, una familia ahora solo me faltaba ella, no pude evitar soltar un suspiro realmente la extrañaba, mi padre lo noto y me miro sonriendo y luego miro a mi madre, ella lo entendió, necesitábamos un momento el y yo 

- chicos que tal si bajamos a la cafetería tengo algo de hambre, ¿ quieren algo ?

- una gelatina de limón o frutos rojos 

- igual que a papa - dijo Tay rodando los ojos, mi madre y los chicos salieron no sin antes darme besos y abrazos 

- hace unos años vi una revista en la que hablaban de ti, creo que era la Forbes, el caso es que hablaban de lo bueno que eres en los negocios, y recuerdo haber pensado que deseaba algún día llegar a ser igual de exitosa que tu - me reí - mire esa revista con tanta añoranza sin saber si quiera que eras mi padre, sin reparar el gran parecido que tenemos, te admiraba mucho - el me miro con lagrimas en los ojos y sonrió 

- no soy merecedor de esa admiración - lo mire confundida, frunciendo el ceño - es mi culpa que te halla tocado pasar por tantas penurias, es mi culpa que hoy estés así - negué mirándolo 

- no es tu culpa, claro que no, estoy segura que si hubieses sabido que tal cosa pasaría lo habrías evitado 

- te habría protegido con mi vida de ser necesario, ni lo pensaría ni un minuto, daría mi vida entera por tus hermanos, por ti y por tu madre - me tomo de las manos y me miro a los ojos - espero que logres perdonarme por haberte dejado 

- no tengo nada que perdonarte - dije limpiando sus lagrimas - esto solo fue culpa de una sola persona y no eres tu, ahora estamos juntos por fin - sabia que tenia que decírselo - la abuela, tu madre esta muy orgullosa de ver el hombre en que te has convertido - eso solo lo hizo llorar aun mas - me hubiese gustado haberla conocido en persona 

- seguro que a ella también, no sabes lo emocionada que se puso cuando le conté que tu madre estaba embarazada, eras su primera nieta, la primogénita de su primogénito 

DuelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora