La historia de Nyssa

Cap 2 Parte 4

Cap 2

"Experimento y la Liga de villanos"(4)

Está historia esta creada por una amiga mía mi deber es publicarlo y después seguir la historia, esperó les guste

El alado alzó los hombros mientras sonreía, cargo a su hija y esta le abrazo aferrándose a su cuello.

–Se enteraron de lo que pasó en el Hospital y me dejaron salir antes–dijo acariciando el pelo de su hija, la cual jugaba con el dije del collar del rubio, el cual tenia forma de un ala de Ángel, el pelinegro tenia uno igual con la diferencia de que era un ala de Demonio y ambos dijes se unen por un pequeño imán.

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Luego de un par de horas el alado se había marchado de nuevo a la agencia y la pequeña quedó al cuidado de su padre. La castaña algo curiosa fue a buscar al chico peliceleste, la mayoría del tiempo antes de que la llevaran al Hospital, le hacia compañía. Ahora que podía hablar y entender, lo llenaba de preguntas sobre su Quirk o pasado.

–Entonces es peligroso–dijo la pequeña luego de un rato de estar con el chico y que éste le contara sobre su don.

El peliceleste, conocido como " Tomura Shigaraki" sólo la miraba con interés gracias a la curiosidad de la niña. Muchos niños le tenían miedo u odio, le sorprendía que aún que ella hubiera vustori en primera fila ciñó él mataba a smesos hombres, ni siquiera se haya asustado. En cambio comenzó a seguirle más y tener curiosidad sobre el.

–¿No tienes miedo?–volvió a preguntar él por tercera vez

–No–dijo ella–solo creo que eras un pequeño niño que necesitaba ayuda para dominar su Kosei–continuó diciendo con aire pensativo, luego comenzó a mover sus pies que gracias a lo alto de la silla no llegaban a tocar el suelo–pero...nadie te ayudó, ahora quieres vergarte–

–¿No crees que sea malo?–preguntó el, ella negó

–Es..una gran persona, señor Tomura–dijo sonriendo. Ahí estaba uno de los apodos que ella le había puesto.

–¡Nyssa!–se escuchó gritar al pelinegro

–oh, debo irme–exclamó la pequeña bajando de la silla–Nos vemos, señor Tomura–dijo haciendo una pequeña reverencia –¡Tenga buena noche!–dijo mientras salia de forma apresurada de la oficina del chico.

–Esa niña–dijo con una pequeña sonrisa.

Le gustaba su curiosidad, no era insistente o irritante, era educada, alegre, tranquila y sobre todo curiosa.
El aun no podía adivinar si sería "Héroe" o "Villano", daba igual, lo que fuese estaría bien.