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Los días pasaron con lentitud agregando la incertidumbre que se sentía un ambiente pesado.

Sin respuestas, era lo único que tenían. Desesperación apareció por parte de la madre de Jaeyun, pendiente de el porque su niño era lo que más amaba en el mundo.

Nada la tranquilizaba y más si no había una efusiva búsqueda de la policía parecía más búsqueda de perder el tiempo: sentados dejando ir el valioso y aquel que debes aprovechar y que no puedes manejar.

Mientras que el pequeño Sunghoon intentaba de todo pero el resultado no era mucho aunque el sentía el progreso en Jake, ya le veía sonreír más y simplemente; siendo el.

Eso le tranquilizaba.

—Jake—solto—sabes que eres mi mejor amigo y estaré para ti siempre, te quiero—mostro su sonrisa mirándole calmado.

—Yo también te quiero hoonie—se levantó el pequeño Jake a darle un pequeño abrazo a un feliz Sunghoon—desde el fondo de mi corazón.

Sunghoon correspondió alegre, dándole un beso en la frente sintiéndo su corazón latir fuerte.

Y pensó, ¿Qué sería de el sin su Jake?

¿Qué sería de el?

•°•

—Una palabra más de tu boca y te juro que en éste momento dile adiós a una parte de ti, te estoy vigilando pedaso de mierda—solto los cabellos del chico y abandono el cuarto dando un portazo, furioso.

Heeseung estaba más que alterado, lastimado y lagrimeando puesto que le dolía, con golpes dispersos a lo largo de su cuerpo, tenía algunos días aquí y no podía explicar todos lo horrores que había visto y experimentado, no sabía que las personas podía tener tal grado de locura además de la capacidad de herir de una manera tan inumana a alguien, entonces eso no eran personas.

No sabía que hacía aquí, ¿Cuál era el objetivo de todo esto?

—Heeseung hyung, te dije que no contestarás—dijo un beomgyu cabizbajo—así son las reglas aquí.

—No podía quedarme callado beom pero no hablaré en más, no te preocupes—sorbio sus mocos y limpió aquellas lágrimas que se le habían escapado.

—Está bien hyung—respondió bajo.

—Durme, mañana será otro día—le sonrió aunque el no le observará—supongo que será lo mismo, no?

—No hyung, mañana no tengo idea que será pero recuerda siempre corre porque esos señores no dudaran en cortarte alguna extremidad—pronuncio con cierto miedo en su voz.

—Me queda claro.

—Creo que en unos días llegarán otros niños, no lo sé.

—¿Más?

—Si, así es siempre. Pero últimamente he escuchado a los señores decir de un niño especial, creo es se llama Jake o Jaeyun. Pero no estoy seguro.

—Descansemos mejor—bufo—prometo que esto no será eterno beomgyu.

Algún día nos iremos de aquí. Pensó Heeseung observando al pequeño niño acostado en una sucia manta intentando dormir.

•°•

—Riki, espera aquí—le observó atentó y prestando atención a lo que su madre decía—por favor quédate, volveré—le sonrió causándole confusión además de la cara de nerviosismo que presentaba, era raro.

Riki sospechaba, no era tan pequeño para no entender que era lo que sucedía.

Tenía quince años lo suficiente para reconocer las cosas y su madre intentaba desecharlo. Nada más que eso.

Ni que tuviera cinco años, pensó.

Volvió a la realidad puesto que se perdió un momento pensando y dándose cuenta que su madre parloteaba tonterías.

—Callate ya—soltó arto.

A lo que su madre le miró sorprendida.

—Se lo que intentas, si es eso lárgate y ya simplemente déjame no digas cosas que no quieres decir ni promesas que no vas a cumplir, ¡Vete a la mierda!—grité furioso, más que nada dolido—te odio, eres lo peor ¿sabes? Ni siquiera te importo pudiste dejar la casa y nunca volver dejarme a mi suerte, como siempre.

—Lo s-siento Riki y-yo—aclaro su garganta resaltando lo tensa que se hallaba—espero nunca me perdones por esto—dijo a lo que con rapidez colocó un trapo en mi cara, húmedo.

Poco a poco sentía que me iba era una sensación extraña como si el sueño me hubiera invadido repentinamente. Y antes de caer inconsciente logré escucharla hablar nuevamente.

—Yo no soy tú madre y esto es una excusa.

Una más a la lista.

°•°
⚠️A partir de un poco intenso (no mucho) es una pequeña advertencia.⚠️

—¡Heeseung corre!—grito alto beomgyu.

El temor se coló en todo el cuerpo del chico, agitado y siguiendo el paso no entendía eran tantísimas puertas que no parecían terminar, abría una tras otra y no hallaba el final lo estaba fastidiado más el riesgo de que le atraparán.

No era un juego si lo atrapaban automáticamente era adiós y él no quería eso, era joven.

Sus piernas estaban cansadas pero tenía que seguir porque su mente se lo gritaba, a lo largo escuchó gritos algunos eran pequeños y otros adolescentes, justo como él pero lo sonidos taladraba en su mente causándole pavor, la zona era horrible, tétrica mira por donde mira se encontró con sangre y la plena oscuridad, tenía que elegir la puerta con rapidez y avanzar.

Sudaba intranquilo más sabiendo que varios chicos le seguirán el paso iban detrás de él, siendo como su guía lo cual le generó estrés a la situación.

Paro agitado, pero…¿Qué mierda era eso?

Abrió los ojos asustado, su respiración volviéndose errática, ¿por qué?

¿Qué tan enferma estaba la gente?

Vómito en el mismo instante, siendo observado por los demás muchachos, en un silencio que no duró mucho puesto que era cuestión de tiempo que les alcanzarán.

Pero, lo que estaba viendo era un nivel de perturbación tan fuerte que le impactó.

Personas, más bien pequeños mutilados alrededor de aquel gran pasillo de sangre alrededor. Inhalo y exhalo. Diciendo un pequeño "sigamos"

Dirigiéndose a la puerta que parecía infinita, sintió un jalón enfocando su vista en el suelo y un pequeño aún vivo pero la cosa es que solo se mantenía básicamente sin ninguna parte de él más que su tronco.

El miedo creció en su pecho e inmediatamente lloró.

Esto no era humano, no lo era, claro que no. ¿Cómo eran capaces de esto?

Haciéndose el fuerte, susurró un "lo siento" cruzando la puerta seguido de los pocos chicos.

Creyendo que había terminado.

Pero aún quedaba una parte.

De alguna u otra manera tenía que huir de aquí, así llevará poco tiempo no sabía que tanto podía soportar.

Él sabía que no merecía está porquería.

Ni ellos tampoco.

Sordomudo-SungJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora