5- Oscuridad.

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[ESTO NO ES UNA CONTINUACIÓN, ES UN FINAL ALTERNATIVO]

La boda finalizó con un aplauso de los asistentes, cuando Jack me besó con lujuria.

-Te quiero, gracias -me susurró al oído.

Le besé, aspirando su aroma y tocando su cara.

-Gracias a ti por hacerme tan feliz- le respondí.

Me cogió de la mano y salimos de la iglesia. Fuimos juntos hacia el coche de honor, para dirigirnos al banquete. Con las ventanillas tintadas subidas, lejos de los asistentes de la boda, me subí encima de él, poniendo una rodilla a cada lado. Después, en esa posición, le besé largamente, palpé su pecho y aspiré su aroma. Se rió y se alisó el traje.

-Baja de ahí -me dijo entre risas- como nos vean va a ser extraño. Además, tenemos mucho tiempo durante estas semanas. -me susurró, apretándome ahí abajo. Gemí en su oído y me bajé de su regazo. Esperamos a que concluyera el viaje, de la mano, juntos para siempre.

-Prométeme una cosa -le dije.

-¿El qué? -me miró divertido.

-Prométeme que siempre estarás conmigo, que nunca me abandonarás.

-¿Acaso no he pronunciado los votos antes? -me dijo, travieso.

Me puse serio.

-En serio Jack, prométemelo.

-Mark, eres tonto. No hace falta que te lo prometa. No te dejaría aunque me obligaran. Aunque si quieres que lo prometa, lo hago.

-¡Gracias! -le besé, más aliviado.

Me devolvió el beso, pero me separé de él cuando la limusina se detuvo.

Nos bajamos y nos dirigimos sonriendo hacia el banquete. No recuerdo mucho de eso, pues estaba demasiado feliz, pero sé que bebí poco, pues quería estar despierto esa noche.

Cuando se acabó el banquete, los invitados rezagados se fueron, y nosotros montamos en la limusina para regresar a casa. Jack no iba demasiado bebido, así que hablamos de cosas triviales, deseosos de llegar a casa para poder hacer el amor.

-Si, Mark, creo que la copia de las llaves estarán listas para mañana.

-Vale, ¿le dijiste a Emily lo de el libro? -pregunté.

-Claro. Dice que dentr... -y de repente Jack estaba al revés.

Le miré extrañado, antes de darme cuenta de que habíamos volcado. Todo eso sucedió muy rápido. Todo era negro. Sentí un dolor muy agudo en la pierna y otro en el tórax. El coche se movió unos segundos más y se quedó parado. Abrí los ojos. Vi metal y cables sobresaliendo a mi alrededor. Me arrastré y murmuré

-Jack...Jack... -no le veía.

Oí unos gemidos procedentes de mi derecha.

Un cuerpo tendido en el suelo. Vestido con esmoquin. Unos ojos azules me miraban suplicantes. Jack. Me acerqué a él, a pesar del lacerante dolor de mi pierna y tórax. Jack tenía las piernas aplastadas por el asiento. Estaba perdiendo sangre por una herida en las costillas, por la que se asomaba un trozo de plástico. Me acerqué y puse su rostro en mi regazo.

-Jack...¿estás bien? ¡Jack, responde! -nadie oyó mi súplica.

Le busqué el pulso, su corazón latía de forma muy débil. Le eché la cabeza hacia atrás y le eché mi aliento en los pulmones, dos veces. Después apreté su corazón varias veces. Repetí el proceso. A la tercera vez, oí un murmullo.

-M-Mark... -gimió Jack- Me duele...

-Tranquilo cariño, te vas a poner bien. Respira por favor, no me dejes...

Jack sonrió y dijo con voz débil.

-Voy a morir viendo tu rostro, Mark. No es tan malo.

-NO VAS A MORIR, ¿VALE? -grité desconsolado- Me lo prometiste, me dijiste que siempre estaríamos juntos.

-Y estaré contigo, en tu corazón, Mark.

-YO NO TE QUIERO EN MI CORAZÓN. TE QUIERO AQUÍ. CONMIGO, PARa siempre... -terminé susurrando.

Mis lágrimas caían sobre Jack, mojando su hermoso rostro.

-Abrázame, por favor, Mark. -susurró Jack

Eso hice. Busqué mi móvil para avisar a la ambulancia, pero estaba machacado por el choque. Abracé a Jack, mientras oía su respiración cada vez más débil.

-Ya viene...Mark... Te quiero, desde siempre y para siempre.

Y mientras se desvanecía el brillo de sus azules ojos, me besó en los labios con su último aliento.

El funeral había terminado. Me sentía vacío por dentro. Hueco, pues lo que me llenaba se había ido. Me quedé solo ante la lápida, recordando todo. Desde aquella vez, en aquel piso, ahora tan lejano, hasta lo último que me había susurrado antes de morir. Una lágrima corrió por mi mejilla. Era una de las últimas que me quedaban. Una voz me sorprendió a mi espalda.

-Mark...hijo...quería darte esto -la madre de Jack me entregaba un cuaderno- es para que escribas todo...lo que pasó...

La abracé. Parecía tan delicada, tan rota. Me pregunté si yo estaba igual. Fui hasta casa. Abrí la puerta.

-¡Hola Jack!, ¡ya he vuel... -Nadie me iba a responder.

Me di cuenta de eso, y, me derrumbé en el suelo del pasillo, llorando desconsoladamente. Jack se había ido. Me levanté y fui hasta la habitación. Me tumbé en su lado de la cama y aspiré. Todavía olía a él. Me dormí entre lágrimas.

A partir de ahí no hay nada importante, ya que Jack no estaba. Nada tenía sentido. Por eso, voy a finalizar este diario con las primeras y las últimas palabras que Jack pronunció.

Te amo Mark, desde siempre, para siempre.

Más Que Amigos [Yaoi Hard].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora