Una agradable y linda chica se muda a una ciudad distinta y asiste aun nuevo colegio, donde se reencontraría con un chico temperamental y engreído que intento asesinarla en el pasado. Ella no recuerda sobre aquel traumatico suceso y se vuelve amiga...
Habían pasado varias semanas de aquel incidente del viernes por la noche, pero simplemente __ aun lo podía superar. Aquella experiencia tan cercana de la muerte la había marcado de por vida, causando que ella le diera pánico tan solo en salir a la calle sola. Era un trauma bastante fuerte.
Sus dos mejores amigos trataron de reanimarla a tratar de que ella pudiese superar esa mala experiencia, pero tan solo caminar sola por una tres cuadras cerca de la casa colapsaba en miedo y lágrimas. Pero aquel comportamiento ___ no iba durar mucho tiempo, hasta que fue notificada de una noticia que la hizo alegrar un poco pero de igual manera era bastante triste.
Su madre había conseguido un trabajo en otra ciudad con mejor sueldo que donde trabajaba actualmente, lo que era predecible que tanto la joven como su madre se debían mudar a la nueva ciudad dejando toda su infancia en aquella ciudad que la vio crecer.
El último que iba estar en la ciudad, ella como sus amigos fueron aun parque de diversiones, almorzaron en su restaurante favorito y al atardecer descasaron en las bancas del parque donde fue su primer encuentro. Ya era casi hora de irse lo cual significaba que debía despedirse de Cherry y Keith pero sin poder pronunciar alguna palabra solo se limitó a abrazar a la pareja mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Era sin duda una despedida dolorosa para el grupo, pero sus dos amigos sabían que era por un bien mayor: Hacer que ___ vuelva tener confianza en sí misma y pudiera ser feliz.
5 semanas después de la mudanza
Narra ___:
Habían transcurrido aproximadamente 5 semanas de la mudanza a la nueva ciudad donde se presentaron algunos inconvenientes a la hora de desempacar pero en general todo salió bastante bien a la hora de instalarnos en la nueva casa.
La próxima semana comenzaban las clases, lo cual los tres días restantes estaba bastante ansiosa y a la vez un poco asustada pero estaba consiente que luego me acostumbraría a este cambio y me daría igual. El día anterior antes de las clases aliste mi mochila y organice la ropa que me pondría ese día. Estaba preparándome mentalmente para enfrentarme al día, estaba nerviosa.
...
El día lunes comenzó con los primeros rayos de sol entrando por mi ventana reflejando en mis parpados el fino orificio de la cortina que no estaba bien cerrada, después de esta señal que casi pase desapercibido mi reloj empezó a sonar despertándome de golpe.
Me levante de la cama con pereza para luego dirigirme a ducharme con agua caliente y después cambiarme la ropa que iba utilizar ese día. Mientras organizaba mi cabello me quede bien mirando reflejo por unos cuantos segundos para luego sonreírme nerviosamente.
Me dirigí al comedor donde reposaba mi plato de desayuno y una nota de mi madre. "Querida hija. Lamento no estar contigo este primer día de clases para apoyarte antes de salir de casa, pero de igual manera te deseo un lindo día en la nueva secundaria y puedas convivir bastante bien con tus compañeros de clase. Con amor Mama." Leí la carta mientras desayunaba, para luego terminar y dar un largo suspiro un poco desmotivado. Estaba consiente que mi madre se esforzaba mucho en el trabajo para sacarme adelanta, lo cual justificaba que no lo podía ver casi nunca pero aunque ya estaba acostumbrada de no verla, aquel sentimiento de soledad nunca desaparecía.
Termine de alistarme, agarre mi equipaje y abrí la puerta de mi casa. El aire frio de la madrugada impacto con fuerza en mi rostro causando que me diera un extraño escalofrió por toda mi columna, pero dejando el sentimiento atrás decidí cerrar la puerta y partir camino a la secundaria.
Después de 25 minutos caminando llegue a la entrada del colegio, donde respire profundo para no marearme por el montón de emociones dentro de mí. Observe que había llegado justo a tiempo, pero antes de pasar por mi salón de clases tenía que darle unos papeles a la directora del colegio, lo que significaba que iba a entrar a un salón apenas comenzaran las clases (Algo frustrante si me lo preguntan a mi).
Narradora:
En las cercanía del colegio un chico de cabellera naranja y que vestía con un suéter, caminaba mirando seriamente a su camino. Aquel chico entro al colegio e ingreso al salón, donde arrojo su maleta un costado de su puesto para luego disponerse asentarse de mala gana. Era más que obvio que no disfrutaba volver al colegio después de las vacaciones
"Maldita sea... Otro año en la misma puta escuela. Al menos espero terminar este año lo más pronto posible y que los investigadores de la policía pasen desapercibido mi presencia" *Menciono en su mente con una cara de frustración y observando que el salón de clase empezaba a llenarse* "Al menos espero que este año sea lo más tranquilo posible y no tenga ningún inconveniente con nadie"
Después de que aquel chico pensara un poco los planes para este año y se dispusiera a sacar una libreta de su mochila y anotar algunas cosas que tenía pendiente, pero cuando noto la presencia de la maestra en el salón de inmediato la guardo y puso atención.
Maestra: Buenos días estudiantes! *Saludo la maestra con una sonrisa hacia todos los estudiantes que la miraban desde sus puestos*
Todos devolvieron el saludo, para luego de esto la maestra volviera entonar la voz
Maestra: Este año escolar nos acompañara en nuestro salón una nueva estudiante. Espero que la respeten y se lleven bien con ella *Dicho todo esto el salón se llenó de murmullos curiosos, lo cual el único chico que no le interesaba era aquel que se sentaba al final de la fila y que tenía puesto sus ojos blanquecinos en un pluma que tenía sobre su puesto*
La puerta del salón abrió y una chica ingreso al salón con pasos rígidos y un poco torpes. Todo el salón quedo callado y la observo.
Maestra: Querida, puedes presentarte? Por favor *Sonrió la maestra mientras la observaba*
Ella le asintió a la maestra y dio un paso adelante.
___: Mi nombre es... *Tan solo escuchar esas pocas palabras el chico de cabello naranja que rápidamente levanto la vista y la observo asustado mientras el corazón empezaba latir con fuerza por la adrenalina que corría por todo su cuerpo*
"No me puede ser... No puede estar pasándome. ¿!Por qué carajos ella está aquí¡?" Dijo en su cabeza sin despegar la vista en ella, para luego sentir que empezaba a sudar de los nervios.
...
Fin del capítulo 3
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