Memé: ¡Gabi! ¡Gabi!
Gabi ya no está. Enojada, tira la ropa al piso.
Memé: ¿Por qué no me esperó?
Marito: Tranquila, Memé, yo tampoco lavé nada.
Memé: ¿Y yo qué hago con toda la ropa que tengo para lavar?
Abuela: Vení, vení acá. (La sienta en su regazo). No se te puede estar esperando siempre.
Marito: Tengo hambre.
Abuela: ¡El desayuno, Memé!
Memé: ¡Ay, el agua!
Sale. Marito le arroja los fósforos a la abuela, que vuelve a esconderlos en su bata. Memé vuelve.Memé: ¿A dónde están los fósforos?
Marito: Por ahí los tengo yo a ellos encima.
Memé: No es verdad. No los tiene él, ¿no?
Abuela: ¿A mí que me preguntás?
Memé: ¡Bueno, dale, dámelos si los tenés!
Marito: Buscalos.
Memé: ¿Los tiene él, abuela?
Abuela: No sé, buscalos.
Marito: Puede ser, Memé. Puede ser que los tenga Marito.
Memé revisa a Marito.
Memé: ¡Los tiene Marito, el ladrón maldito! Vamos a ver si los tiene este chiquito lindo, a ver acá, no, en los sobaquitos no los tiene, ¿a ver en la colita? En la colita tampoco los tiene. ¡A ver en el muñequito!
Abuela (riéndose): ¡Ay, Memé, sos tan tonta!
Memé: ¿Y si no los tiene Marito, quién los tiene?
Marito: La abuela.
Memé: ¡Claro, la abuela!
Abuela (cortante): Ni se te ocurra. Dejá de jugar como una estúpida y buscá esos fósforos.
Memé: Bueno, no sé, yo ya me estoy poniendo de mal humor.
Abuela: Yo también.Marito: Yo también.
Pausa. Se escucha la puerta de la calle. Es Damián.
Marito: El muñequito.
Entra Damián.Damián: Memé.
Le muestra un encendedor. Memé lo agarra y le salta encima para abrazarle. Él se zafa. Toma el teléfono y comprueba si hay línea.
Memé: ¡Bueno, voy a buscar los fósforos!
Sale y vuelve a entrar.
Memé: Ah, Mario, me fijé, y somos grandes. No hay ningún ratón muerto en el cajón.
Sale.Marito: Ah.
Damián: Abuela.
Abuela: Marito, acompáñame así me bajas unas cajas que tengo arriba del ropero.
Marito: Va a ser imposible, abuela.
Abuela: Dale, vení, así me ayudas con el cierre y me limpias la dentadura, vení.
Sale la abuela. Damián se desploma sobre el sofá. Marito no llega a salir, vuelve al sofá caminando despacio, tratando de no hacer ruido. Damián se da vuelta.Marito (susurro): Seguí durmiendo, seguí.
Se sienta junto a Damián.
Marito: Dami, tenemos que hablar. Nosotros somos los únicos que podemos hacer algo, Damián, anoche la abuela estuvo tosiendo toda la noche. Toda la noche con catarro estuvo la abuela. Yo creo que es una señal indiscutible de que la abuela está embarazada, Dami. Yo te aviso porque como somos los dos únicos varones de la casa, alguno de los dos tuvo que ser el papá. Si soy yo pido que me avisen.
Damián: No es verdad lo que decís, Mario.
Marito: Sí.
Damián: No es cierto.
Marito: ¿Por qué?
Damián: Porque no.
Marito: Es verdad, Dami.
Damián agarra su mochila y se dirige a la puerta pero Marito no le deja salir.
Marito: Yo creo que tenemos que estar prevenidos por cualquier cosa que pase. Porque la abuela es grande y toma pastillas que ya no van. Son las mismas pastillas de hace cinco años, las pastillas que toma la abuela. Las pastillas tienen una duración. Hay que cambiarlas, hay que renovarlas. Pastilla por pastilla, por pastilla... Votá, votá, Dami, votá.
Damián: ¿Qué, Mario?
Marito: Las pastillas de la abuela, hay que cambiarlas. ¡Votá!
Damián comienza a reírse. Marito sale del cuarto. Entra Gabi.Gabi: ¿Se liberó?
Damián: En parte.
Gabi: Claro, nunca es todo.
Damián: Por ahora.
Gabi: ¿Por ahora? Por horas.
