Deaf Love (gay)

Capitulo 8/2 Fiesta de disfraces.

<<Mikolas>>

Cada mañana desde que llegue aquí salía a correr por el parque, daba unas cuantas vueltas. Esta mañana no era la excepción. Me puse un pants negro y una sudadera blanca y por debajo una camiseta sin mangas.

Coloqué mis auriculares y puse la canción "Cool for the summer".

Ya estaba sudado y cansado, así que me saqué la sudadera y me quede en la camiseta. Noté que había gente que me miraba disimuladamente y bueno... No tan disimulada, ya que había una chica de piel morena que me miraba con deseo, no la culpo.

Me acerqué a la florería de la esquina y compré una rosa.

Desde hace dos semanas que lo hacia. Compraba una y la ponía fuera del departamento de Adam, esperando así, una señal de él. Pero como era de esperarse, es el chico orgulloso. Aunque lo que hice no estuvo nada bien, sólo había sido un momento de calentura. Y por ese momento creo que había perdido a Adam.

Esta vez compré una roja, subí por el elevador hasta el quinto piso y coloqué la rosa, después subí a mi departamento.
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Entré al departamento y les di de comer a los gatos. En mi casa habían cinco gatos. Dos negros, dos blancos y un naranja. Mi favorito era el naranja, lo obtuve una vez cuando vivía en Alemania, mi padre lo había sacado debajo del coche antes de arrancarlo, era casi un recién nacido y bueno, tuve que rogar para quedármelo. Desde entonces ha estado conmigo, pasando momentos divertidos.

Después de eso subí a mi habitación para darme un baño y bajar a desayunar con mi madre, pues mi padre nunca estaba en casa por motivos de su empresa y mi hermana estudiaba en el extranjero.
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Estaba cambiándome cuando escuche el timbre sonar, así que me apuré para salir a ver quien era.

Estaba saliendo de mi habitación cuando escuche chillar a mi gato, como si le hubiesen pegado o tal vez pisado, así que salí lo más rápido posible para encontrarme con Adam. Ahí estaba él, con un pantalón negro y una sudadera azul cielo, se veía tan adorable... Salí de mi trance cuando mi gato volvió a chillar.

-¡¿Qué le hiciste?!-le dije alzando a mi gato.

-N...Nada, so...sólo quería t...t...tocarlo.- Inventando una excusa tan torpe, seguramente odia a los gatos.

-Pobrecito, seguramente ALGUIEN se quiso pasar contigo. Pero no dejaré que nada malo te pase-dije muy enojado.

-Mikolas te juro que no le hice nada-dicía con la cara más roja que un tomate.

-A mi no me tienes que decir nada, díselo a "Pushenn".

-¿Es en serio?-se carcajeo como nunca, es un maldito, ¿qué se cree?-perdón, es sólo que... ¿Le pusiste el nombre de un emoticón?-Bueno, la verdad ese es su apodo, su verdadero nombre no se lo diré

Me estaba enojando como nunca, ¿acaso cree que puede venir a burlarse de mi y de mi gato?

-Bueno ya ¿no? ¿A qué viniste?-le terminé diciendo.

-Bueno, a invitarte a una fiesta...-¿Fiesta? ¿Adam me esta invitando a una fiesta?

-¿Una fiesta? ¿De quien?

-De Madel, no sé que esté celebrando. Pero es de disfraces, así que ve pensando en llevar uno realmente bueno.

-¡Genial! Claro que iré.

-Bueno, entonces te envió la ubicación más al rato, ¿okay? No llegues tarde.

Ya se estaba retirando, cuando caí en cuenta que estaba en mi casa, me había venido a buscar... Le tomé del brazo... Miré sus profundos hijos de cisne, tan preciosos como él. Podría jurar que mis mismos ojos se reflejaban en su mirada, hubo conexión.
Si no hubiera sido por Pushenn creo que nos habríamos besado.