JUEGOS (BNHA One Shots)

JEALOUSLY

Desde el momento en el que naciste, tu vida y futuro estuvieron claros, no eras realmente importante para nadie.

No fue algo que tu sola decidieras o que te hubiesen dicho de manera exacta, sino que te diste cuenta cuando apenas tenías consciencia, y lo que viste fue, que a todos parecía importarles mas la existencia de tu hermosa y perfecta hermana mayor.

Y era entendible porque todos le prestaban atención a Camie, desde pequeña lo primero en destacar de ella fue lo linda que era, su lindo cabello del color de la avellana, ojos cafés que brillaban cada que hablaba, su grácil manera de caminar y moverse y sus modales envidiables.

Buena en la escuela, atlética, destacaba en cualquier aspecto en el que ella quisiera, tus padres la amaban, presumían de ella en cada lugar al que fueran, toda tu familia consentia y mimaba a la linda Camie.

Desde que eras niña recordabas vivir a su sombra, sabias que no era tu culpa no ser igual que ella, pero se sentía como un peso en tu espalda el hecho de que ella fuese mil veces mejor que tu.

Incluso si ganabas un trofeo, Camie ya tenia 3 iguales, era horrible.

Ella era mucho mejor que tú en todo y eso significaba que todo era para ella, juguetes, ropa, maquillaje, viajes, atención, cariño.

No era su culpa, ella incluso era buena contigo, solía prestarte sus cosas, sin importarle si las llegabas a romper, o si las perdias, era buena contigo y la odiabas aun mas por ello.

Cuando cumplió 15 años entró a la academia Shiketsu, lo cual pensaste que seria malo ya que ella pensaba ir a la academia UA, pero no logro entrar, creiste que verías decepción en el rostro de tus padres, pero no fue así, igual la elogiaron por entrar a Shiketsu. Que competía en prestigio con aquella academia que tenia el primer lugar dentro de Japón en cuanto a nivel académico.
La tenían en un pedestal, incluso cuando tu lograste entrar a UA, no les importó, una palmada en la espalda y un "felicidades" fue tu máximo reconocimiento.

Al menos supiste que no la verías en la escuela y tu vida mejoraría, comenzaste a hacer amigos, era increíble, incluso te llegó a gustar un chico, irónicamente uno de los mas populares de la escuela.
Y vaya que tenían razones para que fuese asi, guapo, con esos ojos afilados de color carmín, rubios cabellos despeinados que le daban la típica apariencia del chico rebelde, atlético con un cuerpo de infarto, era imposible que un chico de apenas 16 años estuviese así de bueno, con una actitud de mierda hacia todos excepto hacia sus amigos mas cercanos los cuales podías contar con los dedos de una mano.

Su nombre, Katsuki Bakugou, era un sueño para ti. Y lo mejor, fue que parecía que tu también le llamaste la atención. Tú, que siempre te consideraste fea, que odiabas tu cuerpo por no ser perfecto como el de tu hermana, que maldecias cada gramo de más en un cintura y piernas, que llorabas por no verte bien en una simple foto familiar, tu que nunca te gustaba tu voz o tu forma de actuar; tu también le gustaste.

Fueron discretos, encuentros fuera de la escuela, besos en la mejilla que poco a poco se hicieron besos en los labios. Abrazos tiernos que se transformaron en fuertes brazos rodeando tu cintura con recelo.

Casi 3 meses después de su primer beso lo hicieron por primera vez.

Besos, mordidas, suspiros, gemidos y una que otra risa; aun recordabas lo mucho que te hizo reír el hecho de que el condón se hubiese negado a abrirse, Katsuki peleó con el plástico de la envoltura entre maldiciones, pero todo fue demasiado bueno para ti, cada beso en tu cuerpo te hizo sentir la mujer mas hermosa del planeta, las caricias en cada cicatriz emocional que tenías en tu piel, sus manos envolviendo sus pechos con anhelo, tocando con ternura tu centro, te sentiste avergonzada al saber que él se había depilado, mientras que tu no. Pero no le importó, recordabas sus palabras de cariño como caricias a tu corazón; sus ojos que no se apartaban de tu cuerpo, disfrutó tanto ver como te retorcias entre sus brazos, como suplicaste un beso cuando te hizo venir usando sus dedos.