𓄹 ♡ ! 🅽 𝖾 𝗐 ✦ : 𝗅 𝗂 𝗳 𝗲. (Monster High, Kieran Valentine × Spelldon)

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- Eres perfecto. Aún resultas más hermoso sin las luces del escenario.-

Quería más, ése era su único pensamiento, si es que su mente pensaba todavía. Y, pese a eso la espesa consistencia, pasaba ligera por su garganta; así de brillante le parecía aquel torrente rojo a su mente, así de cegador.

sus colmillos cortaban la piel y sacaban sangre cada vez más. Escuchó a Valentine riéndose por encima de él mientras estaba inclinado sobre su hombro, chupando ligeramente.
Pero el cuerpo de Spell, estaba debilitandose debajo de Valentine.

Escuchó su respiración en débiles jadeos. A pesar de las dificultades para Spelldon, no lo hizo parar.
Echado al lado del hechicero, estudiaba su cara, acariciándola con el dedo.
Luego se le acercó más, tomó el cuerpo inerme entre sus brazos, lo apretó contra el suyo. Le besó con ternura en la mejilla, le susurró al oído «perdona»

La pesadez y torpeza de los sentidos de spelldon cauldronello se motivaban por el sueño. Dado al impacto de ser mordido por un buen vampiro, sin duda el concepto de "vampirismo" habia vuelto a lo que se consideraba antiguamente gracias a Valentine. Pues, absolutamente nadie habia sido atacado por un vampiro hasta ahora dentro de Monster high.
confuso y abrumador, Spelldon no tenía ni idea de qué hacer al respecto.
Hace cinco minutos, ese chico estaba siendo un auténtico caballero. Y
ahora... ahora no sabía qué pensar. Sólo que necesito espacio, y dormir... Poder
respirar durante unos minutos.

En la larga eternidad de Valentine, el consumo de sangre proveniente de un ser con latidos en el corazón había sido casi inexistente. Estaba tan excitado por saciar su sed, realmente no tomaba en cuenta que Spelldon estaba desplomado en el piso por su culpa, que estaba inconsciente.

Afuera, la escolaridad arreciaba; las lámparas iluminaban el amplio escenario y proyectaban sombras en las paredes y en la enorme cortina. Daba la impresión de que no estaban solos, incluso antes de empezar la danza de Spelldon. Valentine siempre
sentía que había alguien mirando por encima de su hombro en aquel escenario, ya fueran los numerosos objetos de utileria del teatro acomodados cerca de las paredes o los ecos de las presencias de algunos pasos lejanos.

Kieran giró su cabeza y lo que vió lo dejó paralizado del terror, un rostro carente de toda vida, con unos ojos de botón azules que daban la impresión de poder quitarte el alma con tan solo una mirada, además de una sonrisa rebosante de confusión pues al parecer el apenas estaba descubriendo lo que estaba viendo. Kieran estaba aterrado. De pronto el muñeco de trapo dió un grito distinto a los que solía hacer: HooDude VooDoo tenía un objeto personal de Spelldon, eso era evidente. por consiguiente, la parte lateral de su cuello tenía 2 agujeros como si de colmillos de vampiro se tratasen, de los cuales, desbordaban insectos marchitos; larvas, cucarachas, moscas. Desagradable en lo absoluto.

Ese fue el estridente que lo sacó de su trance así que inmediatamente se levantó del piso. El muñeco de trapo permaneció agazapado contra la bolsa de plástico que permanecía sobre sus manos, ahí, como si esa bolsa fuera un escudo que lo iba a proteger de Valentine, pero lo peor estaba por venir, ya que al parecer Valentine disfrutaba infinitamente el verlo muerto de miedo. Escuchaba como se ría con una risa tan malvada que le calaba el alma. Las luces se encendían y apagaban solas, HooDude estaba al borde del llanto rogando que todo acabara, era incierto el tiempo que estuvo así.

- HooDude, ¿No viste nada, cierto?- Valentine pasó su fría mano por el cuello del muñeco.

Esperaba un segundo más, puede que dos, o tres, HooDude se sentía realmente confundido, empezaban a temblarle las manos, antes de dar un paso atrás y soltar la bolsa de plástico.

Valentine transportó su mano hacía el cabello de hilos. Su largo flequillo se apartaba lo suficiente como para revelar una irregular cicatriz que va desde el centro de su cabeza hasta la comisura izquierda de su oreja. Es fina y de material de costura oscuro pero apenas visible contra su piel pálida de textil, ahí estaba, especialmente si mirabas la curva que formaba en el extremo de su oreja.