Dancer in the dark (TERMINADA)

Un putazo dolía menos

Horas antes

Verónica

Estaba sentada a lado de mi idiota hermano, esperando que Betty llegará para ayudarla con su maquillaje

Mire a Jughead sin poder aún creer lo que estaba planeando hacer, era una maldita idiotez pero sabia que no había nada que pudiera decir para hacerlo cambiar de opinión

— ¿Estás seguro? — volví a preguntarle

Jughead no me miro, pero sabia que lo estaba hartando, en otra ocasión estaría feliz por eso, pero dada las circunstancias no podía estarlo

— si, ya si ella dice que no al segundo, no me quedara de otra que hacerlo — susurro mirando el disfraz

Nunca había sentido compactación o cariño por alguien que no fuera yo misma, pero Betty, Betty era la única persona que me importaba mucho, y se que a Jughead también le importa

— aún sigo pensando que esto es una tontería, sabes que dirá que no, ningún humano respondiera a esa pregunta de manera positiva, al menos que fuera un bastardo codiciosos — murmure de mala gana

— ¿Y que hago, Verónica?¿Crees que si diálogo con el consejo me van a escuchar?¿Crees que les va a importar una mierda si estoy ena...si quiero a Betty? — me preguntó y yo hice una mueca

— ibas a decir que estabas enamorado...— susurré sorprendida

Mire como Jughead se ponía tenso — deberías limpiarte los oídos, escuchas cosas — gruño

— ¿La amas, verdad?

El me miro unos segundos pero mantuvo la boca cerrada, hasta que asintio de manera lenta, como si fuera el peor de los pecados aceptarlo

— ¡Y es por eso que ni deberías hacer la mierda que estás planeando! — chille enojada

El siguió en silencio, pero por su mirada sabía que la decisión estaba tomada así que no me quedo de otra que ayudarlo, solo esperaba que Betty dijera que si, de lo contrario me sentía la peor mierda por hacer lo que estaba planeado si ella se negaba

Ahora

Betty

— ¿Un bosque?

La pregunta me pareció estúpida en cuanto abandono mi boca, estaba claro que era un bosque

La única luz que había era la de la luna, y la de los faros del auto, eran las malditas tres de la mañana, según mis conocimientos aprendidos por las películas de terror patrocinadas por Hollywood, sabía que estar en el bosque, en la madrugada, era todo menos una buena idea

Solo esperaba que en cualquier momento apareciera frente a nosotros un asesino con una máscara y una maldita motosierra, miraba para todos lados, esperando que ese momento pasará, armando mi testamento de manera mental

Llegamos hasta una cabaña que para ser sincera, era hermosa, y resaltaba mucho dado que estaba rodeada de árboles enormes y siniestro

Cómo en la películas de terror, ya valimos vergaaaaaa

Mire a Jughead sin entender qué diablos hacíamos en medio de un bosque, pero el solo salió del auto, como buena cobarde me quede quieta en mi lugar

Jug se detuvo al ver que no lo seguía, se dió vuelta para volver al auto, abrió la puerta del lado donde yo estaba