(My love is) worth the pain

Capítulo 1

-No me puedo creer que te enrollaras con él anoche. -Dijo Mica tapándose los ojos.
El comedor del instituto estaba lleno, pero aún así pude oír a Ella refunfuñar a mi lado.

-Baja la voz, quieres. -Dijo ella.- Además, tampoco fue para tanto.

Miré mi plato de verduras y me di cuenta que no había comido nada. Sus palabras aún se repetían en mi cabeza. "Me da la sensación de que vas en busca de problemas" Y ese olor. Su olor.
Cigarros, colonia cara y... Peligro.
Él desprendía peligro por cada poro de su piel. Pero era tan atractivo. Tan jodidamente atractivo. No pude evitar mirarle. Mis ojos se encontraron con los suyos al mirar en su dirección.

Joder.

Estaba recostado en la silla mirándome directamente. Una sonrisa de medio lado apareció en sus labios.

Mierda.

Apuesto a que sabía que había estado pensando en él.

-¡Joder, Ava, qué coño te pasa!

Mis ojos volaron de vuelta a mi mesa, donde me encontré con dos pares de ojos mirándome con reproche. Suspiré. Ya no tenía apetito.

-Nada, sólo... Estoy estresada por los exámenes. -Me levanté de la mesa cogiendo mi mochila.
Casi corrí hacia las puertas del comedor. No aguantaba ni un momento más bajo su mirada.

Me metí en el baño y miré la hora en mi móvil. Apenas pasaban de las 2 y media.

Me heché hacia un lado mi melena morena y me apoyé en el lavabo mirándome al espejo.

Pensé en él. En lo que ocurrió en los pasillos esta mañana. De repente, oí cómo de abría la puerta de los baños. Cojí mi móvil para intentar disimular la expresión de desconcierto de mi rostro, cuando olí su perfume. Levanté la cabeza alarmada y le vi apoyado en la pared.

-Comes muy poco, Ava. -Dijo él con su característica voz grave que me hacía estremecer.
No parecía preocupado por haber entrado en el baño de las chicas. No parecía triste, tampoco. Y, por más que sonreía, no parecía feliz en absoluto.

-¿Qué-qué haces aquí? - Pregunté poniéndome tensa, aún con el móvil en la mano.

-Dime, Ava, ¿es por alguna razón en concreto? -Comenzó a acercarse y sentí mi cuerpo temblar.

No podía negar que me gustaba. Ya no. No cuando él sabía que podía ponerme nerviosa con cualquier movimiento.

Tragué saliva mirándolo de arriba a abajo. Era la perfección en persona.

-Tienes que irte. -Dije con una estúpida voz débil.

Podía tocarlo con sólo estirar el brazo y eso me ponía aún más nerviosa. Y él lo sabía. Claro que lo sabía.

Cuando estaba cerca de él era como si no hubiera nadie más en el mundo. Cuando él me tocaba sentía fuego correr por mis venas. Igual que ahora.

-Oh, vamos. -Dijo acariciando mi mejilla.- No vas a negarme que te gusto.

Abrí los ojos. No me había dado cuenta de que los había cerrado. Sabía que no podía decirle que no sin que él supiera que estaba mintiendo.

Pero, aún sabiendo que iba a sonar estúpido, lo dije.

-E-es mentira. - Mis dedos comenzaron a doler por apretar el móvil.

Él me cogió por la cintura y acercó su cuerpo al mío en un rápido movimiento. Y yo no hice nada para impedir que hiciera conmigo lo que él quisiera.