capítulo cuatro.

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El fin de semana había llegado y Bang Chan estaba muriéndose de los nervios, había llegado diez minutos antes al lugar en donde acordaron verse, YeonJun aún no llegaba pero no estaba preocupado por eso, estaba preocupado por Felix.

¿Realmente todo saldría como lo planearon?

Le dijo a Felix que tenía que actuar como todo un mandón, arrogante y atrevido omega, pero no estaba tan seguro de todo eso, Felix siempre había sido lindo, tranquilo y muy amargado algunas veces.

—Bang Chan— el pelinegro alzó la mirada al escuchar una voz que lo llamaba, sonrió enternecido cuando vio al pequeño omega de cabello pelirrojo mostrando una sonrisa tan radiante que lo hizo sentir tranquilo.

—Jun, que bueno que estés aquí— le sonrió acercándose al pelirrojo y dejando un beso en su mejilla.

—No me lo perdería por nada, estoy emocionado por conocer a tu ex esposo— le sonrió, era verdad, el pelirrojo estaba entusiasmado, principalmente porque quería pedirle una disculpa al omega por haber besado y casi acostado con su esposo.

YeonJun era un sol, le gustaba hacer amistades y conocer personas, era un omega muy lindo y divertido, le gustaba socializar con cualquier persona. Sí, sentía pena y un poco de miedo por conocer a aquel omega, pero también sentía mucha curiosidad.

El pelirrojo enfocó su mirada en el Alfa frente a él, observó lo nervioso que estaba, porque restregaba sus manos en la tela de su pantalón y porque su aroma lo delataba.

—¿Estas bien?— pregunto algo preocupado —Bang Chan.

—S-sí... es que él... me pone muy nervioso, ya sabes, tantos maltratos me han dejado traumatizado— le dijo, su voz se escuchaba extraña y la verdad era que sentía miedo, Felix se había retrasado.

¿Y si se arrepentía y lo dejaba ahí? ¿y si ya nada salía como él quería? ¿debería comenzar a asustarse?

—Tranquilo, todo saldrá bien— YeonJun le dijo, tratando de hacer que se calmará —¿Y como es él?

—Él... él es... ya sabes, es pequeño y omega...— no sabía ni que decirle, estaba en blanco en esos momentos, sobre todo porque la pequeña mentira le estaba costando tanto, ni él sabía lo difícil que podría ser mentir y si YeonJun se enteraba, efectivamente lo odiaría.

YeonJun lanzó una risita por la descripción tan tonta de Bang Chan, desvió su mirada hasta la puerta de aquel lujoso lugar y entonces, todo pareció iluminarse. El pelirrojo omega abrió de par en par sus ojitos y su boca se abrió levemente impresionado.

—¿Es... él?

—¿Quien?— Bang Chan rápidamente volteó su mirada hasta toparse con aquel omega.

Pero... ¿qué estaban viendo sus ojos?

Suspiros y más suspiros se escuchaban en aquel lugar, a cada paso que daba lograba llamar la atención de todos en aquel lujoso restaurante, su cabello ahora era rosa, movía sus caderas de una manera sensual pero nada exagerado, traía unos pantalones de cuero negro, los cuales se adherían a la perfección a sus tonificadas piernas, una playera Gucci de color blanco y un chaleco negro con pedrería lujosa de color rosa, lo cual lograba resaltar todo de él.

Y por supuesto, unos delgados lentes de color rosa pálido.

Todo de él logró llamar la atención de aquel lugar, alfas y omegas, dispuestos a admirarlo demás, chiflando y diciéndole lo hermoso que se veía y Felix solo le sonreía.

—Eso... eso creó— murmuró Bang Chan ante lo que YeonJun le había preguntado, por un momento olvido lo que estaba haciendo y a lo que habían venido, pero es que, Felix se veía tan malditamente bien.

—Bang Chan— Felix exclamó, fingiendo sorpresa y felicidad por ver a aquel chico ahí, el Alfa se levantó de su lugar tratando de actuar normal.

YeonJun sólo sonreía, porque la verdad estaba impresionado, aquel omega se veía demasiado provocativo y adorable, jamás había conocido a alguien que logrará lucir de ambas formas. Y olía tan bien.

—Felix, te presento a YeonJun, Choi YeonJun — Bang Chan los presentó, el pelirrojo le sonrió tendiendo su mano, Felix sonrió feliz y correspondió su saludo.

—Choi YeonJun, por supuesto, Bang Chan me ha hablado mucho de ti— su voz salió un poco arrogante y chillona, estaba tratando de dar su mejor esfuerzo, pero nunca había sido bueno fingiendo algo.

—¿En serio? él también me ha hablado mucho de ti— dijo amablemente, pero era claro que no le diría que Bang Chan le contaba las atrocidades que le hacía.

—Seguramente cosas muy buenas— dijo mirando al Alfa, quien le sonrió apenado.

Cuando se sentaron y compartieron un buen momento entre anécdotas, risas y buena comida, Bang Chan supo que estuvo en lo correcto al escoger a Felix como su secuaz para este plan, y le estaba eternamente agradecido.

—YeonJun, ¿es cierto que Bang Chan y tu ya se acostaron?

Si, Bang Chan sabía que todo iba demasiado normal como para ser verdad.

El pelirrojo sintió ahogarse cuando escuchó a Felix mencionar aquello, se puso nervioso y Felix pudo notarlo, la situación se estaba tornando divertida y además, quería bromear un rato.

—No, no, lo siento mucho. No nos acostamos pero estuvimos a punto, y de verdad lo sien...

—¡Ah! YeonJun, tranquilo, él y yo ya no tenemos nada, además me sorprende que todavía le funcione— Felix sonrió al decir aquello, tal vez estaba jugando con fuego, puesto que al ver el rostro de Bang Chan supo que lo estaba incitando a jugar. —Ya sabes, porque tiene un problema... diminuto— murmuró por lo bajó, pero demasiado audible para ambos chicos en la mesa.

—¿Un problema?— YeonJun estaba confundido, pero aún así supo más o menos a lo que Felix se refería.

—Si, ya sabes, D.E —dijo dándole una rápida mirada al Alfa a su lado, el cual parecía querer asesinarlo con la mirada. —Disfunción eréctil— murmuró al ver el rostro de confusión en el omega.

—Ah... ah... bueno, no sé muy bien porque en realidad no nos acostamos, pero es bueno saberlo— YeonJun rió un poco, le pareció divertida la situación, Bang Chan le lanzaba miradas a Felix y este le sonreía divertido.

Si sus padres hubieran sido así cuando se divorciaron, todo hubiera sido diferente. YeonJun comprendió que al menos, aunque ellos dos ya no estuvieran juntos como esposos, pudo observar demasiado bien la conexión que ambos se tenían.                                 

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¡gracias por leer!

¡no es mi alfa! › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora