Transmigrar A Un Gran Villano En La Novela Del Libro

Capítulo 36: Si Yuhan Sonrió

Una risa suave de repente llegó a los oídos de Ke Ruan. Estaba aturdido. No podía creer lo que acababa de escuchar. Bajando la cabeza, descubrió que claramente había una leve sonrisa en el tierno rostro de Si Yuhan.

Ke Ruan agarró su túnica, tratando de contener la emoción en su corazón.
"¡Aaaah! Solo se estaba riendo. Fue la primera vez que lo vi reír", gritó Ke Ruan en su corazón.

A pesar de que estaba extremadamente emocionado, se contuvo de reír. Esta escena cayó en los ojos de Si Yuhan. Se dio cuenta de lo que estaba haciendo y la sonrisa en su rostro desapareció al instante.

"¿Qué estoy haciendo?
¿Estoy feliz?"

se preguntó en su corazón.
Este tipo de emoción no debería haber llegado a él. Pero ahora no solo apareció, también se lo trajo la persona que más odiaba.

¿Como puede ser?

Al estar inmerso en la sonrisa de Si Yuhan, Ke Ruan no notó que la sonrisa en su rostro había sido reemplazada por frialdad, ni la inquietud dentro de él.

"Estás herido", dijo Ke Ruan mientras de repente tomaba sus manos.

Si Yuhan inconscientemente quería liberarse de su agarre, pero antes de eso, Ke Ruan ya había soltado sus manos. Luego se dio la vuelta y salió de la habitación.

Al sentir que su temperatura desaparecía tan rápido, Si Yuhan tenía sentimientos encontrados. Estuvo aturdido por un momento.
Resopló y fijó los ojos en sus muñecas. Antes, para fingir que estaba atado, se había hecho una marca de color rojo intenso en las muñecas.
Después de un rato, Si Yuhan escuchó pasos acercándose. Levantó la cabeza y vio la esquina. Era Ke Ruan.

Ke Ruan agarró sus diminutas manos, abrió la pequeña botella blanca y aplicó un poco de bálsamo en sus heridas. Dijo a la ligera, "No dolerá. No te preocupes."

El bálsamo estaba frío, pero el dedo de Ke Ruan estaba caliente.

Si Yuhan sintió como si el hielo y el fuego estuvieran corriendo bajo su piel.

Si Yuhan bajó la cabeza para mirarlo. Desde ese ángulo, solo podía ver la cabeza de Ke Ruan. El cabello negro estaba atado casualmente con un solo lazo. Después de un día, un poco de cabello se había caído del cordón. Parecía desaliñado.

Si Yuhan no sabía si era porque a Ke Ruan le gustaba atar su cabello casualmente, o simplemente era un vago. De todos modos, prefería lo último.

Había que decirlo en los últimos días, Ke Ruan había sufrido mucho. Pero para sorpresa de Si Yuhan, no se quejó en absoluto.

"Está bien, no es serio. No dejará una cicatriz en tu piel cremosa y flexible", dijo Ke Ruan con una sonrisa.

Antes de que Si Yuhan pudiera hablar, alguien llamó a la puerta.

Ke Ruan se puso de pie y dijo: "Adelante."

Entonces Lin Qingye entró. Sus ojos se posaron directamente en Si Yuhan, tratando de verlo a través.

Lin Qingye también se volvió para mirarlo. Se dijo a sí mismo en secreto: "Lin Qingye de hecho merece el honor de ser el general del país.

¿Ha notado algo malo en mí?

No es alguien con quien Ke Ruan pueda emparejarse. De todos modos, Ke Ruan todavía es muy joven. ¿Cómo puede compararse con Lin Qingye?

Al momento siguiente, Lin Qingye había desviado la mirada y se volvió hacia Ke Ruan, diciendo: "Señor, tengo algo que discutir con usted."

Ke Ruan levantó las cejas y pensó: 'Es bastante interesante. Al principio, se mostró reacio a dejarme ir aquí con él. En el camino, aunque su actitud era buena, no discutió nada conmigo. Ahora, ¿qué va a discutir conmigo?

"¡Bien!" Ke Ruan respondió. Luego frotó el cabello de Si Yuhan y le dijo: "Descansa bien. Todo se arreglará."

Ke Ruan no era un niño, y probablemente había adivinado lo que estaba pensando Lin Qingye.

Después de regresar a su habitación, Ke Ruan se sentó en un taburete. Miró a Lin Qingye y dijo: "General Lin, tome asiento."

Después de pensar por un momento, Lin Qingye se sentó en el lado opuesto de Ke Ruan.

Ke Ruan le sirvió una taza de agua y preguntó: "¿Se ha resuelto el asunto de esa chica?"

Lin Qingye asintió, "Por favor, tenga la seguridad, señor. Ya le he entregado el asunto al magistrado. Creo que lo manejará pronto.