O F F I C E || Minsung || ADAPTACIÓN

XVII

En el auto reinaba el silencio nervioso de parte de ambos, no sabían que hacer, ni mucho menos que decir así que cada quien mantenía su vista en algo, Minho en el camino y Jisung en el recorrido, hasta que noto que iban saliendo de la ciudad.

— ¿A donde vamos? —habló de pronto mirando hacia el mayor.

— A cenar a un restaurante —le dio una mirada rápida y se concentró en el viaje— es un lugar especial, espero te guste.

Y eso fue todo lo que hablaron, el resto del viaje fue en silencio al igual del comienzo hasta llegar al lugar de destino, donde al llegar Minho paro en la entrada y ambos se bajaron siendo recibidos enseguida por dos personas una se llevó a estacionar el auto y la otra los atendió con una sonrisa.

— Buenas noches, bienvenidos a "Paradise Rainbow", el mejor restaurante de la ciudad, adelante por favor, tenemos una excelente mesa para dos dentro del recinto...

— Buenas noches —interrumpió Minho amablemente— Tengo una reserva para paraíso de noche —el chico sacó algo parecido a un celular y reviso algo en el para luego sonreír.

— Señor Lee, Señor Han, síganme por aquí —sonrió y comenzó a caminar, el moreno le hizo un gesto para caminar y siguieron al chico.

Entraron al lugar y lo elegante de la fachada por fuera no se comparaba a la de adentro; las luces eran tenues, la música relajante para el ambiente, los colores rojos mates y el dorado estaban esparcidos por la habitación, pareciera que el restaurante era inclusivo por que en su mayoría las parejas de ahí adentro eran parte de la comunidad lgtb+, se sentía muy cómodo y a gusto.

— Jisung —llamo Minho al ver que el castaño no prestaba atención al camino por estar observando todo a su alrededor— Jisung —tomó la mano de este para que lo mirara. El castaño lo miro y noto la calidez de su mano sobre la suya, el sonrojo no se hizo esperar de parte del más bajo quien lo miro al borde del pánico— por aquí —señaló sutilmente con la mano hacia la escalera alfombrada de color rojo.

Subieron lentamente mientras eran guiados por el chico que no paraba de dar miradas cortas al moreno, Jisung noto aquello y sintió una punsada en el pecho de rechazo hacia aquel chico, era inconscientemente.

Llegaron al segundo piso y también habían mesas, siguieron caminando hasta llegar a unas puertas de vidrio, el chico que al parecer sería su garzon abrió las puertas dejando ver un hermoso y gran balcón con una vista preciosa hacia la ciudad, como el restaurante quedaba en una especie de colina se podía ver las luces de la ciudad y la noche estrellada, cerca del límite del balcón estaba la mesa, las barandas del balcón tenía luces igual de tenues que las de adentro solo que estas eran más lindas, y la luna, la luna estaba en su máximo punto, todo perfecto.

— Este es la carta de hoy en día que viene con la reserva especial —extendió estas una vez que se sentaron frente a frente— ¿algo en especial para beber? —miro a Minho y este miro al castaño quien negó.

— No, gracias.

— Enseguida vendrá lo pedido dentro de esta carta, ¿todo en orden entonces?

— Si, gracias —el chico tomó la cartas y se retiro con una reverencia— ¿te gusto el lugar? —pregunto una vez que el mesero ya no estaba.

— Esta precioso —sonrió— me llamo la atención la diversidad de parejas y familias que hay aquí.

— Este lugar se hizo precisamente para eso —sonrió— quise que cenaramos aquí para que no te sintieras incomodo o algo así, esto de cenar a solas con otro hombre debe ser algo nuevo para ti —habló tímido.

— Muchas gracias por lo atento —sonrió— pero si te refieres a salir en publico de una manera más comprometedora con un hombre y que yo me sienta avergonzado, pues no. No sería primera vez que he estado con un hombre en el ámbito publicó —añadió.

— Permiso —apareció el mismo chico que los atendia, lleno las copas con vino y luego dejó la botella a un lado, y se fue.

— ¿Ya has estado con un chico públicamente? —asintió y bebió de su copa.

— Fue un desastre pero una buena experiencia —se encogió de hombros.

— Podrías contarme, te recuerdo que tu sabes todo de mi pero yo nada de ti.

