Deaf Love (gay)

Capitulo 1 El vecino nuevo.

<<Adam>>

Era una tarde de abril, muy calurosa, había llegado una familia nueva al departamento de arriba, parecía extranjera, aún que no podía escuchar su idioma, realmente, no podía escuchar nada sin la ayuda de mis aparatos. De alguna extraña manera mis oídos se reventaron cuando fui arrastrado por las olas del mar, no sabía nadar y casi me ahogaba, por suerte mi mejor amigo me había salvado de aquella tragedia. El doctor dice que podría recuperarme, aún que realmente las probabilidades eran muy pocas.

Sin interesarme regrese al departamento, trataba de arreglarme ya que iba a salir con mi mejor amiga al centro comercial, acomodando mi cabello negro casi rizado pero también algo lacio, quebrado. Puse mi aparato auditivo en mi oído derecho. Pasaba la crema humectante por mi piel blanca, tan blanca y pálida que aveces creía que fuese un fantasma. Vistiéndome con un pantalón negro y una camisa blanca, sin olvidar las deportivas negro y blanco, sin duda, el negro es mi color favorito.

Tomé mi jugo de naranja y trague unas cuantas pastillas que según el médico eran importantes para recuperarme, aún que no veía cambios, agarré las llaves del departamento y salí.

Iba bajando las escaleras cuando vi a unos señores bastante serios que jamás había visto, seguramente eran los nuevos inquilinos. Estaba por salir cuando mis cordones se desataron, me agache para amarrarlos y cuando estaban listos recupere mi postura normal y espalda recta como siempre. Cuando salí del portón choque con un sujeto y caí al suelo. Mi aparato auditivo salió volando al igual que un sujeto más o menos de mi edad que al parecer iba entrando bastante acelerado. Sin darle importancia trate de buscar mi aparato cuando lo encontré, miré hacia arriba, vi como el sujeto me tendía la mano para pararme y lo acepte, viéndolo a sus ojos de una extraña apariencia, eran color ámbar y un poco mas alto que yo, tenía el cabello lacio de color dorado, es rubio.

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<<Mikolas>>

¿Cuantas veces más? ¿Cuantas veces tenía que mudarme por exigencia de mi padre? Me gustaba Praga, tenía magia, era como si estuviese en otra época, aún recuerdo cuando solía ir con mis amigos a La Cocina Envenenada, era un lugar magnifico y más con sus extrañas historias, pero lo que más me encantaba era el platillo principal de ahí, "Goulash", extrañare ese sazón. Ahora estoy aquí, en Londres, aún no manejó muy bien mi acento británico, me costará adaptarme a este lugar. Mis padres son bastante serios, aún no entiendo como pudieron hacer el coito.

Cuando llegamos a nuestro nuevo hogar, me pareció un edificio bastante moderno, tenia espejos en lugar de azulejos o ladrillos, era bastante grande. Los de la mudanza ya se habían adelantado, al igual que mis padres, me quede mirándome en esos espejos.
-Vaya, que hermoso soy- dije ente mis pensamientos.

Me considero una persona bastante guapa, alto, rubio, delgado y un poco musculoso pero sobretodo, mis ojos color ámbar, sin duda eran mi mejor atributo y me encantaba que me lo dijesen, en fin, ¿qué más quieren?

Habían pasado ya más de 15 minutos mirándome al espejo, tomé carrera y quise entrar, pero algún tonto no me dejo porque chocó conmigo, bastante estúpido para ser verdad. Caí al piso y rápidamente me levanté. Aquel tipo estaba buscando algo en el piso, que torpe. Se colocó el objeto en la oreja. Vaya, un sordo. Soy muy educado ante los discapacitados y me acerque a levantarlo. Era un tipo con una mirada sería, tez blanca, casi pálida. -Vaya que estos británicos parecen fantasmas- pensé.

-Ten más cuidado estúpido- dijo aquel muchacho de cabello negro.

-El estúpido eres tú por no fijarse- dije en checo-No vaya ser que ahora te quedes lisiado.

Vaya que para ser una persona con apariencia infantil es muy grosero, tenía un humor de los mil demonios esté muchacho, ni si quiera me había dado las gracias.
No le di importancia y fui hacia mi departamento dándole la espalda.