Las cosas cambiaron de la noche a la mañana, lo que parecía ser una simple escuela se convirtió un lugar lleno de secretos.
Secretos que yo quería descubrir.
Y todo empezó ese día:
Era viernes
La directora había estado averiguando sobre el alcohol en la fiesta, además se sospechaba que podría haber sido más que alcohol, quizás alguna droga. No se había podido comprobar quiénes habían incumplido con las reglas del colegio, pero eso para mi estaba claro, habían sido los de último año.
Yo misma había visto a muchos de ellos mareados o brindándole bebidas a los de nuevo ingreso como mis amigas y yo.
No era un tema que me importara en lo más mínimo así que no me involucré mucho.
Estudié
Estudié
Y Estudié...
Hasta que se escuchó.
Un grito, resonó por toda la estancia alertando a estudiantes y profesores, y todos salieron de sus respectivos salones dispuestos a averiguar que estaba ocurriendo.
Y yo con mi instinto de curiosidad al límite salí corriendo detrás de mi profesor de historia hasta llegar al final del pasillo central, me abrí pasó entre la aglomeración de personas que se situaban frente a una pared, y cuando logré divisar lo que todos veían quedé paralizada.
Había un letrero.
Pero eso no era lo impactante, la frase que se podía leer era un tanto escalofriante.
"Sabemos tu secreto"
Estas palabras estaban escritas en rojo, con un liquido que parecía ser sangre.
Ahí comprendí que algo más estaba ocurriendo, no eran solo un grupo de estudiantes jugando una mala broma, era algo más, algo que nadie se imaginaba, pero que yo descubriría tarde o temprano.
***
Esa tarde, los profesores estuvieron interrogando hasta el último estudiante de la escuela y para cuando llegó mi turno yo aún no comprendía del todo lo que estaba sucediendo.
— Y dígame señorita Stone, ¿Donde estaba usted la noche de la fiesta? Hubieron testigos que la vieron actuando sospechoso como si estuviera bajo la influencia de alguna sustancia— el señor Smytters, profesor de Filosofía, era el encargado de interrogar a los de mi curso.
— Recuerdo que unos alumnos de último año nos brindaron unas bebidas, luego de eso no es mucho lo que puedo brindarle, me sentí mareada así que salí en busca de aire fresco y luego de eso me desmayé— el Sr. Smytters anotaba todo en una libreta negra que sostenía en la que supuse estaban las declaraciones de otros estudiantes.— desperté en las residencias ya que un compañero me amparó durante la noche y eso es todo lo que recuerdo.— trague saliva pues todo esto me daba muy mala espina—Me gustaría saber si se me acusara de algo después de haber dado mi testimonio.
— Usted no ha sido la única en testificar contra alumnos de último año ni la única con recuerdos limitados de esa noche, así que queda descartada de la investigación, puede retirarse señorita Stone.
Me prepare para salir del salón utilizado como sala de interrogación cuando el Sr. Smytters se levantó añadió algo:
— Aunque al claustro de profesores y a mi nos gustaría que no comentara nada acerca de la acusación contra los estudiantes de último curso, ya que aún no se ha podido comprobar que fueran ellos los culpables de lo sucedido— aunque aquello que me pedía era raro asentí mientras abría la puerta dispuesta a salir — una última cosa, ¿recuerda el nombre del chico que la llevó a las residencias?
— No lo recuerdo, nunca antes lo había visto— mentí puesto que su actitud me resultaba sospechosa, algo no cuadraba en todo esto.
Salí al pasillo encontrándome con Derek, el cual sonrió con alegría al verme y se me acercó pasando un brazo sobre mi hombro a lo cual yo reaccioné retirándolo.
— Valla valla pero miren quien acaba de salir de la habitación del terror— dijo en un tono de burla.
— ¿Cuando me dejarás en paz?— dije rodando los ojos.
— Nunca— me dedico una sonrisa ladeada— y cuéntame, ¿que se sabe sobre los maleantes desaparecidos?
— Siguen desaparecidos como bien dijiste, y planeo almorzar en paz con mis amigas así que desaparece tú junto con ellos— lo esquivo y me dirijo al comedor sin escuchar otro comentario de su parte.
***
Divisé a Alex y Nash en una de las mesas y me acerqué a ellas.
— Algo aquí huele muy mal— dije mientras me sentaba y colocaba mi bandeja en la mesa frente a mis amigas.
— Puede ser el puré, sabe un poco raro— mencionó Alex a lo que rodé los ojos.
— No, me refiero a la situación con el letrero y las sustancias ilícitas en la fiesta— Nash asintió como si estuviera de acuerdo conmigo.
— También tengo un mal presentimiento sobre todo esto— dijo mientras mordía una manzana verde.
— Están paranóicas las dos— Alex rodó los ojos mientras bebía de su malteada de fresa— ¿que creen que ocurre? Son solo un par de idiotas rebeldes rompiendo las reglas por diversión, está más que claro.
— Entonces explícame por qué los profesores quieren mantener ocultos los testimonios de los alumnos que afirmaban que los de último año habían llevado las sustancias ilícitas a la fiesta— Nash lo soltó como si lo hubiera estado pensando por mucho tiempo.
— ¿A ti también te pidieron que no hablaras?— pregunté yo.
— No le den tantas vueltas y mejor estudiamos para el examen de Matemáticas— comentó Alex restándole importancia a la conversación anterior.
Nash y yo asentimos.
En ese preciso instante un individuo cruzó la puerta de la cafetería, nos sobresaltamos al darnos cuenta de que su ropa estaba manchada de lo que parecía ser sangre. Todos comenzaron a murmurar cosas mientras otros se acercaban al asustado joven que parecía sacado de una película de terror y que se había dejado caer de rodillas al suelo. Así que me acerqué para averiguar lo que sucedía.
El chico tenía los zapatos manchados de tierra roja, de la cual solo se podía hallar en el bosque que rodeaba la escuela; sus pantalones estaban rasgados y su camisa blanca se teñía de sangre.
Me agache frente a él y toqué su hombro, enseguida levantó la vista y pude ver sus ojos, estaban inyectados en sangre, podría ser por haber estado llorando durante horas o... tal vez por haber consumido alguna sustancia.
Entonces habló, en un tono de desesperación y una preocupación que se reflejó en su mirada torturada.
— Ellos la tienen
Y dicho esto se desmayó, su cuerpo inconsciente cayó frente a mi a lo que me apresuré a tomarle el pulso.
Pasados unos minutos ya había llegado una ambulancia y el individuo era dirigido hacia el hospital general del poblado.
Y unos minutos después toda la escuela se encuentra hablando sobre lo ocurrido mientras yo solo quería la respuesta a mis preguntas:
¿Quienes "la" tienen?
¿A quien tienen?
Y ¿Que demonios pasó en ese bosque?
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Perfectamente Imperfectos
Teen Fiction¿Perfección? Esa palabra que atormenta a la humanidad. Dos extraños no tan extraños, y un secreto, en una escuela... ¿uno u otro? ¿verde o azul? ¿Cómo elegir? ¿Realmente es necesario elegir? ¿Quien miente y quien no? ¿Quien se va y quien se queda? N...