Damián le hace un gesto para que se siente en el sofá con él y después le hace un gesto cariñoso pero brusco al que ella responde también con rudeza.
Damián: ¿Te hago una pregunta?
Gabi: No. Bueno.
Damián: ¿Quién va a ser?
Gabi: ¿Qué?
Damián: ¿Quién se va a ir?
Gabi: ¿Quién se va a ir? ¿De todos?
Damián: Bueno, de todos. ¿Quién?
Gabi: Vos, obvio.
Damián: No sé.
Gabi: A mí me falta.
Damián: Siempre va a faltar.
Gabi: Ya sé.
Damián: A mí también.
Gabi: ¿Qué?
Damián: Me falta.
Gabi: No, a vos no.
Damián: Es cierto. A mí no.
Gabi: ¿Pero entonces, quién?
Entra Memé.Memé: Gabi, te fuiste y no te llevaste mi ropa para lavar.
Gabi: Bueno, ya está, Memé, estaba apurada.
Memé: Sí, mirá que apurada estás. A ver, ¿qué estás haciendo ahora?
Gabi: ¿A vos qué te importa lo que yo hago?
Memé: ¡Ay, bueno! No te voy a copiar.
Gabi: ¿A copiar qué?
Memé: Yo también quiero hacer ropa.
Gabi: ¿Ah, sí? Mi máquina no la tocás.
Memé: ¿Y si no uso la máquina cómo hago...?
Damián: Mamá.
Memé: Bueno, me voy, no molesto en mi casa, me voy.
Sale.Gabi: Memé, entonces.
Ríen.
Gabi: ¿Entonces?
Damián: ¿Y vos?
Gabi: ¿Qué?
Damián: ¿Hay alguien?
Gabi: Nadie.
Damián: ¿Querés?
Gabi: No.
Damián: ¿Nunca más?
Gabi: Espero.
Entra Memé buscando algo.Gabi: ¡Memé! Y vos... ¿Hay?
Silencio.
Gabi: Sin cambios.
Silencio.
Gabi: ¿Salió?
Damián: Sí, salió.
Gabi: Me da miedo.
Damián: Idiota.
Entra Marito.Damián: A mí también.
Gabi: ¿Qué?
Damián: Me da miedo.
Marito: Gabi, Gabi, tengo hipo.
Gabi: ¿Qué te pasa?
Marito: Estoy con hipo.
Gabi: Estoy ocupada ahora.
Marito: Pero no me siento bien, yo.
Gabi: Decile a la abuela. Yo tengo que coser todo esto.
Marito: Lamentablemente la abuela está muerta, no me va a poder ayudar más.
Damián sale. Entra Memé con la pava y el mate, se sienta en el sillón.Gabi: Mario, no es cierto, Memé, ¿podés atender a Mario que está con hipo?
Memé: No, yo tengo que juntar toda la ropa que no llevaste a lavar.
Gabi: Memé, no es un juego, atendé a tu hijo.
Marito: Sé útil, Memé.
Memé: Acá nadie me lleva el apunte hasta que me necesitan, ahí sí, Memé, llévale, traele. ¿Mario, vos no tendrías algo de plata para prestarme?
Marito: Hipo tengo.
Gabi: Tranquilo, Mario, termino y te ayudo.
Marito: Yo no tengo problema, Gabi, me concentro en la respiración y voy dosificando la poca cantidad de aire que entra. En el hipotético caso de que yo estuviera muerto y tuviéramos que embalsamarme, vos, o Dami... No, mejor, Dami, Dami, que es más grande, tendría que llenarme los pulmones de aire mediante respiración boca a boca, Gabi. Así, en el momento de inyectar el líquido conservante el tórax esté en posición erecta, ¿sabés? Para que en el momento de la fijación el cuerpo esté en posición erguida, bueno, aunque acostado.
Memé: ¡Ay, qué asco, Mario, cómo hablás!
Marito: ¡Dami! ¡Dami!
Va hacia la puerta del patio. Gabi busca agua para tranquilizarlo.ᕙ (° ~ ° ~)
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Muchas gracias por leer y nos vemos en la próxima parte 🤍
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La Omisión de la Familia Coleman
HumorUna familia viviendo al límite de la disolución, una disolución evidente pero secreta; conviviendo en una casa que los contiene y los encierra, construyendo espacios personales dentro de los espacios compartidos, cada vez más complejos de conciliar...