HyunJin se ajustaba la chaqueta al torso, observando que ya eran casi las ocho de la noche y el omega aún no salía de su respectiva habitación
Había decidido peinar y echarse gel al cabello, evitando el perfume porque realmente amaba su aroma natural
-¿Y tú?- la voz de Félix le hizo dar media vuelta -¿Has salido de los años 80 o qué?
Supuestamente tendría que ver la sonrisa burlesca en él, pero atinó a darle una mirada de cuerpo completo. Maldición, se supone que tenía que verlo solamente como su mejor amigo, no como el omega que quería para toda su vida
-¿Me veo bien?- inquirió dudoso al notar la mirada fija
HyunJin sintió perderse. Félix llevaba una holgada camisa con el primer botón abierto, mostrando algo de su nívea piel y clavículas. Los pantalones que se ajustaban a sus esbeltas piernas eran de tiro alto remarcando su fina cintura y estaban encima del atuendo de su parte superior. Dejando a la vista su pequeño pero esponjoso trasero, tierno y caliente
¿Hwang ya podía perder el control? Se le estaba haciendo muy difícil
-¡HyunJin!
El grito lo saco lastimosamente de su atenta apreciación, dirigiéndose al rostro del omega que lo veía expectante. Llevaba un ligero toque de maquilla resaltando sus hermosas pecas, esas que HyunJin llamaba frecuentemente constelaciones y siempre le decía lo bellas que eran, y necesito darle un par de fijadas a sus delgados labios brillantes. El rizado cabello solo era un plus que lo hacía decaer cada vez más, era una completa obra de arte que jamás se cansaría de adorar
-¿Decías...?
Félix rodó los ojos, guardando su celular en el bolso y acercándose al alfa
-Te pregunte si me veía bien- bufo, regañándolo con deje de diversión -Pero no se en donde viaja tu cerebro en estos mome-
-Te ves más que bien. Siempre, Lix- la interrupción sorprendió al nombrado, más termino por agradecerle con una sonrisa apenada -Uh, mejor avancemos- carraspeó, intentando no exponerse. Al menos no aún
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Embarazado de mi Mejor Amigo
Fanfic"Tan solo quería cumplir su mayor anhelo" Luego de sus metas cumplidas Félix tenía un gran sueño que le faltaba por cumplir: tener un hijo propio. El problema es que no encontraba a la persona indicada, hasta que cansado de su mala suerte en el amor...