— Esta bien —soltó una risita— nunca me a atraído una chica, siempre me han gustado los chicos. Nunca lo vi como algo malo, tuve novios hasta que me enamore, fue amor a primera vista —miro su copa como si en ella se reflejará el pasado— siempre nos veíamos, salíamos. Nada igual a esto —rió– pero lo hacíamos, lo curioso es que nunca nos tomábamos de la mano —miro al moreno— pero si nos abrazabamos o besabamos nuestras mejillas, le entregue todo.

— Que lindo.

— Pero todo eso se fue al infierno —apretó la mandíbula como si aun le molestara— me abandono cuando más lo necesite y eso me rompió el corazón —suspiró— en fin, nada importante —volvió a sonreír.

— ¿Eso hace cuanto fue? —preguntó curioso.

— Mmh, hace muchos años, fue después de que mis padres me corrieran de casa.

— La entrada —habló el mesero y dejo los platos sobre la mesa luego se retiro. En ese instante se noto lo concentrados de su conversación ya que apenas toman en cuenta su presencia.

— ¿Te echaron de casa? —preguntó asombrado.

— Si.

— ¿Por qué?

— Porque me gustan lo hombres —sonrió apenas.

Jisung le contó la historia detalladamente incluso más que como se la contó a Seungmin. Minho lo escuchaba con atención cada palabra que salía de su boca y al castaño eso lo hacía sentir demasiado bien. Terminó contándole su historia entera, se demoro bastante pero no tenía noción del tiempo, lo único que les iba recordando era aquel mesero entrar y salir con platos hasta que acabaron todo.

— Disculpe —llamo el moreno al chico que se iba retirando— otra botella del mismo vino por favor.

— Enseguida señor Lee —hizo una reverencia y se fue.

— Ahora entiendo lo mucho que trabajabas —lo miro.

— No me quejo, me sirvió de mucho —suspiro— aprendí que aveces la familia también te puede dar la espalda y que los amigos pueden apoyarte más que incluso tus padres —sonrió recordando a su mejor amigo— si no hubiera sido por Felix, no se si hubiese seguido adelante, el se encargaba de llevarme almuerzo o comida a mi trabajo y como te dije uno de mis trabajos no era legal, Felix trabajo ahí conmigo y siempre me cuido de cada idiota que intentaba sobrepasarse.

— Ya veo, eso me lo esperaba, Felix habla mucho de ti con otras personas en el trabajo, así que no puedo deshacerme de ti ni cuando trabajo —rió pero Jisung solo desvío la mirada tímido— lo siento —aclaro su garganta— ¿Y Seungmin? ¿Él que es tuyo?

— Seungmin es un chico que vi crecer literalmente, por que sus padres son amigos de los míos y cuando nació necesitaban a alguien que lo cuide, yo me ofrecí, pagaban bien y Seungmin solo dormía o comía así que era trabajo fácil, lo cuide hasta que me fui de casa de mis padres, perdí el contacto con él, me dolía, me había encariñado con él, cuando compre el departamento luego de unos dos años lo contacte y recuerdo que fue muy difícil hacer que se le pasara el enojo —rió levemente— era mucho más pequeño que ahora, creo que tenía unos seis, no recuerdo.

» me dijo que lo deje solo y que ya no lo quería. Yo le explique que me fui de la casa de mis padres, obviamente le mentí y no le dije todo, le dije que me independice y que por eso no tenía tiempo para ir a verlo. Hace un mes más o menos llego a la puerta de mi casa con una maleta y con sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar —suspiró— me pidió quedarse conmigo por que sus padres lo habían echado por ser gay. Sentí su dolor casi propio así que le dije que se quedara con nosotros y siguiera estudiando, no tiene que hacer nada más que estudiar, quiero que salga adelante, no quiero que sufra tanto como yo.

— Eso fue realmente duro —extendió su mano hasta la del castaño y la tomó dejando pequeñas caricias— me siento orgulloso de ti.

Jisung levanto la mirada sorprendido, algo le recorrió desde sus oídos hasta el pecho, era una sensación de calidez que lo relajaba.

— Nadie me había dicho algo así antes —sonrió tímido.

— Es un honor para mi ser el primero —le sonrió con cariño