Messed Up +18 | JiChen

3. Thirsty.

A veces ChenLe podía llegar a ser demasiado... Sediento.

Le encantaba el sexo, y su novio —JiSung— lo sabía demasiado bien, desde que empezaron su relación han tenido sexo como mínimo una vez a la semana. Él no sé quejaba, los gemidos de ChenLe lo compensaban, pero habían veces en las que estaba exhausto; los exámenes, la renta del apartamento, y el trabajo de medio tiempo que tenía en el café de su tío.

Cuando recién llegó al apartamento pudo divisar a ChenLe sentado en el escritorio con un cuaderno entre manos, se acercó a pasos ligeros y besó su cabello.

—Hola JiSungie, ¿Cómo te fue en el trabajo? —Saludó acariciando su cabello.

—Algo agotador, como siempre. ¿Y tú? ¿Que has hecho?

—Antes de esto estaba ayudando a mi papá con unos documentos, ahora estoy terminando un trabajo de finanzas.

Gracias a la gran empresa de la familia de ChenLe su familia solía ayudarlo con el dinero si él les hacía ciertos favores, gran parte del tiempo a su padre, así que podría decirse que ChenLe trabajaba para ellos.

—Suerte, yo me iré a dar una ducha.

—Bien... —Respondió ChenLe bastante distraído por volver a lo suyo.

[...]

Los dos suspiraron al caer en la cómoda cama, aunque en un instante ChenLe se puso de pie.

—¿A dónde vas? —Preguntó JiSung curioso.

—A tomar agua.

ChenLe volvió con un vaso de cristal que tenía agua hasta la mitad de este.

JiSung se sentó en la cama agarrando un libro que había olvidado por completo que tenía, todo era culpa del ajetreo constante. Leería un par de capítulos y dormiría.

El otro pelinegro dejó el vaso en la mesa de noche y subió al regazo de su novio, acariciando del abdomen al cabello.

—¿Pasó algo? —Preguntó JiSung sosteniendo el libro con una mano para lleva la otra a la cadera de su novio.

—Nada, JiSungie... Solo... Eres tan lindo, ¿Lo sabías?

Alzando una ceja Park dejó de leer el libro, descendió la mirada hasta el miembro del mayor, que solo estaba cubierto por unos calzoncillos color negro y una camisa blanca que era de él.

—Repetiré la pregunta, ¿Quieres algo?

Mordió su labio inferior, le encantaba ver a su novio actuar tan dominante. Si seguía hablándole así se correría enseguida.

—Yo... ¿Tal vez?

—¿Tal vez? No es una respuesta concisa. —Se acercó a su rostro dejando el libro en la mesa de noche junto al vaso de cristal— Dime qué quieres, cariño.

El mayor sintió escalofríos apoderarse de su cuerpo.

—Necesito tenerte dentro de mí, por favor, estoy tan jodidamente caliente. Por favor, JiSungie.

Intentó moverse para comenzar a frotarse contra el coreano antes que otra de las fuertes manos de JiSung lo agarrara de la cadera.

—¿Y si no quiero?

ChenLe gimió, —jodidamente— gimió. Sabía que lo quería, lo conocía tan bien que no tenía duda alguna pero esa voz... Esa abstinencia, no hacía más que prenderlo.