"Tan solo quería cumplir su mayor anhelo"
Luego de sus metas cumplidas Félix tenía un gran sueño que le faltaba por cumplir: tener un hijo propio.
El problema es que no encontraba a la persona indicada, hasta que cansado de su mala suerte en el amor...
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Sintió su cuerpo envuelto en una calidez realmente agradable y nunca antes sentida. Normalmente cuando tenía algún encuentro íntimo con WooYoung, siempre era el quien recurría a abrazarlo. Sin embargo, dejando de lado aquel pasado que de nada le servía, ahora no había comparación alguna. No cuando sentía totalmente correcto estar entre los brazos de HyunJin.
Ambos cuerpos desnudos, un lugar calientito y seguro para cualquier omega pequeño como lo era Félix. Ronroneo gustoso, sus manos sobre los pectorales del alfa y el rostro cerca de la glándula de aroma ajena.
Los rayos del sol se colaban por la pequeña apertura de las cortinas, lo que hizo que a sus ojitos incomodar y levemente empezó a despertar. Su primera mirada en el día fue enfocada en la piel clara que yacía descubierta, inevitablemente sonrió. Hace mucho tiempo que no dormían juntos, recuerda que la última vez fue cuando tuvo una fuerte discusión con una de sus ex parejas y HyunJin lo consoló toda la noche hasta caer en un profundo sueño.
Ah, tenía al mejor amigo del mundo entero.
Posó su esbelta pierna encima y cerca de la cadera del alfa, logrando que este se removiera mínimamente con él en medio.
-Ya es hora de levantarse, feo durmiente
Sonrío de su propio chiste. Mentía realmente porque el somnoliento rostro cincelado de HyunJin era digno de apreciar aún con toda y su cabellera larga alborotada, la leve hinchazón de su rostro por la intensa madrugada y la sequedad de esos carnosos labios por la falta de hidratación. Seguía viéndose atractivo a su opinión aunque jamás se lo diría con tanta facilidad.
-Buenos días, Lixxie- hablo medio ronco, su mirada estaba entrecerrada mientras recorría con su nariz el rostro ajeno. Olfateando el dulce aroma puro que segregaba el más pequeño y que relajaba a su tigre interior.
Podía quedarse justo así para siempre.
Félix cerró sus ojos durante el contacto adverso, disfrutando de los mimos mientras acariciaba la nuca del alfa con sus pequeños dedos.
-¿Cómo amaneciste?- le hablo suave y algo ronco cerca de su oído, queriendo fundirse en el calor que el menudo cuerpo le daba.
-Echado y adolorido
HyunJin iba a replicar ante la primera palabra escuchada, pero al captar la frase completa, alzó su cabeza rápidamente y lo miro con preocupación palpable.
-Yo... Uhm, ¿En serio? Diablos, perdón si fui algo brusco- se sinceró algo apenado, Félix no podía creer como la dualidad del alfa podía ser tan rotunda.
-Ya, tonto. Después de todo yo fui quien pidió la segunda ronda y parece que ahí nos quitamos el verdadero estrés- soltó un par de risitas, el dolor era leve pero algo punzante en su espalda baja -Sin embargo, no creas que fue gratis, tendrás que consentirme.
El rubio admiro con una sonrisa boba la forma en que el omega hablaba bajito y hacia pucheros. No pudo resistirse ante la dulce imagen y nuevamente lo apreso entre sus brazos.
