END
Por primera vez en muchos, en verdad muchos años, no tengo la menor idea de lo que debería hacer.
De momento no pienso apartarme de Lucy sin importar qué pase, pero además de eso, no tengo nada.
Era Zeref, en verdad era él. No entiendo cómo lo consiguió, pero no dudo que lo repetirá en cualquier momento. Ahora no puedo dejarla sola, hacerlo al menos por unos minutos sería ponerla en riesgo, peor ahora que es evidente que irá por ella.
"¿Qué debo hacer?" Me pregunto internamente una y otra vez, pero no consigo llegar más allá de que necesito ayuda. Odio admitirlo, pero Gray es probablemente quien más puede ser de utilidad en esta situación; supongo que también está Larcade y será inevitable decirle de la situación, pero sé que no está ni remotamente cerca de tener la capacidad para enfrentar a Zeref, sin contar que no sé cuánto pueda aguantar en una pelea prolongada en caso de que traiga una buena cantidad de seguidores con él. Ningún demonio se atrevería a desafiar a ese imbécil ni aunque me haya jurado lealtad a mí, así que ni me molestaré en intentar recurrir a alguno.
No hay opciones ni tiempo y el panorama no podría ser más desalentador, sin contar que muero por convertir en carbón a ese idiota por lo que le hizo a Lucy, pero no puedo hacer nada al respecto.
—De ahora en adelante no confíes en nadie, ni siquiera en conocidos —le indico y ella me dedica una mirada que no termino de descifrar—. Cualquier mortal podría ser poseído cuando menos lo pienses, sin contar que todo demonio con un poder decente puede tomar la forma que se le antoje. Puedes contar con Larcade y, nunca le digas que estas palabras salieron de mi boca, pero ten en cuenta que puedes confiarle tu vida a Gray; él te protegerá, está en su naturaleza, solo debes asegurarte que se sienta como él y no algo intentando suplantarlo.
—¿Y cómo puedo saber eso? —pregunta, entre confundida y asustada.
—¿Tienes presente la sensación que provoca en ti cuando está cerca? —espero algunos momentos antes de añadir—: Solo dilo, no voy a ponerme celoso o algo similar; la energía angelical produce ciertos efectos en los humanos.
—Supongo que sí —asiente con algo de duda.
—Bien, si lo ves y no sientes eso, huye. Haz lo mismo si crees que hay algo extraño con cualquier humano y, por último; ya te lo había mencionado, pero si te digo que te vayas, me notas raro o no digo nada en absoluto, corre como si tu vida dependiera de ello y llama a Gray o Larcade, en un rato te diré cómo hacerlo. ¿Entiendes?
A medida que hablo, noto que sus pasos se ralentizan, ¿qué tiene ahora?
—Está bien —acepta con una expresión que luce algo desanimada por alguna razón.
Me gustaría preguntarle qué rayos le pasa, pero luego de un encuentro con Zeref, lo mínimo que merece es que no la esté interrogando.
El resto del camino es silencioso, pero el caos en mi mente es tan grande, que ni siquiera considero la idea de que esto pueda ser incómodo.
Una vez en la casa de Lucy, la acompaño a su habitación y no me despego de ella por un instante hasta que el albino hace acto de presencia, entonces salimos del cuarto para poder explicarle con tranquilidad lo ocurrido; se nota que Lucy no quiere escuchar nada del tema. En cuando a la reacción de Larcade... no sé ni por qué esperaba que fuera de otra forma, pero es casi frustrante que parezca tan tranquilo con todo lo que está pasando y lo que podría pasar.
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Alma perdida
Fanfiction¿Qué esperanza puede tener un hombre cuya alma ya está perdida? [Continuación de "Ángel caído"]