3

151 20 0
                                    

Aquel sitio algo sucio y polvoriento debido a el abandonó sería el lugar donde permanecerán temporalmente esos niños que conseguirían los siguientes días aunque el cambio sería lo más rápido posible. Quería ponerlos a prueba y tal vez divertirse con ellos solo un momento después no podría hacerlo más.

Ese chico bastante joven para estar metido en todo eso. Pero tampoco le interesaba al final eran chiquillos y de esos había muchos unos más manejables que otros pero lo más interesante era lo lindo que eran parecían pequeños muñequitos delicados como la porcelana aunque aveces terminaban siendo un pedazo de carne que al parecer para un perro asqueroso con hambre le encantaba.

/-/

—Mamá, voy a estar con Jake en el parque de enfrente prometo no decir nada que pueda terminar en tragedia—soltó nervioso—puedo ir?—pregunto.

—Está bien pero estás advertido Sunghoon, ve a buscarlo ¡pórtate bien hoon! entendido?—cuestiono.

—Sí señor—contestó sunghoon como los soldados cuando les daban una orden.

—¡Soy tu mamá, no un señor! Largo antes de que me arrepienta.

—¡Nos vemos!

Sin perder un segundo más corrió directo a la casa de los Shim, llegando a la puerta y tocar con algo de insistencia, que raro.

—Buenas tardes señora de Shim—saludo haciendo una reverencia algo larga para luego dar una sonrisa.

—Sunghoon te he dicho que no me digas así, solo dime Yuna, segunda, vienes a buscar a Jake verdad?—le miró en busca de una respuesta.

—Mi mamá dice que sea formal con usted y si vengo por Jake quiero jugar, lo deja salir al parque de enfrente?—formulo para después mirar de reojo el interior de la casa aún sin algún rastro de Jake. Que extraño pensó sunghoon.

—Ay cariño deja de lado eso, pasa por el está en su habitación si está dormido solo despiertalo estoy segura que con solo verte se le quita el sueño, eso sí—tomo una bocana de aire para luego continuar—tengan cuidado con sus alrededores.

—Entendido, si señor—comento sunghoon volviendo a hacer voz de soldado.

Lo que provocó que la señora Shim riera para hacerle señas de que fuera de una vez por su hijo para que jugarán. Por lo que no lo dudo y corrió escaleras arriba hacia la habitación del pequeño.

Rato más tarde se encontraban corriendo como locos sobre el pasto que tenía aquél parque, divertidos en su mundo dejando de lado otros niños que jugaban con cosas "más interesantes" que para ellos eran irrelevantes mientras se tuvieran no les hacía falta nada eran uña y mugre. La poca diferencia de edad que existía entre los dos no era un límite aunque era cierto que sunghoon era más grande seguiría queriendo y priorizando a Jake sobre de todo, nunca le hizo menos, tampoco lo juzgo como los otros niños y lo quiso a pesar de su manera de ser, que al principio era reservado y callado, cosa que impacientó a jake pero no sé dio por vencido y logró que el muchacho tuviera confianza a alguien más que no fuera su familia, sunghoon se emocionaba cada que lo veía.

Cuando el pequeño Jaeyun lo abrazaba se sentía la persona más querida del mundo, no podía decir que lo amaba aún se confundía con el significado de eso pero Sunghoon tenía en claro que era su otra mitad, a alguien que no quería soltar nunca y cuidarlo por siempre.

Pero a veces el destino te da malas jugadas y no sabían lo que les esperaba a los dos.

Uno caería en dolor y el otro…

¿Qué le esperaba? La agonía? ¿Terror? O el miedo colarse por su cuerpo?

Nada era seguro. Ellos no estaban seguros.

Sordomudo-SungJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora