Estoy en mis clases me pierdo en mis pensamientos y cuando caigo en la  realidad me doy cuenta que no he  prestado atención en las explicaciones y en lo único que hago es preocuparme por la tormenta que se acerca se viene a mi mente que no me quiero mojar, el clima de este día esta de loco igual que a mi profesor de matemática. Ya quiero salir para estar en mi casa y tomar una taza de café o de chocolate pero no podre llegar temprano por que tengo un trabajo de medio tiempo y de paso tengo que ir por las compras de este día.

Estoy en el súper mercado mirando la lista de las compras que haré para llevar a casa, pago las compras y salgo de ahí y me llevo la sorpresa de que esta lloviendo saco el paraguas para cubrirme y hoy estoy de suerte no tendré trabajo me dieron día libre. Comienzo a caminar por la misma ruta de siempre cuando voy por el puente me encuentro con un chico sentado en la orilla del puente y lo primero que hago es correr hasta donde esta; por que pienso que se caerá del puente.

-Oye detente no lo hagas  –digo cuando estoy un poco cerca de el pero un auto pasa y me moja toda –idiota –grito, en ese momento tengo la atención del chico.

-¿Disculpa? –habla el.

-No te he gritado idiota a ti lo hice a la persona que va en el auto –cuando lo miro me quedo sin palabras por que es muy guapo- solo quiero decir que todo saldrá bien, no tomes esa decisión.

-No entiendo de que hablas, solo estoy observando el cielo nocturno.

-si lo se la vida es un asco y- es cuando entro en razón de lo que he dicho, lo interprete mal, cuando lo mire ahí sentado- disculpa- digo en un susurro.

-Tranquila no –lo interrumpo.

-Es que pensé otra cosa y –me quedo con la palabra en la boca por que me le quedo mirando detenidamente es alto tipo 1.80, el cabello es cafe le llega hasta los hombros, sus ojos cafés muy intensos con la mira fría y al mismo tiempo sin emociones lleva una chamarra negra la cual no le protege de la lluvia.

- ¿y? –dice con una ceja levantada

- y te estas mojando –digo de la vergüenza que tengo por mirarlo un buen rato y lo único que hago es darle mi paraguas hagaro las comoras con mucha fuerza y salgo corriendo como lo haría una chica normal.

Llego a casa me encuentro a mis padres y hermana en la sala y mi mamá me mira sorprendida

-¿Que te sucedió keiry y el paraguas? –me dice mi mamá un poco confundida

-Mamá quizá se le arruino el paraguas de gato –dice mi hermana entre risas lo único que hago es mirarla mal ese era mi paraguas favorito.

En lo que pienso ahorita son en las compras que están muy mojadas.

Tormenta Inesperada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora